A través de la pandemia de covid-19 y el posterior aumento del trabajo en remoto, nuestra dependencia a plataformas digitales ha crecido rápidamente. En este momento, reunirse en algún tipo de ubicación virtual es algo a lo que ya estamos más que acostumbrados. Una reunión digital puede considerarse como una especie de mundo online donde los usuarios tenemos ya la capacidad de modificar nuestro fondo e imagen.
Aunque hay estudios que demuestran la preferencia de la presencialidad y la experiencia física frente al online, la pandemia nos ha generado a todos cambios en nuestro comportamiento de compra y, cada vez más, nos movemos en el entorno online. Es por ello, que las empresas están buscando acercar los dos mundos, conectando el online con el offline, para ofrecer la denominada experiencia ‘phygital’.
Este mundo online, en paralelo, pero a la vez más humano, irá hacia lo que se conoce como metaverso, una realidad espejo al mundo offline que engloba muchas tecnologías y cuyo uso irá impactando en la sociedad. Se trata de un mundo virtual hiperconectado, donde la realidad se refleja simulando propiedades para que los usuarios interactúen entre ellos y con el entorno. Es allí, donde se construyen historias, escenarios y personajes que físicamente no están, aunque sí sus representaciones comúnmente llamados avatares y que controlan ese mundo abierto.
Actualmente, los metaversos existen dentro de sus propios microcosmos. Una realidad en Decentraland no puede transferirse a Sandbox, otra plataforma líder, por ejemplo, aunque a medida que el espacio blockchain crezca para priorizar la interoperabilidad, es lógico que el metaverso se desarrolle para permitir que cada plataforma tenga sus propias características únicas y, al mismo tiempo, facilite la interacción. Esto creará un multiverso digital de un nuevo mundo de iniciativas empresariales y creatividades, que cobrará vida a través de lo que los participantes decidan construir.
No se sabe bien cuándo se producirá el cambio, lo que está claro es hacia dónde vamos, un mundo phygital donde ya no se entiende el online sin el offline
Si bien aún no hemos llegado allí, ya que requiere una red puente de transacciones con un sistema cada vez más complejo de contratos inteligentes y datos NFT, non fungible token, tampoco es innegable que el tema del metaverso tiene un significado cultural que parece crecer cada día. Y es por ello, por el que las empresas ya están en transición hacia estos nuevos modelos comerciales para adaptar su ecommerce, manteniendo su competitividad y ofreciendo experiencias similares a la compra física. Nuestro cuerpo estará conectado a un Internet inmersivo, utilizando tecnologías como handtracking, airtracking o voice recognition, entre otras… Para, más adelante, dejar de usar pantallas y teclados, como periféricos, para pasar a comunicarnos exclusivamente con nuestro cuerpo.
Igualmente, ya existe la tecnología necesaria para analizar el cuerpo humano, se llama biotecnología, y consiste en colocar en la piel microprocesadores integrados que combinarán chips especiales y otros novedosos desarrollos, que retroalimentarán información a los distintos sensores y rastreadores. Con este conjunto de chips especiales instalados en el cuerpo, las personas podremos cumplir todas las funciones de un teléfono móvil sin tener realmente uno en la mano.
La tecnología existe y se irá implantando a medida que la sociedad la pueda ir asumiendo y aceptando de manera natural dentro de su interactuación con el entorno. No queda tanto para esta nueva ola tecnológica. Pensemos que los nativos digitales pronto estarán en el mercado laboral y serán ellos los que marquen las reglas del juego. No se sabe bien cuándo se producirá el cambio, lo que está claro es hacia dónde vamos, un mundo phygital donde ya no se entiende el online sin el offline y donde la nueva tecnología que se está desarrollando en el metaverso llegará hasta el punto de reemplazar a los teléfonos móviles.
