El sector tecnológico y digital sufre un problema de captación de talento generalizado, tanto en Europa como en España, y en particular, las cifras de participación de la mujer en el sector están bajando. Sólo el 15,6% de los trabajadores con perfil técnico del sector digital son mujeres. Esta es una de las conclusiones del informe Mujeres en la economía digital en España 2018, presentado hoy por la asociación DigitalES, patronal del sector tecnológico, y la consultora Quanticae, elegida por la Comisión Europea para realizar su informe Women in the digital age.
El informe Mujeres en la Economía Digital analiza la presencia y participación de la mujer en los estudios y ocupaciones tecnológicas y digitales en España. Según el informe, cada vez son menos los jóvenes que optan por carreras tecnológicas, y las competencias y habilidades de los profesionales no siempre son los que mejor se adecúan a las necesidades de la industria. Además de la escasez de talento joven interesado por las STEM, sólo el 3% de las mujeres tituladas en estudios superiores lo son en estudios considerados tecnológicos. Mientras que, del conjunto de titulados en estudios tecnológicos, solo el 14,6% son mujeres.
La brecha salarial en el sector TIC es de un 8,9%, frente al 14,2 del resto de sectores
Esto se traduce también en una menor presencia femenina en los empleos del sector. Un sector cuyos salarios son más de un 20% superiores a los del resto de sectores, y donde mujeres de características similares en puestos semejantes ganan un 3,1% más que en otros sectores. El informe revela además el dato de brecha salarial, que resulta sensiblemente menor en el sector tecnológico que en el resto de los sectores: un 8,9% frente a un 14,2% en el resto de los sectores.
Solo el 14,6% de los titulados en estudios tecnológicos son mujeres
Además, las mujeres en España sufren en mayor medida que los hombres la precariedad laboral: tienen tasas de paro más elevadas, ocupan el 74% de los trabajos a tiempo parcial y sufren más la temporalidad, ya que, entre otros, firman el 62% de los contratos fijos discontinuos. Según el estudio Mujeres en la Economía Digital 2018, esta situación pone a las mujeres en un riesgo mayor de sufrir las potenciales consecuencias negativas de la digitalización y robotización del trabajo. Atraer a las mujeres a los estudios tecnológicos y al sector digital es una forma de prevenir estas posibles consecuencias.
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Empleabilidad y participación
Las últimas estimaciones de la Comisión Europea indican que en el año 2020 habrá una demanda de 500.000 puestos de trabajo sin cubrir en la Unión Europea en el sector tecnológico, que a su vez se incluye en prácticamente todos los sectores. Así, el estudio indica que el 5,2% del total de hombres ocupados lo están en empleos relacionados con el sector tecnológico y digital, mientras en el caso de las mujeres este porcentaje se queda en un 2%.
Estos datos son coherentes con los últimos recogidos por el Informe sobre el progreso digital en Europa (EDPR) 2017, que sitúa a España en el puesto 14 de la UE. El EDPR refleja, además, áreas de mejora para nuestro país, particularmente en el capital humano y potencial para el crecimiento de la demanda de productos y servicios TIC, que es todavía inferior a la de otros países. Según la Comisión Europea, la participación de la mujer en el mercado de trabajo digital al mismo nivel que los hombres podría generar un incremento anual del PIB de9 millones de euros en la economía europea.
El salario medio del sector tecnológico es muy superior al de otros sectores: un 22,1% entre las mujeres, así las mujeres ganan un 3,1% más en el sector tecnológico que en otros sectores
Las mujeres españolas suponen una proporción de los graduados en estudios tecnológicos inferior a la media europea, sin embargo, los datos de participación en el sector (mercado laboral) son más altos (un 15,6% frente al 13% en Europa). Esto muestra que, aunque el “pool” de mujeres profesionales con conocimientos tecnológicos es comparativamente más bajo en nuestro país, estas mujeres trabajan comparativamente más en el sector de lo que lo hacen en otros países europeos.
Brecha salarial y techo de cristal
El sector tecnológico no es ajeno a esta tendencia y según el análisis de datos del estudio Mujeres en la Ecolonomía Digital 2018, la brecha salarial sin ajustar es de un 13,6% en el sector TIC2, y del 13,5% en el resto de los sectores (usando la Encuesta Cuatrienal de Estructura Salarial del INE, cuyos últimos micro datos disponibles son de 2014). Sin embargo, la brecha salarial manteniendo iguales los factores como la edad, el tipo de contrato y de jornada, el tipo de empresa, tamaño de empresa, región, antigüedad o el nivel de estudios, es decir, la brecha salarial ajustada, fue del 8,9% en el sector TIC y del 14,2% en el resto de los sectores.
Respecto de las diferencias salariales con otros sectores, cuando ajustamos por las características mencionadas, se aprecia que las mujeres en el sector TIC ganan un 3,1% más que las mujeres de características semejantes en puestos similares de otros sectores, algo que no sucede en el caso de los hombres.
Sin embargo, la importante diferencia entre brecha ajustada y sin ajustar en los salarios de las mujeres respecto de los hombres, indica también que las mujeres en el sector TIC tienden aún a ocupar puestos peor remunerados que los hombres, lo que nos lleva sin duda a pensar en el impacto que aún tiene en el sector el “techo de cristal”. Entre las principales razones de este techo de cristal en el sector el informe señala los estereotipos de género, que atribuyen cualidades innatas a cada de uno los géneros, algunas muy relevantes para el ascenso profesional. También habla este estudio del “síndrome de impostor” o de la “brecha de ambición”, como comportamientos de la personalidad que afectan especialmente a las mujeres.