Hace pocas semanas, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU presentó su último informe de revisión de la literatura científica sobre el Cambio Climático. Las conclusiones son claras: es nuestra última oportunidad para conseguir que la crisis climática se quede dentro de los límites menos catastróficos.
Esta tercera y última parte del informe de los expertos de Naciones Unidas con foco en la mitigación y posibles soluciones, apunta a la necesidad de “reducciones profundas y, en la mayoría de los casos, inmediatas, de las emisiones de los gases de efecto invernadero en todos los sectores”. Para cumplir con los objetivos fijados por los Estados en el Acuerdo de París y que el calentamiento no sobrepase los 2 grados las emisiones mundiales tienen que tocar techo antes de 2025. Ante esta situación, es responsabilidad de todos efectuar los cambios que nos ayuden a frenar la catástrofe, pero para ello es fundamental el papel de las empresas y organismos privados.
Concretamente, según un informe de Earth.org, el sector de las tecnologías digitales es responsable de 4% de las emisiones de gases de efecto invernadero y se espera que, si la situación se mantiene sin cambios, esta cifra se duplique para 2025. Entonces, como organizaciones en los que la tecnología es el eje fundamental, ¿qué podemos hacer para revertir la situación?
Es necesario que las empresas promovamos un modelo económico que aproveche las nuevas tecnologías de manera respetuosa con el medio ambiente y un modelo empresarial más sostenible. La digitalización genera importantes beneficios a nivel corporativo para las empresas en cuestión de eficiencia y reducción de costes, y puede suponer beneficios sociales que se reflejen en una mejora de los procesos y en un uso adecuado de los materiales y recursos. En este sentido, las organizaciones deben aprovechar todas las herramientas a su alcance para, además de ser eficiente en cuanto al desarrollo del negocio, serlo también en materia de sostenibilidad. Una de las tecnologías que están teniendo mayor presencia en los procesos de transformación digital y que, sin duda, puede resultar de gran ayuda en esta tarea es la minería de procesos.
Esta tecnología disruptiva analiza en tiempo real y en base a Inteligencia Artificial y Big Data los procesos que se ejecutan en todo el desarrollo de negocio. De esta manera, un único sistema puede entender, optimizar y automatizar todos los procesos de una organización.
Y a nivel medioambiental, ¿cómo puede ayudar esta tecnología a cumplir con los objetivos de sostenibilidad? Por ejemplo, la minería de procesos es capaz de descubrir y medir cuáles son las fases del proceso que más impactan sobre el efecto invernadero. De este modo, la empresa podrá acometer ciertas acciones que ayuden a que el sistema de trabajo sea más eficiente y sostenible ayudando a la protección del medio ambiente.
Otra aplicación que podemos asociar a esta tecnología es la simulación. Gracias al análisis de los datos de la minería de procesos, y junto a soluciones de Gemelo Digital, podemos simular cualquier modelo o proceso sin necesidad de invertir materiales en prototipos sin conocer su viabilidad, contribuyendo también a un proceso de consumo más responsable.
Estos son tan solo algunos ejemplos de aplicaciones que podemos asociar a la minería de procesos, pero se trata de una tecnología aplicable en todos los sectores y divisiones de negocio. Es una responsabilidad moral de las corporaciones aplicar tecnologías que reduzcan sus emisiones y ayuden a alcanzar el compromiso de la neutralidad climática.
Este compromiso es también una oportunidad para las empresas de optimización, volumen y resultados de negocio. Process mining es la siguiente revolución, la próxima gran tecnología disruptiva que cambiará la manera de trabajar de las empresas para convertirse en organizaciones más eficientes, sostenibles y responsables con el medio ambiente.
