Metaverso es un nombre en boga que surgió de la literatura de fantasía y ha terminado convirtiéndose en el concepto aceptado por todo el mundo para denominar un entorno virtual tridimensional generado por ordenador, a través del cual las personas pueden interactuar entre sí y con los diferentes objetos virtuales que habitan en él. Consiste en un espacio virtual 3D que genera una experiencia social y colaborativa, donde los usuarios pueden participar a través de dispositivos digitales como pueden ser las gafas de realidad virtual.
Los videojuegos y las plataformas de realidad virtual son los antecedentes del metaverso, que tomó fuerza cuando Mark Zuckerberg renombró su red Facebook por Meta y prácticamente todo el sector tecnológico y otros sectores se volcaron en generar su propio universo digital. Como seña distintiva, su misión es proporcionar una experiencia inmersiva y más intensamente participativa que los espacios virtuales precedentes, convirtiéndose un rico ecosistema para la economía digital.
Por lo tanto la definición de metaverso es que es un concepto que representa un universo virtual persistente y expansivo, donde múltiples mundos digitales y entornos virtuales se interconectan para formar un espacio compartido y continuo. En este espacio, los usuarios pueden explorar, interactuar y crear contenido, a menudo representados por avatares digitales. El metaverso abarca una variedad de plataformas y tecnologías, incluyendo realidad virtual, realidad aumentada y mundos virtuales en línea. Su objetivo es proporcionar una experiencia inmersiva y social, donde las personas pueden trabajar, jugar, aprender y socializar de maneras que a menudo imitan o complementan la vida en el mundo real. El desarrollo del metaverso es un campo en constante evolución que involucra a empresas de tecnología, desarrolladores y comunidades en línea que trabajan para hacer realidad esta visión de un mundo digital compartido y expansivo.
Historia, cómo nace. Metaverso y Neal Stephenson
Como se ha apuntado, la palabra metaverso hunde sus raíces en la literatura de ciencia ficción. El primer antecedente lo encontramos en la novela ‘Neuromancer’, del escritor norteamericano William Gibson, conocido como el padre del cyberpunk, que dio a la luz el concepto ‘ciberespacio’ en 1984. Ocho años después, Neal Stephenson, popularizó el metaverso en su best-seller, ya entre los clásicos, ‘Snow Crash’, Es una novela distópica que combina elementos de ciencia ficción, realidad virtual y cultura hacker. Este autor, que a veces firma bajo el seudónimo Stephen Bury, tiene en los ordenadores su fuente de inspiración y ha tratado temas como la nanotecnología o la criptología, como experto titulado en Física y Química.
Pero ha sido el entorno del videojuego el que mayor impulso ha dado al metaverso, con unos experimentos iniciáticos como ‘Second Life’ o ‘World of Wartcraft’, ejemplos de socialización y comercialización con un tono lúdico. Aquí es inevitable mencionar Roblox, fundada en 2006, la mayor red de contenido que generan los propios usuarios. Cuenta con una moneda propia (Robux) que hay que reunir (mediante pago con tarjeta o servicios de pago tipo PayPal)
En la actualidad, empresas como la ya citada Meta Platforms, Microsoft o Epic Games se encuentran en plena fase de exploración y desarrollo de su propia visión de entornos virtuales donde compartir ocio, trabajo y hacer negocio.
¿Cuál es el objetivo del metaverso?
El metaverso es un espacio virtual que va más allá de la web, un mundo digital hecho a medida para poder interactuar, explorar y participar en actividades de forma inmersiva.
Entre sus objetivos se encuentran la ‘conexión emocional’, el metaverso recrea la sensación de presencia y proximidad ‘casi real’ lo que sirve de base para la socialización de las personas y la formación de comunidades en línea que comparten intereses.
Para el workplace también supone un paso adelante, al ofrecer un entorno virtual por el que colaborar en proyectos, trabajar en equipo y compartir conocimientos de una forma más innovadora. La faceta cultural también se ve enriquecida con experiencias virtuales como conciertos virtuales, exhibiciones artísticas o cualquier tipo de evento relacionado con el ocio y los juegos.
