El escenario económico que nos acompaña en los dos últimos años tiene un único protagonista: la crisis y la incertidumbre sobre cómo y cuándo conseguiremos superarla. La situación que vivimos no permite albergar muchas esperanzas para el optimismo. Y la principal causa de estas previsiones tiene un nombre: incertidumbre. Incertidumbre que se respira en los diferentes sectores empresariales; desconfianza en el entorno financiero; e, incluso, incertidumbre ante los ajustes presupuestarios de las Administraciones Públicas. La evolución de estos aspectos, especialmente el último, ha sido, es y será, vital para el desarrollo y despliegue de las TIC, tanto en su propia actividad interna, como en la colaboración con otros ámbitos de la economía, la Administración y la sociedad (banca, educación, sanidad, transporte…). En cuanto a la visión del sector TIC, somos conscientes de que el propio sector necesita reubicarse en diferentes planos: social, empresarial y ante las Administraciones.
El primer plano se refiere al reconocimiento social. Las propias empresas debemos hacer valer al sector TIC como uno de los tractores de la economía y uno de los sectores vitales para el desarrollo de los nuevos nichos, en cuanto que permite generar nuevas funcionalidades, soluciones y productos. Otro aspecto social es la ‘afinidad’ de los jóvenes con las TIC. Se observa que los jóvenes comprometidos con las carreras técnicas, no han cubierto las necesidades existentes en etapas anteriores de crecimiento económico. Tenemos una carencia estructural de profesionales cualificados y, en cuanto se supere la crisis, tendremos que volver a preocuparnos por la capacitación de nuevos profesionales locales. Todo ello es consecuencia de la baja proyección social del sector, de que no hemos sabido ‘vender’ las bondades que las TIC ofrecen. Tenemos que lograr generar ilusión entre los jóvenes para que apuesten por la formación técnica, algo que es competencia y responsabilidad del sector: hacerse ver y hacerlo de forma atractiva para que los jóvenes que ahora tienen entre 10 y 16 años puedan ilusionarse con nuestro modelo y actividad.
Respecto al segundo plano, el empresarial, nos referimos a una necesidad de ‘regeneración’ del sector TIC, trabajando nuevos modelos de colaboración entre empresas. No sólo en el ámbito local, sino también en el internacional, con empresas de otros sectores y países. Debemos estar presentes en aquellas áreas geográficas donde van a crecer más rápidamente. Consideramos que el éxito de una verdadera internacionalización de las empresas pasa por crear redes fuera de nuestros ‘espacios naturales’, redes que nos permitan compartir recursos, conocimiento y prestar servicios 2.0, ‘el esfuerzo merece la pena’. El tercer plano se refiere a nuestra relación y complicidad con las Administraciones. Somos un sector transversal y clave, y así lo hemos dicho siempre. Venimos de una trayectoria positiva en cuanto a generación de riqueza y empleo. Y queremos seguir creciendo con el apoyo de las Administraciones. Para ello resulta fundamental que toda infraestructura que se cree desde las instituciones públicas relacionada con el desarrollo del sector TIC o de sus aplicaciones, cuente desde sus inicios con la complicidad y la colaboración del sector. Sólo de esta manera será posible alcanzar la revolución tecnológica que las administraciones promueven. Sin embargo, este triple reto de adaptación del sector puede no ser suficiente. Consideramos que hay que ser proactivos en la generación de nuevas ideas que nos permitan innovar. Debemos reutilizar los conocimientos y competencias existentes para crear soluciones en nuevos ámbitos. Tenemos que rediseñar nuevas soluciones que incentiven el mercado. Además, hemos de reestructurar nuevos formatos de relaciones entre la oferta y la demanda. En ese sentido, debemos conseguir un mejor despliegue de las tecnologías aunque contemos con un menor presupuesto. Para ello, debemos recurrir a la creatividad y la imaginación. Los modelos SaaS (Sofware as a Service), Outsourcing o cloud computing son claros ejemplos de nuevas soluciones que incrementan la rentabilidad y la eficiencia.
Y todo eso debemos comenzar a realizarlo ya, a pesar de que estamos en un momento económico muy delicado en el que las previsiones que se manejan para 2011 no son mejores que las de 2010. Desde Ibermática, afrontamos el futuro con rigor, prudencia y responsabilidad. Desde la solidez de nuestro proyecto empresarial sabemos que nos enfrentamos a un año que será especialmente complicado para un sector en el que la rentabilidad y los márgenes empresariales son cada vez más estrechos. Todo ello nos hace percibir la certeza de la incertidumbre que nos rodea. Y en ese contexto, el sector de las TIC debe enfrentarse a estos retos fundamentales para su evolución.
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