Todos los estudios apuntan que el mercado del outsourcing IT no hará más que crecer en España. Tras la irrupción del Covid y la imposición del teletrabajo, los procesos de transformación digital de las empresas tomaron todavía más relevancia para las organizaciones. Como consecuencia, los departamentos de sistemas tuvieron que hacer frente a nuevos retos que requerían de apoyo externo para implementar de forma ágil nuevas herramientas y optimizar el uso de los recursos, convirtiendo a los servicios de outsourcing en un aliado fundamental. Esta tendencia ha llegado para quedarse. Tal y como apunta el último estudio ‘Outsourcing de Servicios IT: España 2021’ elaborado por Quint, el gasto de las 200 mayores compañías de nuestro país líderes en IT alcanzará la nada desdeñable cifra de 36.720 millones de euros este año.
Sin embargo, y a pesar de la positividad de las cifras, esta tendencia supone un enorme y difícil reto para el sector IT ya que debemos ser capaces de alinear la creciente demanda de perfiles técnicos por parte de las grandes y medianas empresas, con la escasez en la oferta de profesionales que, conocedores de la situación, imponen unas ciertas reglas del juego.
La primera, el teletrabajo al 100%. Antes de la pandemia, los perfiles técnicos como programadores, expertos en calidad del software o arquitectos web ya estaban habituados a trabajar parte de su tiempo en remoto. Pero la pandemia ha acentuado esta tendencia, provocando que muchos profesionales se planteen alejarse de las ciudades y, por tanto, de los centros de trabajo, y que valoren más los beneficios que aporta el hecho de trabajar desde casa: ahorro del tiempo de desplazamiento, mejor conciliación familiar, etc. Si a esto unimos que, en la mayoría de los casos, para realizar nuestro trabajo solo necesitamos un portátil y una buena conexión a la red, el resultado es que los puestos presenciales en nuestro sector no están precisamente en auge.
Por otro lado, las empresas extranjeras han visto en el teletrabajo una forma de poder captar talento IT en nuestro país, convirtiéndose en una fuerte competencia para las empresas nacionales que no gozan de las mismas tablas salariales. Y es que, de media, se estima que las empresas extranjeras pueden ofrecer sueldos 1,5 veces superior. Esta nueva competencia entra en conflicto con aquellas multinacionales extranjeras que apostaron por España para implantar sus centros de desarrollo. En ese momento, el buen nivel técnico y los costes contenidos eran los motivos que justificaban su deslocalización, pero ahora que estos costes se acercan cada vez más a los de sus países de origen, habrá que valorar su posible impacto. El tiempo lo dirá, pero el mercado deberá encontrar ese equilibrio. En consecuencia, han crecido las expectativas salariales de dichos perfiles profesionales desalineando, todavía más, lo que las empresas españolas están dispuestas a pagar con las cifras que este perfil de candidatos exige.
La pandemia ha acelerado los cambios en las reglas del juego para los procesos de Outsourcing IT y, en la actualidad, las consultoras nos encontramos ante un panorama anormal en otros mercados: Abunda la demanda de profesionales y escasea la oferta. El paso del tiempo colocará muchas cosas en su sitio; sin embargo, hay variables como la competencia extranjera o el incremento de costes salariales. La tan manida frase de que una crisis es una oportunidad tiene, en nuestro caso, especial importancia. Es el momento de replantearnos las estrategias de un negocio delicado, que gestiona personas de alto valor y que corre un alto riesgo de morir de éxito.
Con todo, la gran noticia es que, mediante una apuesta decidida y sostenida en el tiempo por la formación de este tipo de perfiles técnicos, España tiene una gran oportunidad de convertirse en un polo de atracción para el desarrollo tecnológico en Europa y ser algo más que un destino turístico.