En los últimos años se ha producido la rápida emergencia del modelo de provisión de servicios TI ‘cloud computing’ que, si bien es evidente que ha llegado para quedarse, todavía despierta confusión y recelos entre las potenciales organizaciones usuarias. Clarificar el concepto, profundizar en su significado y compartir experiencias fueron los objetivos del encuentro organizado por la red de networking profesional CIOnet que, bajo el lema ‘Trabajando en la nube’, reunió en Madrid a CIOs de empresas de la talla de Repsol, Ferrovial y BBVA, instituciones como el Ejercito del Aire, el Ministerio de Economía y Hacienda o la Uned, y proveedores e integradores TIC, entre otros, dejando constancia del alto interés y las también muchas dudas que rodean a un modelo del que los pioneros ya están sacando partido. El encuentro tuvo como punto de partida la intervención del program manager de IDC Iberia, Alberto Belleé, que se esforzó por definir un modelo que “tecnológicamente no es del todo nuevo y, sin embargo, supone un cambio fundamental en la forma de entregar la tecnología”. De acuerdo con Bellée, el avance del cloud computing ha estado determinado por una serie de factores, entre los que destacan dos: “la red ha evolucionado y se han reducido sus limitaciones” y, por otro lado, “el avance de la virtualización, que ha dado nacimiento a una nueva capa de abstracción clave para el avance del modelo cloud”. En este escenario, las características diferenciales del cloud computing son el hecho de “ser estándar y autoservicio, implicar un escalado estático y una provisión dinámica y granular, y ofrecer un acceso ubicuo”. Estas características son intrínsecas al cloud computing con independencia de su modo de despliegue -público, privado o híbrido- y se encuentran en todos los escenarios cloud, ya se trate de proveer infraestructura (IaaS), plataformas (PaaS) o aplicaciones (SaaS), a día de hoy, los tres grandes sabores de cloud. Pero lo que, desde el punto de vista de Belleé, resulta indudable es que “el cloud computing ha llegado en un momento de gran oportunidad dado el actual recorte de los presupuestos” y así parecen entenderlo cada vez más organizaciones. De hecho y según los datos que maneja IDC, “España es uno de los países donde más rápidamente se ha implantado el cloud computing”. A la intervención del analista de IDC, siguieron las de los portavoces de Oracle, BMC e IBM, tres empresas que mantienen una clara apuesta por el modelo cloud computing. En este sentido, el director servicios de Soluciones de Tecnología para Europa del Sur de Oracle, Pau Contreras, puso el acento en los aspectos diferenciales del cloud computing: “la manera de acceder a los servicios es bajo demanda y en modo autoservicio, se trata de un servicio medible y el acceso se realiza a través de redes que pueden ser públicas o privadas”. Asimismo, Contreras puso sobre la mesa los aspectos diferenciales de los modelos público y privado del cloud computing. “Mientras que en el modelo público existen unos costes muy bajos basados en el uso, en los modelos privados las inversiones en infraestructura siguen existiendo”. Desde este punto de vista y como subrayó Contreras, “el cloud público plantea unos beneficios muy importantes para las pequeñas empresas, lo cual no siempre es así para las grandes compañías que ya han realizado inversiones en TIC”. En ese contexto, Oracle, que soporta ambos modelos, ha definido varias líneas estrategias en su aproximación a cloud: “ofrecer a los clientes plataformas como servicio privado, darles la posibilidad de utilizar la tecnología de Oracle en clouds públicos como Amazon, y facilitar nuestras aplicaciones tanto en modelo SaaS como, por supuesto, de forma interna”. Por su parte y a partir de la definición de cloud computing como “un modelo de computación que permite el acceso bajo demanda a través de la red a un conjunto configurable de recursos de computación”, el director comercial de BMC, Raúl Álvarez, abundó en la importante transformación que supone el cloud computing y repasó los principales retos que implica su adopción, a saber: “la seguridad y la gestión, la conformidad, el gobierno de los datos y la monitorización”. BMC se posiciona en este escenario como un proveedor de soluciones expertas para la gestión de estos entornos y, de hecho, entre las referencias de su tecnología de orquestación se cuentan abanderados del cloud computing, como Amazon. Por otro lado y más allá de las implicaciones tecnológicas, de acuerdo con el director de la división de Consultoría de Estrategia TI de IBM, Moisés Navarro, ante la confusión que todavía hoy rodea al cloud computing se hace necesaria una aproximación en clave de negocio. En ese sentido y destacando las principales aportaciones del cloud computing -en su opinión, eficiencia y flexibilidad-, Navarro insistió en la necesidad de entender el cloud computing como una alternativa más ya que “no todas las cargas de trabajo se moverán a entornos cloud” y, sobre todo, en la importancia de contar con un socio de confianza a la hora de abordar esta transformación sin comprometer aspectos tan críticos como, por ejemplo, la confidencialidad de los datos. Navarro habla con conocimiento de causa considerando que IBM cuenta con 20 centros y más de 100 proyectos de cloud computing. De hecho, la compañía ha aplicado este modelo internamente en ámbitos tan estratégicos como el BI. “En IBM tenemos alrededor de 200.000 usuarios internos que hacen uso de una solución de BI basada en Cognos 8 en un entorno Linux/System z bajo el modelo cloud-computing y estimamos que la iniciativa supondrá un ahorro de 20 millones de dólares en cinco años”. Por otro lado, IBM cuenta con otras referencias externas de clientes como Panasonic, que suma alrededor de 300.000 usuarios de un cloud de colaboración basado en LotusLive, o una entidad financiera que ha apostado por el modelo cloud computing para su plataforma de desarrollo y pruebas de aplicaciones.
