Las previsiones para este año fueron presentadas en el Informe de Comercio Electrónico Europeo B2C publicado por Ecommerce Europa. Según se puede apreciar, las transacciones online realizadas en 2015 ascendían a 455 mil millones de euros, un 13% más que el ejercicio anterior. El reporte continúa contabilizando el número total de compradores en línea de 2015 que asciende a casi 300 millones de consumidores provenientes de 48 países europeos. Todos ellos gastaron un promedio de 1.500 euros en Internet el año pasado. Todo esto no va a parar de seguir aumentando según se desprende del informe. Y es que el principal factor que favoreció el crecimiento del comercio minorista en 2015 fue el paso del comercio tradicional a Internet.
Este mercado a través de la web seguirá aumentando debido a que solo el 16% de las pymes europeas se atreven a vender en línea. Mientras, esta forma de comercio ha calado de forma más fuerte entre los usuarios de Internet, ya que más de la mitad (57%) ha hecho alguna compra por Internet.
Existen 10 países europeos que aglutinan el 85% de todas las ventas. En el podio encontramos a Reino Unido, Francia y Alemania que representan el 61,9% de toda la facturación que se realizó a través del e-commerce durante el 2015. Los países que menos han implementado esta forma de vender son Rusia con un 4,5% y Suiza que posee un 1,9% de todo el comercio electrónico europeo.
El crecimiento más rápido se observó en los mercados menos maduros: las compras en línea en Ucrania aumentaron un 35% en 2015 en comparación con el año anterior seguido de Turquía (34,9%) y Bélgica (34,2%).
En 2015 el informe descubre que las ventas transfronterizas crecieron tímidamente. Alrededor del 16% de todos los consumidores online de la Unión Europea solicitaron bienes o servicios de otro país de este grupo. Las principales razones para lanzarse a comprar fuera de nuestras fronteras lo constituyen un precio más competitivo y el acceso a una mayor variedad de productos.