Durante el I Congreso de la Business Agility Corporation (BAC) se ha puesto de manifiesto la importancia de la agilidad empresarial, definida por los asistentes como la capacidad de adaptación al cambio de las organizaciones. La jornada fue inaugurada por el director de Global Solutions de Repsol, Fernando Alonso de la Vega, quien explicó el enorme esfuerzo del cambio cultural necesario para la digitalización de las compañías.
El Director de Transformación Agile del Banco Santander, Isaías Reina, ha destacado que la agilidad en la empresa permite “posicionarse en el mercado dando respuesta a los retos que plantea la transformación digital” y adaptarse a las nuevas necesidades de los clientes. En el Banco Santander, han definido un nuevo modelo de trabajo, basado en una combinación de metodologías y técnicas de Design Thinking, Lean, Scrum y DevOps, que están desplegando en todos los países en los que el Grupo está presente. Durante su intervención, ha explicado cómo utilizar el concepto del “producto mínimo viable”, para así plantear soluciones que sean factibles desde el punto de vista del cliente, del negocio y desde el punto de vista operativo y tecnológico de la entidad.
Por su parte, la directora de Sistemas de Telefónica, Carmen Gómez, ha subrayado que fue clave en la compañía romper con los silos de información y conseguir la ‘democratización del dato’. La revolución digital y el cambio en la cantidad y naturaleza de la información a almacenar y procesar, según ha explicado, hizo necesario un cambio en la manera de trabajar, más orientada a la explotación en tiempo real y al tiempo de disponibilidad.
Adolfo Menéndez Fernandez, responsable de Estrategia, Planificación y Performance IT de Repsol, ha marcado una clara diferencia entre agilidad y la prisa o impaciencia, como una de las primeras experiencias en el camino recorrido en Repsol. A su juicio, “es importante ‘adelgazar’ los complejos y pesados procedimientos de muchas de las grandes compañías para conseguir ‘correr’ de una forma más ágil”. También es fundamental, añadió, una buena selección y éxito de las primeras experiencias ágiles que marquen un aprendizaje positivo para poder crecer desde este y poder extenderlo, tanto Sistemas como Negocio.
Para Sergio Merchán, director Desarrollo Soluciones Corporativas de Iberdrola, es importante tener claro primeramente qué objetivos IT/Negocio queremos conseguir, para definir cuáles y en que ámbito aplicaremos las distintas prácticas/metodologías/modelos (Agile, Lean, Devops,…), entendiendo cuál va a ser el nivel de impacto en la Organización de IT y que será necesario gestionar durante nuestro “Digital Journey”, para poder asumir el cambio que supone “esta nueva forma de hacer IT”.
Francisco Maregil, Leader de la práctica de Agilidad Empresarial y DevOps en Quint Wellington Redwood, ha explicado que para alcanzar la Agilidad Empresarial extremo a extremo es necesario completar ‘la última milla’. Esta incluye la puesta en producción de las soluciones digitales de forma rápida y poco costosa (alcanzando el paradigma de fallar rápido y aprender del feedback del cliente digital). “Queremos evitar caer en procesos burocráticos que los departamentos tecnológicos pueden imponer en grandes organizaciones debido a sus silos departamentales. Conseguirlo sin poner en peligro la estabilidad y la imagen de tu compañía es el reto que DevOps te ayuda a conseguir”.
Muchos clientes están implantando estos modelos y Quint está colaborando con ellos en su Transformación. Durante el evento se mostró el impacto en sus organizaciones, procesos, métricas, cambio cultural y tecnológico asociado.
