En los últimos años la inversión en el exterior se ha generalizado para buscar los frutos que nuestro país nos niega. Estos movimientos tan estratégicos tienen innegables e importantes consecuencias para las organizaciones TIC, independientemente de otras consideraciones que en su día ya traté, como por ejemplo la oportunidad de estos movimientos y su ‘timing’. A mi entender, básicamente, hay dos maneras de gestionar las múltiples implicaciones de la absorción de una organización externa que se encuentra en un territorio foráneo. Una es la de dar completa independencia y la otra imponer los métodos, políticas y plataformas propias, es decir establecer un alto grado de integración.
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