Las redes sociales se han convertido en un fenómeno social, como en su día lo fueron los PCs, los móviles o Internet. Liferay muestra cinco razones por las que este modelo colaborativo, aplicado a la empresa, incrementa la productividad global de la organización, potenciando las relaciones personales y profesionales de los empleados y multiplicando su motivación.
“Los entornos colaborativos, con la web y las redes sociales como base, han supuesto una revolución en el ámbito empresarial”, explica Carolina Moreno, directora general de Liferay España y Portugal. “Con su llegada, el factor humano en la empresa se ve potenciado, produciendo un impacto inmediato en el negocio”. Los expertos de Liferay destacan 5 motivos principales que probarían la conveniencia de aprovechar el potencial de las redes sociales y otras herramientas colaborativas en las organizaciones:
1. Enriquecen los procesos de gestión del conocimiento, porque se “socializa” el conocimiento y se pone al alcance de todos los empleados, en lugar de mantenerlo en ubicaciones dispersas (por ejemplo, en los emails, donde la información se difumina entre los destinatarios). Herramientas como foros, wikis o blogs facilitan la creación de bases de conocimiento colectivo. Incluso es posible automatizar los procesos de negocio, integrando estas herramientas con flujos o “mapas” de trabajo (workflows) conformes a las reglas de negocio de la organización.
2. Potencian la motivación del empleado, porque fomentan el sentimiento de pertenencia: conocer a los compañeros, socializar, formar una “memoria corporativa”, aprender, compartir códigos comunes, comunicarse… todo ello facilita el sentimiento de autoestima y de pertenencia al grupo.
3. Facilitan la innovación. Las redes sociales son cada vez más explotadas para fomentar la innovación interna, ya que fomentan la creatividad y el talento de cada miembro de la organización. También promueven la comunicación informal, lo que hace que el individuo se sienta cómodo y colabore más, surgiendo así nuevas ideas fruto de la inteligencia colectiva.
4. Descubren el liderazgo. Las herramientas sociales garantizan la visibilidad de los gurús de la organización y permiten valorar públicamente el esfuerzo, al reconocer las contribuciones de los diferentes miembros del equipo de trabajo y facilitar el intercambio de información.
5. Permiten afrontar con éxito el cambio generacional. Las herramientas sociales y colaborativas facilitan una dirección más participativa, con menos jerarquías y menos barreras a la aportación de las nuevas generaciones, que encuentran en este nuevo entorno un ecosistema que dominan.
