¿Cómo superarán las organizaciones esta maldita pandemia y cuántas empresas realmente saldrán adelante al final? La pregunta está en la mente de todos. La respuesta no es sencilla, en un entorno en el que las empresas deben seguir explotando su negocio, pero también deben poder adaptarse rápidamente a este nuevo mundo de pandemias, nuevas tecnologías, modelos comerciales innovadores y cualquier otra cosa impredecible que les depare el mañana.
La necesidad de transformación para poder sobrevivir en el largo plazo era ya evidente para cualquier organización: no hay más que mirar atrás y ver que el 90% de las empresas Fortune500 en 1955 han desaparecido, por motivos muy diversos, pero con el factor común del fracaso en su innovación. Pero la Covid-19 ha dejado patente que esta transformación no se había desarrollado al ritmo necesario: según varios estudios, entre un 60% y un 75% de las organizaciones no estaban preparadas para el teletrabajo en marzo de este año. Si algo bueno dejará esta pandemia, es la concienciación definitiva de todas las empresas de que, no solo es necesario transformarse, sino que es urgente.
Entregando valor al cliente: 5 claves para la transformación
En 2020 la Covid-19 ha sido implacable, obligando a las empresas a adoptar con urgencia nuevos modelos comerciales y medidas inmediatas para mostrar a sus clientes que podían seguir aportándoles valor. Pero buscar y adoptar soluciones mientras se nos viene encima una pandemia mundial no es lo ideal. Para mitigar estos factores de estrés en el futuro, es necesario planificar y poner en práctica cuanto antes estrategias de transformación digital que permitan a las organizaciones, en situaciones de crisis u oportunidades de mercado imprevistas, adaptarse de forma mucho más rápida, manteniendo la continuidad del negocio y el servicio a sus clientes.
Esta transformación ha de apoyarse en 5 pilares fundamentales:
Es necesario planificar estrategias de transformación digital que permitan a las organizaciones, en situaciones de crisis, adaptarse de forma mucho más rápida
1. Transformación liderada por el negocio: Son las necesidades de la empresa, con los clientes siempre en mente, las que deben impulsar la transformación. Por muy ‘cool’ o innovadora que sea una tecnología, esta debe adaptarse al negocio, y no al revés. La innovación debe aplicarse en los modelos de negocio y luego ser soportada por la tecnología, no debe innovarse en la tecnología per se. El mejor enfoque es unir las tecnologías existentes y emergentes, balanceando entre ambas para aumentar la flexibilidad, simplificar los procesos y, en última instancia, ahorrar dinero.
2. Acelerar la entrega de aplicaciones: Un enfoque de DevOps empresarial permite el nivel de respuesta a las demandas de los clientes a la velocidad necesaria en el mercado actual. Además, involucra a las partes interesadas de toda la empresa, no solo TI, para garantizar que los cambios sean fluidos, satisfagan las necesidades de todos y se adopten en toda la organización.
3. Asegurar lo que más importa: La seguridad es un principio fundamental para la transformación digital, debe estar en el centro de cada discusión y no ser una ocurrencia tardía. Es imprescindible asegurar los datos, identidades, aplicaciones y propiedad intelectual tanto de la empresa como de sus clientes, socios y empleados, algo especialmente delicado en un proceso de transformación.
4. Analizar a tiempo para actuar: Un plan de transformación debe incluir la capacidad de extraer toda la información posible de los ‘data lakes’ para identificar nuevos modelos y oportunidades de negocio, así como el uso de análisis predictivo, con inteligencia artificial y aprendizaje automático, para identificar y explotar, tanto patrones de innovación, como oportunidades de aumento de eficiencia mediante la automatización de procesos manuales, lo que aumenta la velocidad y reduce riesgo y coste.
5. Simplificar la transformación: Cuanto más se simplifica una transformación de TI, más probabilidades hay de que la organización continúe funcionando y proporcionando valor a los clientes cuando suceda algo inesperado. Reducir redundancia y fricción entre herramientas, aumentar la calidad y la velocidad de entrega, brindar servicios conectados: todos estos son principios de una experiencia de TI más simple.
Todo lo vivido alrededor de la Covid-19, y la velocidad a la que nos superó a empresas e individuos, y cambió la forma en que hacemos negocios, nos ha demostrado que la transformación debe comenzar ahora. Es imperativo poner en marcha los componentes básicos de innovación para poder seguir aportando a los clientes el valor que inevitablemente demandarán, incluso cuando se presente el próximo gran imprevisto.