Transición TIC 2.0

No me resisto en esta tribuna a hablar de Juan Carlos I y de Vicente del Bosque, por la magnitud informativa que han representado el mes pasado.

Publicado el 07 Jul 2014

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Ambos han sido símbolos de grandeza, uno en lo patriótico y otro en lo deportivo, pero su imagen se ha ido gastando, bien por el tiempo que ha ido erosionando su poder de influencia, bien porque no han sido capaces de salir de su zona de confort y autocomplaciencia para buscar una proyección de futuro. No hay cosa peor para un estratega que pensar en estático y creer que su visión del mundo es inmutable.

Hay que salir de nuestro campo magnético para ver que fuera hay otras empresas que muerden; no hay enemigos pequeños, cualquier equipo como Chile te puede hacer un roto y dar al traste con tu imagen de imbatible. Así como le ha sucedido a la selección española, muchas empresas tecnológicas se han visto abocadas al fracaso o la misma muerte, superadas por otras más vivaces que supieron encontrar el camino de la innovación. La estrategias de largo plazo resultan fundamentales para que una organización se mantenga en el tiempo estando a la altura de las circunstancias cambiantes.

El responsable de tecnología está obligado a combinar el legacy (los Iniesta, Alonso y Ramos) con las nuevas tecnologías (Koke, Javi Martínez). Tienen que integrar lo nuevo con lo viejo, e ir quitando las piezas que vayan dejando de ser imprescindibles por otras que ofrezcan el relevo más natural posible. Alguna vez he dicho que el CIO y el entrenador de fútbol son profesiones muy fiscalizadas, porque si en todo español hay un entrenador en potencia, en tecnologías, todos somos CIO, y de los buenos.

En tecnología estamos abocados al cambio permanente si no queremos vernos desarbolados por el empuje de lo novedoso. El directivo TI no puede pensar que es el ombligo del mundo y que su mundo tecnológico es armónico y perfecto. Le esperan auténticos morlacos como Big Data, SDN o Digital Business… y debe mirar al futuro de cara, si no quiere verse destronado y tener que abdicar en otros profesionales de generación Y. Sería una pena echar por la borda un pasado glorioso, por haberse quedado aferrados a la inoperancia.

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Rufino Contreras
Rufino Contreras

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