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Los responsables de tecnología de la información y las comunicaciones de importantes empresas de diversos sectores se han reunido en el Encuentro de CIO 2022 de Computing. En un año marcado por la crisis geopolítica y la inflación económica, los expertos TI no quieren perder el optimismo y marcan las áreas en las que continuarán invirtiendo pese a todo: analítica de datos, ciberseguridad y talento.
El aumento generalizado de los presupuestos para el área TIC en las empresas es una de las razones que explican el optimismo o, al menos, que no exista derrotismo, por parte de los CIO que acudieron al encuentro de Computing. A pesar de que todos dejaron claro que este aumento depende de condicionantes como la inflación, el avance de la guerra entre Ucrania y Rusia o la crisis de suministros y, en el caso concreto de la Administración Pública, del reparto de los Fondos NextGenerationEU.
La constructora Sacyr ha aumentado en el último año en torno a un 5-6% su presupuesto TI. Este dinero va destinado a su plan estratégico, a través del cual han definido seis fundamentos desglosados en 20 iniciativas y más de 100 proyectos. “Tener una estrategia clara es fundamental para no desperdiciar recursos”, aclaró Francisco Gonzalo, CIO de Sacyr. Uno de los principales proyectos que han perfilado en la compañía es el de mejora de la taxonomía y calidad del dato –“es muy importante que los miembros de la empresa, y más si son del mismo departamento, llamen a un mismo dato por el mismo nombre”-. Una vez optimizada esta parte, desde Sacyr quieren avanzar en materia de inteligencia artificial y análisis predictivo y en una estrategia de ciberseguridad extendida. “Perseguimos llevar la ciberseguridad más allá del back office, que sea transversal a toda la organización, pero no queremos ser early adopters”. En Sacyr cuentan con una parte potente de innovación, pero suele ir más enfocada a la fabricación de materiales de construcción. El carácter más tradicional de la compañía lleva a Sacyr a observar casos de uso externos de tecnologías disruptivas antes de aplicarlas.
Compartir datos entre compañías y sectores, hasta el punto convenido, podría ser una buena oportunidad para establecer sinergias
En el caso de Pfizer, “el área TIC cuenta con un presupuesto base muy bajo, y es la parte de Negocio la que pone el dinero cuando quiere desarrollar un proyecto concreto”, explicó Jesús Aragoneses, Digital & Business Technology Director de la compañía farmacéutica. “Que un proyecto llegue a desarrollarse o no depende del valor que aporte al negocio”. No obstante, Pfizer suma 2.000 empleados en su área de tecnología a nivel global, porque “cualquier proyecto que llevemos a cabo necesita de la parte TIC, y en los últimos dos años ha habido mucho movimiento relacionado con la vacuna de la Covid-19”. Además, “cada equis años realizamos una renovación de la infraestructura tecnológica, y ese cambio sí se financia con el presupuesto del área TIC”.
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TI comienza a seguir la senda del negocio
En Deutsche Bank, los proyectos TIC vienen impulsados desde Negocio, por la tanto, también se financia con su partida presupuestaria. El banco de origen alemán ha finalizado este curso una reestructuración en la que llevaba inmersa varios años, y ha establecido un plan estratégico a tres años vista para reforzar los servicios de premium banking y banca privada, “queremos alcanzar el mismo nivel de digitalización que la banca retail en estos segmentos”, afirmó Luis García, CIO de Deutsche Bank. A este y otros proyectos van a destinar un 50% más de presupuesto el año que viene. “Mantener la inversión es relativamente fácil, pero duplicarla es muy complicado, aun así, es vital hacerlo si queremos seguir siendo el mejor banco en servicio al cliente por sexto año consecutivo en España”.
Otras compañías como FCC Servicios Ciudadanos se muestran un poco más cautas ante “una inflación que hacía muchos años no sufríamos”, dijo Alfredo García, director de Sistemas y Tecnologías de la Información de la compañía. Su cifra de OPEX es de entre un 5-6%, y en cuanto al CAPEX, “el verdadero reto reside en renovar los contratos con los proveedores sin que los precios se disparen. Es muy difícil firmar cláusulas estándar, pero en general se han mostrado bastante sensatos y sensibilizados con la situación actual tan volátil”. Aun así, el director de Sistemas se mostró satisfecho ya que “estamos consiguiendo que no se erosione mucho el margen de beneficio”.
