Tras varios meses de confinamiento en España, la vuelta a la normalidad se hace con limitaciones para evitar un rebrote masivo entre la población. La posibilidad de poder asistir a eventos multitudinarios, cines, teatros, o simplemente usar un medio de transporte hace necesario adoptar tecnología que facilite la labor del conteo de personas, así como el control de otros factores de riesgo.
La biometría permite realizar todas estas acciones, así como otras asociadas a seguridad ciudadana. FRP (Face Recognition Platform) es la solución biométrica de reconocimiento facial de Thales, cuyo algoritmo está basado en redes neuronales profundas. Esta solución proporciona videos en tiempo real o en diferido para identificar a las personas de una manera no intrusiva, sin intervención del operador, según la necesidad del cliente. La solución FRP puede ejecutarse además desde múltiples plataformas como un ordenador, en la nube, en tablets o smartphones, facilitando el control al operador cuando salta la alarma por exceso de aforo en un espacio o por otra alerta asociada a la salud.
Thales cuenta ya con la experiencia piloto de utilizar el reconocimiento facial en el proceso de embarque en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. El sistema utiliza el reconocimiento del rostro para embarcar sin necesidad de mostrar la documentación, siempre con la autorización por parte del usuario que debe darse de alta previamente en la solución. Este mismo algoritmo puede realizar también el conteo de personas en una zona de la terminal del aeropuerto o de una estación de tren, así como para controlar si todos los pasajeros llevan la mascarilla al entrar en el avión o al tren.
En el ámbito de la seguridad, los pasos fronterizos tienen en un sistema de control de entrada con tecnología de reconocimiento facial, en el que se instalan cámaras entre los puntos de entrada y salida de la frontera de las ciudades involucradas, cámaras microdomos y la plataforma de software de Thales FRP para el control del Sistema CCTV. El principal objetivo es llevar a cabo un seguimiento de la cantidad de personas que entran y salen del conjunto de puestos fronterizos, detectando el número de individuos que no retornan pasado un plazo.