Pero, sobre todo, y quizá este sea su principal motor de futuro, es su capacidad para permitir transacciones de negocio y dar una vuelta de tuerca al comercio electrónico, con la compra y venta de productos y servicios digitales. Aquí entra en juego el concepto de los NFT (Non Fungible Tokens), activos digitales sellados como originales que han cobrado gran relevancia en el mercado de valores virtuales.
¿Qué puede ofrecernos el metaverso como individuos y como empresas?
El metaverso tiene el potencial de ofrecer una amplia gama de beneficios tanto para individuos como para empresas.
Para los individuos
Representa un espacio donde pueden interactuar, socializar y trabajar en línea de manera más inmersiva y cercana a la vida real. Esto significa la posibilidad de conectarse con amigos y familiares en todo el mundo, participar en experiencias de entretenimiento inmersivas, acceder a oportunidades educativas y de formación en línea avanzadas, y explorar nuevos mundos virtuales. También permite una mayor personalización y expresión a través de avatares digitales, lo que brinda a las personas la libertad de ser quienes desean ser en el mundo digital.
Para las empresas
El metaverso ofrece oportunidades significativas en términos de colaboración global, comercio electrónico, marketing y presencia en línea. Las empresas pueden utilizar el metaverso para conectar con clientes de una manera más inmersiva, organizar eventos y ferias comerciales virtuales, colaborar en proyectos internacionales de manera eficiente y crear experiencias de marca únicas. Además, el metaverso puede ser un entorno propicio para la innovación y la creatividad, lo que permite a las empresas desarrollar nuevos productos y servicios de manera más ágil y experimentar con enfoques de negocio innovadores. En resumen, el metaverso tiene el potencial de transformar la forma en que vivimos, trabajamos y hacemos negocios, ofreciendo oportunidades de conexión, crecimiento y prosperidad en un entorno digital en constante expansión.
Monetización del metaverso
La monetización de contenido en el metaverso es un elemento clave en el desarrollo sostenible de estos mundos virtuales. Las oportunidades son diversas y van desde la venta de bienes y servicios virtuales hasta la creación de experiencias exclusivas y la participación en economías virtuales. Las criptomonedas y los tokens no fungibles (NFTs) desempeñan un papel fundamental al permitir la propiedad y el comercio de activos digitales únicos. Además, los creadores de contenido pueden obtener ingresos a través de publicidad, patrocinios, suscripciones y eventos en línea. Sin embargo, la monetización en el metaverso también plantea desafíos, como la regulación y la gestión de la propiedad intelectual, que deben abordarse para garantizar un ecosistema justo y sostenible para los creadores y los usuarios.
Tecnologías que impulsan el metaverso
El metaverso se encuentra en constante evolución gracias a un conjunto de tecnologías emergentes que impulsan su desarrollo. La realidad virtual (RV), la realidad aumentada (RA) y la inteligencia artificial (IA) se erigen como las piedras angulares de este nuevo mundo digital. La RV sumerge a los usuarios en entornos completamente virtuales, mientras que la RA combina elementos virtuales con el mundo real. Ambas tecnologías ofrecen experiencias inmersivas que permiten la interacción y la colaboración en un espacio tridimensional. La IA, por su parte, desempeña un papel fundamental al proporcionar la capacidad de crear y gestionar mundos virtuales, así como al personalizar la experiencia de usuario, lo que contribuye a hacer que el metaverso sea más dinámico y relevante para cada individuo. Estas tecnologías en constante avance están allanando el camino hacia un metaverso cada vez más realista y accesible.
Diferencias entre el metaverso y la realidad virtual
Es frecuente identificar metaverso con realidad virtual, pero no son necesariamente la misma cosa, como destacan los expertos, pues existen algunas diferencias esenciales.
