¿Cómo definiría la situación actual del comercio electrónico en España? ¿Ha crecido o bajado con la crisis?
Voy a mi pueblo cada dos semanas. Un pueblo dedicado a la construcción, con una de las tasas de paro más altas de España. Últimamente, cada vez que llego, sólo escucho hablar de e-commerce. El ayuntamiento está dando charlas a los desempleados para que se pongan a vender por Internet. Los comercios que están prácticamente sin clientes montan páginas webs, la gente con pocos recursos lee en la prensa a menudo que internet es el futuro, que tienen que vender por Internet, que es fácil; lo dice el gobierno….
Tenemos que tener muy claro que el e-commerce no es la solución para el comercio tradicional y, sin embargo, los mensajes son erróneos y confusos. A menudo fruteros, carniceros, ferreteros me dicen que van a vender por Internet para recuperar la cuota de mercado que han perdido con la crisis, o con el Mercadona, o con los chinos, etc. Este tipo de negocios está destinado al fracaso en el 99% de los casos. No se dan cuenta que vender por Internet en la mayoría de los casos es un negocio totalmente diferente. Es cierto que está creciendo, en algunos casos con cuotas de dos dígitos, pero no es menos cierto que a base de muchos fracasos.
¿Cuál es el nivel de las compañías españolas frente a Europa/EEUU en cuanto a la implantación y desarrollo del e-commerce?
La cifra de ventas a través de Internet en nuestro país supuso un volumen de negocio de cerca de 200.000 millones de euros, lo que representa un 14% del total de ventas y un incremento porcentual de más del 10% que el año pasado. Si miramos lo que representa cada país en el comercio mundial, las cifras nos sitúan en nuestro lugar. Actualmente, Estados Unidos es el líder indiscutible del e-commerce con un share del 24,4%, seguido de lejos por China (11,5%), Japón (6,6%), Alemania (4,9%), Reino Unido (3,7%) y Francia (3,4%). España, en decimosegunda posición sólo representa un 2% del mercado del comercio online.
¿Es rentable a día de hoy montar un negocio exclusivamente por Internet, o una tienda online funciona mejor como complemento a una física?
Depende, a veces sí pero otras veces no. Para mucha gente, Internet es sinónimo de “chollo”, de precio barato. Cuando le cuento a la gente que hago la compra en Ulabox o que compro carne en Villa María, o ropa en Zara online, todos me preguntan lo mismo ¿Es más barato? Si nuestra tienda no es capaz de ofrecer calidad, comodidad, variedad, originalidad, etc. no nos diferenciaremos, no aportaremos y, por lo tanto, no ofreceremos nada nuevo y atractivo. Debemos de analizar cuál es nuestra meta y en ese caso ver cuál es la mejor herramienta para vender, puede ser desde una página en Facebook hasta un puesto de helados en Sevilla, no hay dos respuestas iguales para dos emprendedores, pymes, distribuidores o cadenas de franquicia que no sean iguales.
¿Considera que la Administración Pública y la legislación están apoyando este tipo de iniciativas online?
No, no lo apoyan en la dirección adecuada. Ni los jefes de informática de las Administraciones Públicas ni las consultoras que suelen trabajar para el gobierno saben de e-commerce. Tradicionalmente se han dedicado al desarrollo de software y es lo único que saben hacer a pesar de que estas últimas cobran un millón de euros por hacer algo que te puedes descargar OpenSource por Internet.
En el año 2000, desarrollé un proyecto para el extinguido Instituto Andaluz de Fomento, que consistía en un marketplace para que los pequeños comerciantes pudieran vender por Internet a un coste muy bajo. La oferta incluía un ordenador, conexión y tienda online. Aquello fue un fracaso, no se tramitó ni un sólo pedido. Proyectos como éste, en los que se gastan entre uno y dos millones de euros, los vemos todos los días. Si el gobierno realmente quiere apoyar el comercio electrónico, tiene que hacer algo totalmente diferente a lo que ha estado haciendo hasta ahora, como crear un marco legal favorable, promover el crecimiento y profesionalización del e-commerce, incentivar la exportación a través de ayudas al transporte, incentivar la competitividad con medidas efectivas y ayudar fiscalmente al e-commerce local para que sea competitivo en precios. Además, debería de obligar a los bancos a crear un entorno de pago seguro que funcione.
¿Qué consejos puede dar a una empresa para optimizar y rentabilizar una tienda online?
Formarse, leer, volverse a formar y seguir leyendo, acudir a consultorías de renombrado prestigio en el entorno del e-commerce y seguir formándose.