Las comunicaciones WAN se han convertido en uno de los servicios bandera para las grandes corporaciones con presencia internacional. Para los operadores que juegan en la arena mundial de las comunicaciones se han revelado como un apetitoso bocado que crecerá, durante el periodo 2005-2009, a un ritmo anual de entre cuatro y seis por ciento, según un informe de Forrester Research. El caramelo es más dulce si se tiene en cuenta que la mayoría de las grandes empresas se encuentra a punto, si no lo han hecho ya, de migrar sus tradicionales soluciones WAN a la nueva generación de tecnologías de redes privadas virtuales (VPN) MPLS/IP y redes híbridas de nivel 2 y 3.
Pero las comunicaciones WAN han comenzado a ser sólo una parte de la baraja de servicios que ofrecen las operadoras porque, aprovechando la renovación que ha de afrontar la gran corporación, han comenzado a tantear la oportunidad de ofrecer servicios globales, ya que las empresas están muy interesadas en externalizar sus comunicaciones WAN, pero también otros aspectos de sus sistemas informáticos. Las corporaciones comprarán no sólo conectividad entre redes sino servicios profesionales, uno de los hitos obligados que figuran en el proceso de transformación que están experimentando los operadores.
La mayoría de los proveedores se encuentran embarcados en un proceso de adopción de su papel de socio tecnológico que bien podría invadir el tradicional ámbito de actuación de los integradores o consultoras tecnológicas. Muchos de ellos están sumidos en la captación de personal técnico especializado en labores TI. Es el caso de Telefónica Empresas, que en su camino hacia los servicios, ha integrado a Telefónica Soluciones y a TPTI (Telefónica Procesos y Tecnología de la Información), o BT que ha adquirido la filial española de Cable&Wireless Business Services y Dinsa, con el objetivo de asumir su experiencia en proyectos avanzados.
Es el tiempo del outsourcing, donde el operador busca gestionar no sólo los servicios de comunicaciones, sino también la red de área local, los puestos de trabajo y periféricos, la seguridad, servicios de contingencia e incluso las aplicaciones corporativas. Es un proceso que ya ha comenzado y aunque aún está dando sus primeros pasos en la mayoría de los casos los operadores no han pasado de la gestión de la LAN y puestos de trabajo-, parece cada vez más inevitable. Para eso, los propios operadores, haciendo honor al famoso concepto de coopetition, no han dudado en ir de la mano de consultoras e integradores tecnológicos.
Incluso servicios como la prestación de la voz han venido a allanar el camino de los servicios gestionados. Aunque la voz sobre IP no es algo nuevo y corría de boca en boca desde hace años, es ahora cuando los operadores han dado un paso más y ofrecen telefonía sobre IP (ToIP) como servicio gestionado en el que el propio proveedor aporta la infraestructura y la empresa evita inversiones al optar por un pago mensual por uso.
La mayoría de los operadores corporativos ya han lanzado este servicio en España, al tiempo que exploran otros campos de actuación más específicos, como el lanzamiento de call centers virtuales, con un modelo de comercialización similar.
Otros ya preparan el campo a las aplicaciones corporativas en modo ASP, mientras que hay quien ofrece la posibilidad de un outsourcing en el que analiza las necesidades de la empresa por tipo de empleado, actualizando sus herramientas de trabajo PCs, portátiles, aplicaciones, etc.- cuando lo requiera la operativa de negocio.
Por eso, la gran corporación deberá tener muy en cuenta el potencial y experiencia técnica de los proveedores, además de la cercanía de los equipos especializados, para abordar este tipo de proyectos que van más allá del terreno de las comunicaciones y que invaden el ámbito de TIC y, por tanto, influyen directamente en la operativa de negocio empresarial.
Pero el giro hacia las TIC no es la única tendencia a la hora de contratar proveedor. La gran corporación también se ha concienciado de la necesidad de diversificar sus proveedores para solventar posibles incidencias en sus comunicaciones, consideradas cada vez más críticas. La principal razón no es otra que reducir el riesgo, sobre todo si se tiene en cuenta que algunos de los grandes operadores internacionales han estado bajo la alargada sombra de la bancarrota.
La opción multiproveedor se ha convertido en la respuesta más natural a la incertidumbre que caracterizó al mercado hace años, hoy ya superada. Lo normal es que recurran a un proveedor principal y otro secundario, que ofrezca servicios de backup en cada región. En algunas ocasiones, ambos operadores cambian sus papeles de principal o secundario dependiendo de la región mundial en la que presten servicios. Es más, hay quien dice que “los operadores globales no existen realmente” y son muchas las compañías que optan por contratar sus servicios WAN atendiendo a criterios regionales. Mientras que en Europa recurren a un proveedor, en Asia Pacífico o América optan por otro bien distinto.
Otra tendencia es la reducción en la duración de los contratos. Todavía a largo plazo, sin embargo, los tiempos se han recortado hasta una media de tres años -cuando tiempo atrás podían llegar fácilmente al lustro-, si bien también se están produciendo acuerdos de apenas dos años e incluso Forrester ha tenido constancia de algún que otro contrato de un año de duración.
En los procesos de migración de infraestructuras, los operadores deberán dejarse de ambigüedades y definir con claridad los beneficios, sobre todo en términos de retornos de la inversión y funcionalidad operativa, que supongan el salto a nuevas tecnologías como IP MPLS o Metro Ethernet. Como bien señala Forrester, el paso a las redes privadas virtuales (VPN) basadas en IP MPLS sólo se producirá si los operadores les aseguran un retorno de la inversión de entre un 18 al 30 por ciento en un máximo de dos años. A más largo plazo, esperan haber recuperado la inversión en cuanto MPLS se consolide como sistema de interoperabilidad multioperador.