La realidad virtual (RV) tiene un enfoque personal individualizado, el usuario se sumerge en un entorno virtual que puede simular el mundo real o puede ser imaginario a través de dispositivos de realidad virtual. En el metaverso, la inmersión se hace en un entorno compartido donde cohabitan múltiples usuarios y abundan los activos digitales de todo tipo. La RV es menos escalable y constante, los entornos virtuales pueden desaparecer cuando se cierra la sesión. Por el contrario, el metaverso puede ser compartido a gran escala y es de larga duración.
Mientras que la RV se centra en aplicaciones de entretenimiento (juegos, deportes, cine, etc.), el metaverso abarca áreas de socialización como comercio electrónico o educación en línea. Por lo tanto, la primera funciona a través de dispositivos de entrada como controladores de movimiento o mandos. Para el metaverso se necesita un caso o gafas de realidad virtual, como las Oculus Quest, desarrolladas por Meta.
El metaverso es un espacio virtual que va más allá de la web, un mundo digital hecho a medida para poder interactuar, explorar y participar en actividades de forma inmersiva
¿Cuáles son los metaversos que existen actualmente?
No existe un metaverso único y global, sino una gran variedad de espacios virtuales que van desde bancos, firmas de ropa, operadoras, retailers, etc., De algunos ejemplos de avanzados que pueden dar pistas de cómo serán los metaversos futuros hablamos a continuación.
Quizá el más conocido, Roblox, es una plataforma on line que permite a los usuarios crear sus propios juegos y experiencias virtuales que cuenta con unos 200 millones de usuarios en todo el mundo.
En fama, le sigue VRChat, un entorno virtual en el que los suscriptores pueden crear avatares personalizados, que se socializan y se desenvuelven por distintos escenarios. Incluye la interacción en tiempo real mediante voz o chat.
No hay que olvidar Decetraland. una plataforma basada en blockchain que posiblita crear y monetizar contenido virtual en 3D, mediante construcciones y experiencias interactivas.
También de alcance universal, Minecraft es el juego de construcción más popular, que ha progresado hacia un entorno en el que los jugadores pueden crear y compartir mundos virtuales, interactuar con otros jugadores y participar en actividades sociales. Se calcula que tiene unos 130 millones de usuarios activos.
Menos conocidos, pero no menos relevantes son Somnium Space (compra y venta de contenido) y High Fidelity (sus usuarios pueden crear avatares, explorar entornos y participar en eventos sociales).
En el ámbito profesional TIC cabe citar la plataforma Intraverse de Inetum, una solución en un protocolo abierto que permite la creación de mundos digitales virtuales con infinitos usos. Inetum proporcionará así a las empresas y organizaciones una solución concreta para construir experiencias inmersivas, sea cual sea el dispositivo final utilizado (gafas de realidad virtual, ordenador, tableta, etc.).
Fujitsu es otra empresa que se ha lanzado a la arena virtual, con un metaverso de cocreación (Fujitsu CX Lab) que ofrece experiencias virtuales dentro de una ciudad cibernética. El concepto de CX Lab complementa el programa de cocreación global de Fujitsu con experiencias de cliente (CX) cortas, consumibles y tangibles, diseñadas para ayudar a resolver cuatro retos tecnológicos: Nube híbrida, Lugar de trabajo del futuro, optimización de SAP y transformación impulsada por los datos.
¿Cuándo estará desplegado completamente el metaverso?
Nadie puede avanzar una fecha específica para el despliegue integral del metaverso. Se espera que este concepto continúe evolucionando en paralelo con el avance de las tecnologías, pero también hay que resolver retos de estandarización e interoperabilidad. Para su óptimo desarrollo tiene que darse la tormenta perfecta que aúne innovación tecnológica, infraestructura, estándares, seguridad, cooperación entre el ecosistema de agentes implicados y adopción mayoritaria por parte de la población.
En cuanto a tecnología, será preciso un desarrollo conjunto y notable de dispositivos de realidad virtual, realidad aumentada, IA, redes de alta velocidad y grandes capacidades de proceso para ofrecer una experiencia totalmente fluida. Serán necesarios estándares y protocolos para propiciar la compatibilidad entre las diversas plataformas y dispositivos de acceso. Otros dos aspectos clave son la seguridad y la privacidad, y como es lógico, una aceptación social de modo que los ciudadanos asuman los beneficios y riesgos que conlleva el metaverso.
