Las organizaciones se enfrentan cada día más a la necesidad de reducir costes energéticos. No solamente se trata de un tema de impacto social, en realidad deben analizar qué tipo de componentes están afectando más directamente al consumo energético y a los parámetros de reducción de emisiones de carbono. Por eso, CAST, firma especializada en software intelligence que detecta mediante el análisis de las aplicaciones corporativas cuáles son sus índices de mayor impacto energético, considera que el análisis rápido y sencillo de todo el porfolio conlleva la reducción significativa de este gasto.
En un evento realizado para dar a conocer a las principales empresas españolas la realidad de esta situación, la compañía demostró cómo los sistemas de software y sitios web requieren cantidades ingentes de recursos informáticos (memoria, ciclos de CPU, espacio de almacenamiento, ancho de banda…) y afectan directamente al consumo diario energético de las empresas. De hecho, el sector TIC podría consumir el 20% de toda la electricidad del mundo para 2025 y emitir hasta el 5,5% de todas las emisiones de carbono. Y aún más, en 2025, la participación del entorno digital en los gases de efecto invernadero se estima que alcance entre el 5 y el 6%, incluso hasta el 9%, según los escenarios más pesimistas, lo que lo colocaría en primera posición, por delante del automóvil.
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Los datos hablan
Según recientes informes, el 85% de las emisiones de carbono generadas por la ejecución de sistemas de software empresarial pueden verse afectadas por el diseño y desarrollo de las aplicaciones. Solamente los CPD emiten el 3% de los gases de efecto invernadero del mundo, más que la industria aeronáutica. Unos datos que CAST pone de relieve para que empresas y organizaciones consideren la importancia de actuar a tiempo.
Gartner ya reveló hace breves fechas que el 42% de los líderes están aprovechando diferentes iniciativas de sostenibilidad para impulsar la innovación, la diferenciación y el crecimiento empresarial basándose en la sostenibilidad como pieza fundamental en 2023. Estas acciones suponen una inversión en soluciones innovadoras que permitan dar respuesta a una reducción efectiva de los costes, la integración de un desarrollo sostenible basado en un ‘eco-diseño’ de las aplicaciones y la reducción de la huella ecológica.
El sector TIC podría consumir el 20% de toda la electricidad del mundo para 2025 y emitir hasta el 5,5% de todas las emisiones de carbono
El principal consumo está en el software
Hasta hace poco, el impacto del software en el consumo de energía, a menudo se pasaba por alto. Sin embargo, y como pone de manifiesto CAST, la forma en la que se codifica una aplicación afecta de forma significativa al consumo de energía de la infraestructura sobre la que se ejecuta. “Aunque es el hardware el que consume la energía, el software es el que desencadena ese consumo”, afirma Ignacio Cabrera, VP CAST Iberia y Latam. Es habitual que en la mayoría de las organizaciones los esfuerzos principales se centren en combatir estos problemas a través del hardware. Es como “matar moscas a cañonazos”, resalta. Por eso, la tecnología CAST para Green Software permite un análisis estático profundo para la detección de defectos de eficiencia y robustez estructurales.
Así, CAST Highlight establece un análisis sencillo y rápido para detectar las malas prácticas de programación; es una solución SaaS, bajo TCO, que facilita el análisis local del código fuente. El software ayuda a tener una visión total de todo el porfolio y de cada aplicación, proporcionando un indicador Green Impact, calculado a partir del resultado del análisis del código fuente y de las respuestas dadas a un cuestionario con información de contexto.
“Cada vez tenemos más demanda de Green Software”, indica Ignacio Cabrera. Y es que el compromiso actual de empresas y organizaciones por llevar políticas acordes con las medidas de sostenibilidad, están llevando a los responsables corporativos a aunar esfuerzos para bajar los niveles de consumo energético, emisiones de carbono, así como de gases contaminantes. En esta nueva coyuntura, CAST apuesta por llevar hasta los entornos organizativos una herramienta que ‘entiende’ las distintas aplicaciones -cloud y on premise- para obtener automáticamente información sobre su funcionamiento interno y evaluar el impacto medioambiental.
Monitorizar para tomar medidas
“Siempre hemos tenido este mensaje de un análisis profundo para abarcar y monitorizar el porfolio de aplicaciones y ver a cuáles hay que prestarles una especial atención, porque son las que más consumen, y de esta forma corregir su impacto en el gasto energético”. CAST facilita la toma de decisiones inteligentes y ejerce un mejor y más continuo control de los riesgos relacionados.
Su herramienta CAST Highlight ofrece recomendaciones automáticas para quick wins, patrones de eficiencia y robustez del código fuente, informes para remediar y estimar el esfuerzo, así como monitorización de la tendencia de las aplicaciones a lo largo del tiempo. Además de detallar las deficiencias encontradas en las aplicaciones y en qué componentes de ellas se han encontrado. También proporciona documentación para cada patrón acerca de recomendaciones para la resolución de la deficiencia.
Por su parte, la iniciativa Green IT con CAST Imaging se centra en las buenas prácticas de desarrollo de aplicaciones definidas por CISQ (Consortium for Information and Software Quality). Desde esta perspectiva, la herramienta busca las malas prácticas relativas a la eficiencia y robustez del software con impacto en el consumo de Kwh. Igualmente, define un índice de cumplimiento de esas prácticas y proporciona un indicador consistente con el modelo global de calidad estructural de CAST Imaging, el indicador CAST Green IT Index. Emite reglas de criterio técnico como pueden ser la eficiencia en el acceso de los datos, la economía de recursos, los algoritmos pesados, e incluso evita fallos y caídas.
Ahorros de energía de hasta un 30%
Como ejemplo, CAST recientemente implementó su metodología tecnológica en la división IoT de una importante empresa global de telecomunicaciones. Las recomendaciones de una auditoría de CAST basadas en el índice CAST Green IT arrojaron datos interesantes, como la posibilidad real de reducir hasta en un 30% el gasto energético, algo que así consiguieron.
Con todo ello, Cabrera asegura que no existen aún estándares en las IT sostenibles, pero nos acercamos a organizaciones que definen los estándares para reducir la huella de carbono. Es evidentemente un paso importante en el entorno de las TI. Cada vez más, las organizaciones están apostando fuerte por estas iniciativas que, apoyadas en el software verde, detectan las prácticas de desarrollo que generan código poco eficaz y que, en definitiva, impacta en el consumo de energía por parte de las aplicaciones. Sin olvidar el obtener una medida objetiva del cumplimiento de las prácticas de programación verde.