Sin embargo, para Mahou San Miguel, este ha sido un año presupuestario complicado. “Nuestro negocio depende mucho de la materia primera para la producción de cerveza y la crisis de suministros nos ha hecho mella”, reconoció Ana Ortín, directora de Sistemas y Tecnología de la compañía distribuidora de las marcas Mahou, San Miguel y Alhambra. “Siempre intentamos diseñar un presupuesto TIC razonable en base a nuestras necesidades, que luego nos toca defender ante los directivos a ver si nos lo financian o no, pero a raíz de la pandemia todo se ha vuelto más dinámico y la cúpula es más flexible”. Ortín incidió en que gran parte de sus recursos están ahora enfocados en el tratamiento del dato, “como en casi todas las empresas, la palanca del negocio es la personalización, y esta está basada inexorablemente en el dato”.
Al dinamismo mencionado por Ortín hizo referencia Jorge Martín, CIO del Grupo Anaya. Martín reclamó “plantear los presupuestos de forma más dinámica, no comparándolos con los de años anteriores. Todavía no me he encontrado con un CFO con ganas de darle la vuelta a los presupuestos”. En Anaya han crecido un 14-15% en todo lo relacionado con la transformación de procesos. “Estamos reinventando nuestro modelo editorial yendo hacia un estándar más digital, aunque, curiosamente, en los últimos años los libros en formato físico han tenido mayor demanda. Además, el modelo educativo en este país exige que los libros de texto sean diferentes según la comunidad autónoma, lo que implica un proceso de creación muy artesanal”.
De izquierda a derecha: Alfredo García, FCC Servicios Ciudadanos; Ana Ortín, Mahou San Miguel; Carlos Maza, Tribunal de Cuentas; Fernando de Pablo, Ayuntamiento de Madrid; Francisco Gonzalo, Sacyr; Israel Devesa, Capital Energy; Jesús Aragoneses, Pfizer; Jorge Martín, Grupo Anaya; José Borja Tomé, AEAT; Luis García, Deutsche Bank; Manuel Tarrasa, Prosegur.
Prosegur también se suma a la concepción dinámica del presupuesto, “según evolucione el escenario global”, matizó su CIO y CTO, Manuel Tarrasa. “Al ser una empresa internacional, estamos acostumbrados a escenarios con una alta inflación en otros países, como, por ejemplo, Argentina”. No obstante, Tarrasa valora este año como “positivo” para Prosegur y prevé importantes inversiones en tecnología, “si el escenario nacional e internacional nos lo permite”. No obstante, la compañía de seguridad ha establecido unas “líneas rojas: tecnologías indispensables para el negocio en las que vamos a continuar invirtiendo independientemente del entorno. Son el journey to cloud, la ciberseguridad y la resiliencia tecnológica. Los proyectos de innovación que tenemos en marcha son los que más dependerán del contexto socioeconómico”.
En el caso de Capital Energy, la compañía sí se está viendo afectada por cuestiones del entorno más allá de las comunes a todas las empresas. “Somos una empresa pequeña por lo que, para nosotros, la tecnología es vital para poder competir con los grandes”, explicó Israel Devesa, CIO y CTO de la compañía energética. “Nuestro objetivo es construir un parque eólico y fotovoltaico de 12 gigas de potencia para 2025”. El problema está en encontrar un emplazamiento para su construcción, porque los municipios alegan daños contra el paisaje rural, y “los gobiernos, con las elecciones autonómicas a la vuelta de la esquina (mayo de 2023), no ven popular impulsar este tipo de proyectos cuando, por otra parte, se les llena la boca hablando de un modelo económico basado en energías renovables”.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la Administración Pública está bajo una gran presión mediática. “Todos los proyectos que apoyamos, al igual que las inversiones, están sometidas a un riguroso control, por eso somos tan austeros muchas veces”, aclaró Carlos Maza, subdirector TIC del Tribunal de Cuentas. En el Tribunal, aproximadamente, un 5,7% del presupuesto está dirigido a las TIC y, este año, con la llegada de los fondos europeos, se espera que el presupuesto alcance el 8%.