Futuro del metaverso e impacto de la IA en su desarrollo
La irrupción de la inteligencia artificial y su combinación con las diferentes realidades virtuales permitirá llevar al metaverso a un nuevo escalón. Con la IA mejora notoriamente la inmersión con interacciones más realistas y generar personajes NPC (Non Playable Character) más inteligentes y eficaces.
De la misma forma, las interacciones con la inteligencia artificial son más inteligentes y contextuales. La capacidad de la IA para analizar grandes cantidades de datos tendrá como resultado experiencias más personalizadas y con un contenido más relevante para el usuario.
Algoritmos de IA generativa ayudarán a los desarrolladores a la creación de contenido automatizado, de forma que se podrán generar entornos virtuales muy rápidamente. La IA también ayudará a monitorizar los eventuales comportamientos inapropiados o de discurso del odio propiciando un ambiente acogedor y seguro para los ‘transeuntes’.
Impacto del metaverso en educación y economía
Las estimaciones del mercado de metaverso apuntan un volumen actual de 50.000 millones de euros con un crecimiento anual del 40% hasta 2030, con el acicate de los NFT y las criptomonedas. De hecho, el metaverso ya es un lugar de transacciones millonarias en el Real State o mercado de los bienes raíces, y se ha convertido en un atractivo especial para el sector financiero.
También se suman a la fiesta el marketing y la publicidad, cada vez hay más empresas que reservan espacios virtuales para difundir sus actividades y negocios. En cinco años, el 70% de las grandes marcas estará en el metaverso y una de cada dos actividades diarias se podrán hacer de forma virtual.
Evidentemente, el metaverso contribuirá a una nueva economía al verse impulsado el comercio virtual, creando nuevas oportunidades económicas. Las empresas pueden usar este ecosistema para reforzar su marca mediante experiencias inmersivas, con promociones interactivas y presentaciones de productos para llegar a una audiencia más amplia.El metaverso educativo es una materia que puede ver ampliados sus horizontes con el establecimiento del nuevo mundo virtual. El metaverso educativo es un entorno virtual tridimensional que se utiliza con fines de enseñanza y aprendizaje. Ofrece experiencias educativas interactivas y colaborativas, donde los estudiantes pueden explorar, interactuar y aprender en un entorno digital inmersivo.
Ofrece a los alumnos experiencias educativas de aprendizaje inmersivas, facilitando un aprendizaje casi empírico y contextualizado, lo que mejora la comprensión y la retención de conocimientos.
Otro aspecto beneficioso es que rompe las barreras geográficas y socioeconómicas de acceso a las clases, seminarios o conferencias en cualquier parte del planeta dando como resultado una educación global sin limitaciones.
La colaboración entre profesor y alumno (y entre los propios alumnos) ser verá mejorada de forma que será muy sencillo compartir ideas y generar aprendizaje colaborativo en tiempo real.
Desafíos éticos del metaverso
Todo lo nuevo lleva consigo condiciones de carácter ético, cada ángel acarrea un diablo por lo que respecta a cuestiones éticas. Hay que superar varios desafíos éticos para llegar a construir un metaverso seguro, respetuoso y responsable.
Este nuevo mundo implica recopilar y procesar grandes volúmenes de datos personales y resulta crucial definir mecanismos de seguridad férreos para proteger la privacidad de los usuarios y evitar cualquier uso indebido de esta información.
Y como herramienta universal, el metaverso tiene que ser accesible para todo el mundo, sin condicionamientos de origen socioeconómico, habilidades digitales o procedencia geográfica. Hay que evitar por todos los medios que se convierta en un club exclusivo de una élite privilegiada y garantizar que se imponga el principio de equidad y accesibilidad.
