La sociedad se ha transformado drásticamente en los últimos meses. Antes, la innovación en las empresas determinaba la oferta tecnológica y esta llegaba a los colectivos interesados. Ahora, el orden se ha invertido. La transformación de la sociedad se ha impuesto y nos ha obligado a repensar la forma en la que nos relacionamos con nuestros clientes.
En cierto modo, esto es consecuencia de la transformación digital. Si antes este proceso estaba desarrollándose de modo sostenido y asumible por las empresas a través de planes de digitalización a tres, cuatro o cinco años, ahora, estos cinco años se han condensado en pocos meses.
Las empresas que ya habían comenzado su transformación han demostrado más sostenibilidad y tolerancia al riesgo, continuando sus operativas y adoptando, por ejemplo, el trabajo remoto de forma ágil y flexible. Incluso pequeños comercios ofrecen ahora servicios online cuando hace poco esto era impensable. Pero otras compañías han encontrado más dificultades al abordar estos procesos.
Este cambio no es fácil. Sin embargo, tenemos herramientas para apoyar a nuestros clientes a afrontar esta transformación tan necesaria cuanto antes, como los Fondos Europeos (el Mecanismo de Reconstrucción tiene la mayor partida de los 750.000 millones de euros de Next Generation). La mitad de los fondos se destinará a modernización, innovación, digitalización y a la resiliencia de la economía.
La sociedad exige y nosotros debemos responder. Pero es importante que las empresas y, sobre todo, las tecnológicas, transmitan que la digitalización debe ir acompañada de simplicidad. No hay que hablar de tecnologías complejas, sino de soluciones a problemas reales.
La transformación de la sociedad se ha impuesto y nos ha obligado a repensar la forma en la que nos relacionamos con nuestros clientes
Como directivo de una multinacional tecnológica, algunas de las preguntas que más recibo son: “¿qué tecnología destacarías?” o “¿cuáles van a ser las tecnologías del futuro?”.
Podría mencionar las nuevas arquitecturas o el desarrollo de la ciencia de datos. También podría hablar de cómo un gobierno real de los datos permite explotar todo el potencial de información y mejorar la eficiencia y el time to market, y señalar el desarrollo de la Industria 4.0 o tecnologías como blockchain, cloud, IA o IoT. Pero la simplicidad digital es traer a tierra la digitalización, facilitar los procesos al instaurarla por defecto y establecerla como un aspecto base de nuestra cultura. Para ello, no debemos hablar de tecnologías concretas, sino de cómo ayudan a solucionar necesidades reales. De otro modo, corremos el riesgo de confundir el medio (la tecnología) con el fin, que no es digitalizarse, sino responder a nuevos requisitos.
Soluciones tecnológicas
Bajo esta mentalidad de simplicidad y practicidad digital es más efectivo transmitir cómo la digitalización afecta positivamente. Frente a los retos de la pandemia, la CE organizó la ‘Hackaton #EUvsVirus’. La solución ganadora, ‘Holocare Covid-19’ combina varias tecnologías, como realidad virtual, aumentada y visualización de datos, y permite realizar simulaciones de operaciones mayores para que los médicos se anticipen a las cirugías sin tener que entrar en contacto con maquinaria y pacientes de riesgo.
Un caso más cercano es el desarrollo de ‘Aforum’ por parte de un equipo de Valencia de Sopra Steria. Como director de Sopra Steria en Levante, me siento especialmente orgulloso del equipo responsable de la solución. La aplicación permite reconocer la densidad de población en espacios públicos y privados por medio de cámaras de seguridad y de modo totalmente anónimo. Así era más fácil cumplir con las normas de la OMS y los gobiernos estatales, autonómicos y locales. Esta herramienta es un claro ejemplo de cómo se puede simplificar la información con herramientas existentes, como cámaras de seguridad.
Las empresas y los proveedores de servicios de tecnología tenemos la misión de transmitir este mensaje y centrarnos en lo que importa, que es ofrecer soluciones que permitan responder a las nuevas demandas ante la aceleración digital.