La seguridad y la confidencialidad se perfilan como dos de los aspectos que despiertan más recelos en las organizaciones a la hora de adoptar el modelo de cloud computing. Sin embargo, la falta de seguridad de este tipo de entornos es uno de los mitos que, según Navarro, es necesario desmontar. “La seguridad es importante en cualquier caso y ante los recelos en cuanto a la confidencialidad la respuesta se encuentra en una relación transparente y de confianza con el proveedor; lo verdaderamente importante es el marco contractual y el marco regulatorio”, afirmó Navarro.
A este respecto y en opinión del director servicios de Soluciones de Tecnología para Europa del Sur de Oracle, Pau Contreras, es ciertamente necesaria una clarificación ya que “hay regulaciones que afectan a la Unión Europea (UE) y es suficiente con que el CPD esté en territorio de la UE, pero en otros casos no es así, de modo que es fundamental delimitar los aspectos relativos a la seguridad al igual que también resulta clave el concepto de calidad de servicio”.
El consejo a este respecto de Álvarez, pasa por “pensar muy mucho el modelo a aplicar, realizar un análisis previo muy detallado y, sobre todo, tomar una decisión basada en las verdaderas necesidades del negocio”.
“Los científicos ya no están limitados”
Lilly ha comprendido que tenía que subir al tren cloud. La multinacional farmacéutica fundada en 1876 y mundialmente conocida por haber patentado el famoso Prozac es consciente de que el modelo cloud computing resulta clave para mantener una competitividad que en buena medida depende de la excelencia de sus actividades de I+D. No es extraño, por tanto, que su aplicación del modelo cloud haya empezado por este área que, como indica el responsable de Arquitectura e Innovación TI para Europa de Lilly, Joaquín Rincón, “tiene una serie de necesidades fuera de lo corriente”. Fuera de lo corriente son también los resultados conseguidos por Lilly haciendo uso de los servicios cloud de Amazon. Y es que la media de 7,5 semanas que Lilly venía necesitando para provisionar un servidor se reduce en el cloud a cinco minutos, el mismo tiempo que necesita para poner a disposición de sus investigadores un cluster Linux de 64 nodos, tarea que antes exigía 12 semanas, o para implementar una VPN, que requería ocho semanas. Y todo ello a un coste significativamente inferior al de un modelo tradicional: “32 servidores son 72 dólares al día y los precios bajan continuamente, sin olvidar que aparecerán modelos tipo tarifa plana: compute todo lo que quiera por 30 euros hasta fin de mes”. Ante estos datos, no sorprende que en el último trimestre de 2009 Lilly haya migrado al entorno cloud una decena de aplicaciones HPC en ámbitos como la proteómica, la farmacogenómica o la química computacional, y que también esté haciendo uso del modelo en la compartición de algoritmos y entornos como SAP sandbox o SugarCRM. Hasta el momento, Lilly ha apostado por la alternativa IaaS, pero tiene claro que su avance pasa por PaaS y Saas. “Hemos tenido muy buenos resultados en IaaS y queremos seguir avanzando”. Además, Lilly, que tiene su base en Indianápolis, plantas de producción en 13 países y centros de I+D en ocho países -incluyendo en ambos casos a España- aprecia en el modelo cloud un aliado para pasar de ser una organización que cubre el ciclo completo de vida de los productos a constituirse en una red integrada por partners. “Con los modelos tradicionales no podemos dar el servicio que se espera de TI y cloud puede resolver una serie de problemáticas asociadas a objetivos como la reducción de costes, la compartición o el cumplimiento de los requerimientos regulatorios”, señala Rincón. Lilly tiene claro que “la nube ha de ser la plataforma por defecto para entornos de desarrollo y testing”, pero su visión a futuro se concreta en lo que Rincón denomina la Vending Machine Computing (VMC), un objetivo que supone un reto a diferentes niveles pero que, en contrapartida, constituye su garantía de supervivencia.