Especialmente peliagudo es el tema de las identidades, ya que cada individuo puede crear su avatar personal, una identidad digital que puede ser suplantada con cierta facilidad. Además de la autenticidad, otras cuestiones éticas que se ponen sobre la mesa son la representación adecuada de los grupos marginados y el respeto por las minorías.
Asimismo, habrá que establecer unas políticas bien definidas que poner coto a cualquier tipo de deepfake, discurso del odio y difusión de contenidos malintencionados. En último término, el impacto ambiental debe ser mitigado en lo posible reduciendo el consumo excesivo de energía y proceso informático
¿Puede perjudicar la salud mental de los usuarios?
Si bien el metaverso puede ofrecer oportunidades para la conexión social, la creatividad y la expansión de experiencias virtuales, también plantea desafíos significativos en términos de bienestar psicológico. La inmersión continua en entornos digitales puede contribuir a la desconexión de la realidad física, la adicción a la tecnología y la sensación de soledad en el mundo real. Además, la representación de avatares y la presión por mantener una imagen idealizada en línea pueden desencadenar problemas de autoestima y ansiedad. Es fundamental abordar estos problemas mediante la educación sobre el uso saludable de la tecnología, el apoyo psicológico adecuado y la promoción de un equilibrio entre la vida virtual y la vida real para garantizar que el metaverso beneficie la salud mental en lugar de perjudicarla.
Impacto ambiental del metaverso
El impacto ambiental del metaverso radica en su consumo significativo de energía para alimentar servidores y centros de datos, lo que puede contribuir a las emisiones de carbono si no se utiliza energía renovable. Además, la producción y el desecho de hardware de realidad virtual y dispositivos de alto rendimiento pueden generar residuos electrónicos y agotar recursos naturales. A medida que el metaverso continúa creciendo, es esencial considerar estrategias para mitigar su huella ambiental, como la adopción de fuentes de energía limpias y la implementación de prácticas de reciclaje y sostenibilidad en la industria tecnológica.
Privacidad y seguridad en el metaverso
Este espacio virtual colectivo recaba grandes cantidades de datos personales como información de perfil, actividades y preferencias (como consumidor o de otro tipo más privado), por lo que el consentimiento informado de los usuarios se convierte en un imperativo.
También es preciso protegerse frente a accesos no autorizados, brechas de seguridad o robos de datos confidenciales. Deben abundar medidas como cifrado de datos, autenticación de usuarios, firewall y sistemas antimalware.
Además de garantizar el anonimato, el metaverso debe proporcionar políticas de privacidad clara para generar la confianza de los usuarios, que a su vez deben educarse en las mejores prácticas y cumplir con la regulación sobre protección de sus datos, de los que deben ser sus dueños y señores.
¿Es posible la interoperabilidad entre Metaversos?
La interoperabilidad entre metaversos es un tema que está ganando terreno en la conversación sobre el futuro digital. Aunque actualmente es un desafío complejo, no se puede descartar por completo. La idea detrás de la interoperabilidad es permitir que los usuarios y activos puedan moverse fluidamente entre diferentes metaversos, como si fueran mundos virtuales interconectados.
Sin embargo, en la práctica, existen obstáculos considerables. Cada metaverso suele ser desarrollado por diferentes empresas o comunidades, cada uno con sus propios estándares tecnológicos, monedas virtuales y reglas. La falta de un protocolo universal dificulta la interoperabilidad. Además, hay cuestiones de seguridad y privacidad que deben abordarse, ya que el intercambio de datos entre metaversos podría plantear riesgos significativos.
A pesar de estos desafíos, existen iniciativas que exploran la posibilidad de la interoperabilidad. Proyectos como “The Sandbox” y “Decentraland” trabajan en la creación de estándares abiertos que podrían allanar el camino hacia una mayor interconexión. A medida que el metaverso continúa desarrollándose, la interoperabilidad podría convertirse en una realidad, aunque llevará tiempo y esfuerzo superar los obstáculos técnicos, económicos y legales que se interponen en el camino. La respuesta definitiva a esta pregunta sigue siendo un tema de investigación y desarrollo en constante evolución.
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