La Comisión Europea se encuentra trabajando en lo que será el próximo marco legal con el que pretende erradicar las barreras a los pagos electrónicos en el mercado común, al tiempo que sirve como refuerzo de la seguridad de este tipo de operaciones.
Así lo ha hecho público Frits Bolkenstein, comisario europeo de Mercado Interior, quien ha detallado algunos de los puntos fuertes a cumplir por la nueva ley. De este modo, se busca potenciar el uso de la firma electrónica; mejorar la seguridad de las redes de información; evaluar los productos de seguridad del sector a nivel europeo; además de progresar y facilitar el acceso del consumidor al proveedor en caso de que exista algún problema al ejecutar la operación. Todo ello bajo un escenario de máxima seguridad, puesto que ésta es uno de los puntos clave para potenciar la confianza del usuario en esta modalidad de pago, así como para aumentar su utilización y rentabilidad.
Con estas iniciativas se pretende que la industria desarrolle herramientas que minimicen las posibilidades de error o de fraude. “La tecnología es un arma de doble filo. La misma que posibilita negocios muy rentables a través de Internet, puede incrementar las posibilidades de un aprovechamiento ilícito de la misma”, apunta Bolkenstein.
En 2001, la UE registró cerca de 207 transacciones financieras electrónicas por día, lo que equivale a una media de 138 operaciones por persona al año, según datos de la Comisión Europea.