La agilidad es ya una realidad en el sector TI, y en Inetum tienen claro que ha llegado para quedarse. Conscientes de que aún queda un camino por recorrer, Lucas González, uno de los expertos en Agile de la compañía, impartió una formación sobre todos los beneficios de esta aproximación al trabajo, sus orígenes o cuáles son sus principios fundamentales, para dar solución a los problemas más habituales en el desarrollo de software.
¿Qué temas se trataron durante el taller práctico?
L. G.: Queríamos enseñar a los estudiantes las mejores prácticas para trabajar en equipo, centrándonos en los principios Agile que, como bien sabéis, suponen una aproximación al trabajo muy asentada en nuestro sector. Lo hemos hecho poniendo a prueba la habilidad de los alumnos, nuestros futuros profesionales, a la hora de afrontar la resolución de un problema complejo, trabajando en equipo, de una forma muy intensa y desafiando sus capacidades. El reto que les pusimos sobre la mesa fue el reconocido Spaguetti Challenge, que consiste en ver quién construye la torre de espaguetis más alta, pero lo suficientemente sólida como para soportar una leve sacudida con un peso considerable en la cima de esta.
Una vez los equipos finalizaron el reto, todos tuvieron la oportunidad de discutir sobre la forma de trabajar, qué tipo de problemas se han encontrado o cómo la metodología Agile puede ayudar a tener más éxito en circunstancias similares.
¿Qué hicieron los equipos durante el desafío?
L. G.: Los equipos comienzan hablando, después planean, se disputan el poder, diseñan… y en los últimos minutos construyen la torre, dejando los últimos segundos para incluir el peso en forma de bola de plastilina en la cima, momento en el cual la mayoría de ellos se da cuenta de que sus estructuras no soportan dicho peso.
Este experimento siempre arroja los mismos resultados, y es que, de un modo u otro, nos educan desde que somos pequeños para encontrar el ‘único’ plan perfecto que resuelva un problema. Curiosamente, son los niños quienes obtienen mejores resultados en este experimento, ya que desde el primer momento lo que hacen es orientarlo como un juego, utilizando la plastilina en primer lugar para clavarle los espaguetis y crear sin saberlo el primer prototipo, el cual, les arroja mucha información sobre la naturaleza del problema a resolver.
Uno de los objetivos de Inetum es captar talento entre los graduados de las grandes universidades politécnicas del país
¿Cuál dirías que es la clave para conseguir superar el reto?
L. G.: Una orientación Agile del trabajo es sin duda clave para poder superar este tipo de retos. Agile ayuda a solucionar problemas de un modo iterativo al realizar prototipos que instantáneamente se retroalimentan. La retroalimentación nos ayuda a refinar dichos prototipos y volver a diseñarlos nos permite aprender facilitándonos la adaptación de nuestros productos.
Por otro lado, en todos los proyectos existirán riesgos ocultos o suposiciones que nos podrán impactar negativamente, y aprender a identificarlos a tiempo es vital para que los equipos tengan éxito. De nuevo el proceso iterativo es esencial para reconducir cualquier situación y acelerar y mejorar la toma de decisiones.
¿Cómo describiría Agile?
L. G.: Agile se define claramente a través de sus principios, los cuales se establecieron con la mirada puesta en favorecer la adaptación a través de la colaboración, comunicación y entrega de valor constante, al mismo tiempo que controla los diferentes riesgos a los que se enfrentan las empresas.
Agile no va solo de cómo construimos software ni de qué software construimos, sino quienes somos como equipo, de manera que podamos crear software con mayor significado e impacto. Y como decía, a pesar de que ya forma parte del día a día de nuestro sector, hay aún muchas empresas o equipos de desarrollo que no terminan de encontrar la manera de superar las dificultades y que les permita obtener todos los beneficios de esta aproximación al trabajo.
¿Cuáles son las principales dificultades a las que se enfrentan las empresas?
L. G.: A nivel contractual, aún hoy se limita en exceso la posibilidad de obtener los beneficios que propone la agilidad. La colaboración no se eleva por encima de dicha negociación contractual y a menudo se fijan todas las variables habituales como las fechas, el alcance y el coste dejando muy poco margen a las partes involucradas, promoviendo que estas se preocupen más de su bien particular en detrimento del bien común. Claramente es un problema de confianza.
¿Cómo se ve este proceso en el día a día de las empresas?
L. G.: El aumento en la demanda de los servicios de software debido a la evolución constante de la tecnología ha acelerado el mercado y forzado a las empresas a buscar la forma de adaptarse a esta nueva realidad. Una realidad donde, debido a la celeridad con la que se comenzó a mover el mercado, los enfoques de trabajo clásicos con tiempos muy dilatados en la realización de los proyectos y productos, que se conciben sin tener retroalimentación alguna por parte de sus consumidores, no consiguen el retorno de la inversión esperado.
Además, dicha celeridad no hace sino acentuar muchos otros problemas comunes en el desarrollo de software, ya que las organizaciones, en su intento de adaptación, tropiezan frecuentemente con sus propias deficiencias.
¿Qué busca Inetum al realizar este tipo de talleres?
L. G.: Uno de los objetivos de Inetum es captar talento entre los graduados de las grandes universidades politécnicas del país, ampliando las capacidades de los Centros de Ingeniería de Software (CIS) que tiene distribuidos por todo el territorio nacional.
Con estos talleres, Inetum se acerca a los alumnos, futuros profesionales del sector, y les introduce en los principios Agile transmitiéndoles que el trabajo en equipo, prestar atención al proceso de desarrollo y colaborar cercanamente con nuestros clientes son habilidades que deberían cultivar, ya que actualmente son muy demandadas por empresas como la nuestra.
