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Servicios gestionados de TI
Los servicios gestionados son un área del sector de TI que no ha dejado de crecer en los últimos años. La necesidad por parte de las empresas de mejorar sus infraestructuras de TI y evolucionar hacia negocios digitales, así como la adopción generalizada de servicios como el cloud, han impulsado la contratación de servicios gestionados u outsorcing de TI por parte de las empresas. Según indican desde AEC (Asociación Española de Empresas de Consultoría), en 2021 los servicios de outsourcing representaron el 48,1% de los prestados por las consultoras de TI. Desde 2012 estos servicios gestionados han mantenido una tendencia al alza, con un crecimiento anual del 6,2%, lo que evidencia que cada vez son más las empresas que están externalizando las actividades que no forman parte de su core para que sean desarrolladas por empresas especializadas. En 2021, los ingresos procedentes de los servicios de outsourcing alcanzaron los 7.658 millones de euros.
Gestionar los datos y la ciberseguridad
A pesar de este aumento, no todas las áreas de TI han experimentado el mismo crecimiento. Cuando se trata de externalizar la gestión de las bases de datos, muchas empresas continúan siendo reacias a que un proveedor externo acceda a su información confidencial. Los responsables del negocio sienten cierta desconfianza y pérdida de control cuando se trata de datos e información sensible. Y ya no solo se trata del acceso remoto a los datos, también hay que tener en cuenta las implicaciones de ciberseguridad, las posibles vulnerabilidades de la red, así como los requerimientos de compliance y legislaciones que implica la gestión de bases de datos.
Pese a estas reticencias, es importante destacar que las desventajas que puede tener, tanto a nivel tecnológico como para el negocio, un servicio de bases de datos mal gestionado, pueden ser mayores de las imaginadas. Una mala gestión de los sistemas de BBDD, o la falta de soluciones de alta disponibilidad pueden suponer la paralización de los servicios durante horas, lo que implica importantes pérdidas para el negocio y/o problemas reputacionales. Otro problema menor pero que no hay que pasar por alto, es la lentitud en la respuesta de los sistemas. Imaginemos que una carga de datos no está lista para la hora en la que se necesita, o que un informe, que debería procesarse en 10 segundos, tarde más de 2 minutos. Esos dos minutos no son mucho tiempo si se procesa una sola vez, pero si lo procesan 20 personas, 10 veces al día, suma 400 minutos, lo que supone algo más de 6 horas al día. Si lo sumamos de forma agregada esto representa casi el tiempo de trabajo de un empleado.
Proveedores de servicios de calidad
La parte positiva de la moneda es que los proveedores de servicios tienen muchas herramientas para hacer frente a esta situación y a las dudas que los departamentos de TI de las empresas puedan tener ante la posibilidad de externalizar sus sistemas. En primer lugar, es importante ganar la confianza y la fiabilidad que demandan los clientes. Una buena manera de hacerlo es aplicar la transparencia en todo el proceso, mostrando al departamento de TI cómo se van a realizar las conexiones y demostrando las garantías de seguridad aplicadas: conexiones privadas de red (VPN) dedicadas, rangos de IPs específicas, VMs (máquinas virtuales) dedicadas, etc. En segundo lugar, un proveedor de TI de calidad suele ofrecer a sus clientes periodos de incubación u adopción del servicio, donde el cliente pueda ver qué se va a hacer, cómo se va a aplicar y cuáles de sus demandas serán cubiertas con el servicio. Por último, es importante aplicar controles de calidad y supervisar todas las fases del proceso, así como proteger la información del cliente mediante el cumplimiento de legislaciones como el RGPD, firmando controles de confidencialidad y ofertando también un soporte legal.
Servicios gestionados para las bases de datos
La contratación de servicios gestionados para la administración de bases de datos aporta grandes beneficios a las empresas. Dependiendo del tipo de empresa y sector, existen beneficios específicos, pero a grandes rasgos, destacan tres grandes beneficios para cualquier compañía:
- Externalización de las demandas de TI. Muchas empresas ven lastrados sus procesos de transformación digital por no contar con el departamento de TI necesario o por no poder disponer de los profesionales de TI especializados en sus demandas. Además, las posiciones de técnicos son muy demandadas en un sector con poca oferta. Contratar servicios gestionados permite a las empresas centrarse en sus objetivos de negocio y delegar el desarrollo de TI en manos de un proveedor de confianza.
- Expertos en tecnologías concretas. Depende del tamaño de la empresa, es muy difícil que puedan contar de forma interna con expertos en cada una de las tecnologías que su negocio requiere. Un proveedor de servicios gestionados cuenta con expertos en muchas tecnologías, un amplio catálogo de soluciones y la posibilidad de adaptar los servicios a las necesidades del cliente, lo que permite a la empresa contar con esa experiencia sin tener que destinar muchos recursos en la contratación de múltiples profesionales con perfiles específicos.
- Soporte 24×7. Del mismo modo, a las empresas les resulta muy difícil y costoso tener un equipo de TI dedicado 24×7 que vele por el buen funcionamiento de los sistemas y su máximo rendimiento. Contar con un proveedor de confianza no solo sirve para aquellos clientes que necesiten tener sus sistemas en funcionamiento de forma continua todos los días, sino que también actúa de apoyo para dar respuesta antes las necesidades urgentes que pueden surgir en cualquier momento.
Más allá de los beneficios técnicos que los servicios gestionados pueden aportar al departamento de TI de cualquier compañía y a sus profesionales, el apoyo por parte de un proveedor de TI cualificado supone también grandes avances para la capacidad de desarrollo e innovación de las empresas. Superar las barreras psicológicas e invertir en la gestión de servicios como los sistemas de bases de datos suponen un importante paso en la transformación digital y, por ende, en la continuidad de cualquier tipo de negocio, independientemente de su tamaño o sector.
