Por Esther Lucena, Directora de soluciones EPM, Enterprise Performance Management, Oracle Ibérica
La historia de 2015 ha estado marcada por cambios e incertidumbre, con turbulencias económicas, sociales, políticas e incluso climáticas. Puede parecer manido, pero de lo único que podemos estar seguros en los próximos años es de que habrá aún más incertidumbre.
En el mundo hiperconectado actual las empresas pueden verse afectadas por eventos que tienen lugar, literalmente, en cualquier parte. El ascenso y caída de nuevas potencias económicas puede causar fluctuaciones enormes en los precios de las commodities, y los cambios de liderazgo político o la muerte de una sola compañía puede afectar previsiones financieras en todo el mundo. En un tiempo en que las ramificaciones del cambio se extienden a un ritmo tan rápido, la capacidad de las empresas para reaccionar rápida y estratégicamente a los cambios nunca ha sido más importante.
Un síntoma de trabajar en este entorno es que las empresas de todo el mundo están tomando medidas para hacerse tan ‘a prueba de incertidumbre’ como sea posible, un proceso que empieza con la capacidad de reaccionar con agilidad a los cambios rápidos en el mercado.
Dada la volatilidad de los últimos doce meses -tanto financiera como política- quizá no sorprenda que haya tal uso de herramientas cloud de Enterprise Performance Management (EPM) en el departamento financiero. Cambios fuertes y repentinos pueden tener un impacto significativo en factores como préstamos, exposición a la deuda, predicciones de ingresos o empleados.
Para responder de manera eficiente, las empresas deben ser capaces de entender, cuantificar y gestionar el valor a lo largo y ancho de su organización. En 2015 se ha visto una sutil adopción de las tecnologías cloud por parte de los departamentos financieros para simplificar y acortar procesos complejos de back-office, como planificación, presupuestos y previsiones.
Tomemos como ejemplo el reporting para ilustrar cómo los equipos financieros están utilizando la nube para llevar valor al negocio:
Uno de los puntos más desafiantes de esta tarea trimestral o anual es la tarea de extraer la información rápido y de forma precisa de cada línea relevante del sistema empresarial, en los diferentes canales o subsidiarias corporativas. Cualquier error, imprecisión o retraso puede tener serias consecuencias, tanto desde el punto de vista regulatorio como, quizá de forma más prosaica, en lo que respecta al entendimiento de la empresa de cuáles son sus activos.
Y aquí es donde la nube añade valor a los sistemas de back-office. Permite a las empresas recoger automáticamente información de una serie de silos distintos y consolidarla de forma que facilite que los gerentes puedan, no sólo reportar de forma precisa, sino también revisar rápidamente y hacer predicciones bien fundadas para informar decisiones futuras.
Por supuesto, la tecnología por sí misma no es una especie de auxiliar para la recuperación de desastres. Su valor real está en la forma en que ofrece visibilidad sobre el valor y los activos de una compañía. Por eso los sistemas cloud de back-office son tan apropiados para diferentes líneas de negocio, desde ventas y marketing hasta el departamento de finanzas.
Ciertamente, el departamento de finanzas ha sido pionero en el uso de EPM y tiene mucho que enseñar a otros departamentos sobre cómo la tecnología puede hacerlos más ágiles. Y ésta, considero, será la historia de 2016: más unidades de negocio accediendo a nuevas capacidades de back-office.