Los fabricantes de componentes de automóviles y de material industrial planean invertir hasta 220.000 millones de euros, un cuarto de su presupuesto, en I+D durante el próximo lustro para conseguir aumentar la productividad mediante una plantilla conectada. Esto supondría una inversión de 181.000 millones de euros por parte de las compañías de automóviles y de 39.000 millones por parte de las de material industrial. Esta es una de las principales conclusiones del estudio de Accenture ‘Machine dreams: Making the most of the connected Industrial workforce’, elaborado a partir de más de 500 entrevistas con directivos del sector en Europa, Asia y Estados Unidos.
Según el informe, las actividades de fabricación y producción están experimentando importantes cambios con la integración de las máquinas y la inteligencia artificial en las fábricas, creando una plantilla industrial conectada. Mediante la combinación de tecnologías de movilidad, seguridad y monitorización a través de analytics, las compañías están mejorando las actividades de los trabajadores industriales. De hecho, el 94% de los directivos afirma que la creación de una plantilla industrial conectada forma ya parte de la estrategia empresarial de sus compañías.
Sin embargo, a pesar de estas estrategias y los planes para invertir en máquinas e inteligencia artificial, muchas de estas empresas no están siendo capaces de implementar las medidas necesarias para hacer pleno uso de ese potencial. Así, menos de un cuarto de los directivos (22%) afirma que sus compañías han implementado medidas para aprovechar el potencial de una plantilla industrial conectada, y el 85% describe a sus compañías como seguidores digitales o rezagados, en lugar de como líderes.
Uno de los problemas que podría afectar a la implementación de una plantilla industrial conectada es la tecnología relacionada. La vulnerabilidad de la información es percibida como un riesgo medio o alto por el 76% de los directivos, mientras que la complejidad del sistema y la vulnerabilidad asociada es considerada un riesgo medio o alto por el 72%. Además, más de dos tercios (70%) consideran la escasez de talento cualificado como un riesgo medio o alto.
En este sentido, como parte de sus esfuerzos para abordar las preocupaciones sobre la seguridad, varias de las empresas participantes en el estudio están invirtiendo en mejorar sus actuales infraestructuras informáticas para garantizar la seguridad de la plantilla conectada. Además, entre aquellas que se consideran líderes en la creación de un trabajador industrial conectado, el 89% ha comenzado a contratar nuevos empleados para remediar la falta de conocimientos necesarios.
“Los fabricantes líderes, que apuestan por las tecnologías digitales para ganar ventaja competitiva, están invirtiendo casi el doble que el resto en una plantilla industrial conectada, y continuarán aumentando el presupuesto en los próximos cinco años”, afirma Eric Schaeffer, senior managing director and head of Accenture’s Industrial practice. “También vemos que al resto de organizaciones, que no apuestan tanto por la inversión, les falta confianza para implementar tecnologías que respalden una plantilla industrial conectada de éxito y esto puede poner en riesgo su competitividad”, añade.
Otra de las conclusiones del estudio es que la gran mayoría de los directivos (85%) cree que el modelo de la integración de la tecnología en la fabricación pasará de estar centrado en el hombre a estarlo tanto en el hombre como en la máquina. En este modelo, las máquinas colaborativas, las de aumento humano y las autónomas se combinarán para crear una plantilla más efectiva.
En este sentido, varias de las organizaciones participantes en el estudio tienen un claro foco en las inversiones dirigidas a aumentar la efectividad de la plantilla. Los vehículos autónomos, robots móviles que mueven materiales alrededor de una instalación o almacén, ya representan la mitad de la inversión de estas compañías en esta área y continuarán representando gran parte de ésta en el futuro. Las mismas organizaciones planean aumentar su inversión tanto en robots colaborativos (‘cobots’, por la unión de los términos en inglés) como en dispositivos de realidad aumentada, incluidas gafas y cascos inteligentes, durante los próximos cinco años.
El sector del automóvil podría liderar el camino
Accenture prevé que para 2020 una plantilla industrial conectada podría ayudar a un fabricante de automóviles con unos ingresos anuales de 50.000 millones de euros a conseguir hasta 500 millones adicionales de beneficios (incluyendo 50 millones de beneficios adicionales en I+D, 415 millones en fabricación y suministro y 30 millones post-venta).
Entre aquellos que quieren usar la tecnología para aumentar la productividad, los fabricantes y proveedores de automóviles muestran el mayor interés por los robots colaborativos, vehículos autónomos y dispositivos de realidad aumentada.
“Mientras los cobots son capaces de realizar tareas cada vez más especializadas, los fabricantes líderes que están invirtiendo en tecnología digital para ganar ventaja competitiva, se están pasando rápidamente a un modelo de fabricación centrado tanto en el hombre como en la máquina”, añade Schaeffer.