La aplicación MiMe (Mi Memoria) y el dispositivo SuMe (Su Memoria), desarrollados por Ibermática y por la Fundación Alzheimer España (FAE), ayudarán en la mejora de la calidad de vida de los enfermos y de sus familiares y cuidadores. Conocer en todo momento la ubicación de su familiar, ser los primeros en recibir su petición de ayuda ante imprevistos, gestionar -de forma no intrusiva- sus medicamentos, contactos, lugares de interés, etc., son algunos de los principales servicios de los que consta esta pionera aplicación.
MiMe y SuMe, una aplicación y dispositivo móvil, respectivamente, que, mediante su sistema operativo permitirán a los pacientes con Alzheimer desenvolverse mejor en sus tareas cotidianas. Al mismo tiempo, facilitará a los familiares su labor cuidadora.
En España ya hay 600.000 pacientes con Alzheimer. Cada 7 segundos, una persona desarrolla Alzheimer en todo el mundo. Además, esta enfermedad continuará en aumento y se prevé que para el año 2050 se convertirá en la patología más importante del siglo XXI, duplicándose su número de pacientes y afectando a 115 millones de personas a escala global y a más de un millón en nuestro país. Una enfermedad que afecta tanto a los propios pacientes como a sus familias.
Una de estas personas es José Carlos Landrove, profesional de Ibermática y cuidador de su madre. Tal y como explica Landrove, “en un principio, pensamos que desarrollar una app para instalar en los dispositivos sería de una enorme ayuda, pero en colaboración con la FAE finalmente evolucionamos su concepción hasta convertir a MiMe en un dispositivo físico que puede ayudar no sólo a las personas afectadas por Alzheimer y sus familiares, sino también a aquellos colectivos con deterioro cognitivo leve, y a aquellas personas que puedan considerar que un teléfono convencional es complejo”.
Para ponerlo en marcha, se han realizado varias pruebas piloto con los propios pacientes y familiares de la Fundación Alzheimer España, a lo largo del desarrollo del trabajo de campo. Se realizan varios workshops de usabilidad, a partir de los cuales se esbozan prototipos en baja resolución, que son testeados con los pacientes y sus familias en varias ocasiones, para ir perfilando las funcionalidades que mejor se adaptan a sus necesidades. De manera paralela, se va a avanzando en el diseño visual y en los desarrollos que soportarán una app que tiene más alma que tecnología.