Se está generando un oligopolio en el mercado de proveedores TI
Los representantes de la Administración Pública del encuentro se mostraron optimistas respecto a los fondos alegando que su llegada “se va a notar, aunque aún hace falta aterrizar las iniciativas”, apuntó José Borja Tomé, director general del departamento de Informática Tributaria de la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT). En el caso concreto de la AEAT, no va a recibir fondos “pero no nos preocupan los presupuestos. Somos una Administración muy austera a nivel tecnológico, aunque se mantenga el mito de que somos de las Administraciones que más presupuesto recibe. Esto no es así, por lo menos, desde los años 80”. A pesar de “invertir en torno a un 5% en tecnología, estamos entre las organizaciones punteras en TIC, las que invierten hasta un 25%; y esto lo hemos conseguido analizando muy bien dónde invertir nuestros recursos”.
Por su parte, Fernando de Pablo, director general de la Oficina Digital del Ayuntamiento de Madrid, admitió sentirse un privilegiado. “El ayuntamiento de Madrid tiene un poco de todo, es como un pequeño país, pero no pedimos más de lo que somos capaces de gestionar, y normalmente nos lo conceden todo. En los próximos dos años queremos implementar el 25% de nuestro presupuesto TI actual”. Para el directivo, el objetivo de España respecto al uso de los fondos NextGenerationEU tiene que ser el de “posicionar al país en un lugar competitivo en los próximos años. En el caso concreto de Madrid, solo suponemos el 12% del PIB español, por lo que no recibiremos una gran partida de los fondos europeos”.
¿En qué invertir?
La gestión del dato, como base de la mejora de los servicios, tanto internos como externos de las organizaciones, fue nombrada por todos los presentes como uno de los principales factores en los que concentrar los recursos. Parece que llevamos mucho tiempo dándole vueltas a esta gestión, pero tiene tantas fases y aristas -recabar el dato adecuado, almacenarlo, protegerlo y extraer todo su valor- que supone un aprendizaje continuo para las empresas.
Entre todos nos hemos cargado el ecosistema TI
En el caso de la Administración Pública se están enfocando en utilizar el dato más allá de la pura tramitación de documentos. “Analítica predictiva, lucha contra el fraude, textualización de vistas orales y procesamiento del lenguaje, etcétera”, enumeró Carlos Maza. “Las posibilidades son infinitas y ahora la firma electrónica ya es solo el primer peldaño”. El problema es que todos estos procesos pasan por el uso de tecnologías de inteligencia artificial “que aún no están maduras”, y de un conocimiento de su uso “del que no disponemos. Aquí nos topamos con el problema del talento. La plantilla de personal público apenas crece y la formación es insuficiente”.
El data analytics está enfocado, principalmente, en la personalización del servicio al cliente, y para ello hay que conocerlo bien, -quién es, qué le gusta, dónde reside-. La dificultad añadida para la Administración Pública es que sus clientes son todos los ciudadanos. El volumen de datos es inmenso. Y más si buscas un servicio proactivo más que reactivo, “incidiendo en la fase de asistencia más que en la de control, para ayudar al ciudadano a cumplir, no solo castigarle”, dijo José Borja Tomé. “Tanto en el ámbito público como en el privado, la compartición de datos entre compañías, incluso entre sectores, hasta el punto convenido, podría ser una buena oportunidad para establecer sinergias y aprovechar información sobre los clientes”, propuso Luis García.
Asimismo, elaborar un metadato correcto se vuelve tan complejo que muchos casos de uso resultan fallidos, “pero de esos fracasos se aprende”, apuntó Jorge Martín, quien contó haber iniciado un proyecto con inteligencia artificial para convertir los libros de texto en audios de contenido educativo.
En la búsqueda de la coherencia del dato, relacionar adecuadamente los datos provenientes de distintos repositorios es indispensable, y más en organizaciones con diversas líneas de negocio, como es el caso de Prosegur. Su infraestructura TI era un reino de taifas ingobernable, hasta que optaron por centralizarlo todo y adoptar la cloud para desarrollar tecnologías punteras como la inteligencia artificial.
Otro pilar fundamental del negocio en el que no hay que escatimar lainversión es la seguridad. Cuantos más esfuerzos ponemos en digitalizar una empresa, mayor es su exposición a los ciberataques. “Incurrimos en unos gastos brutales para protegernos a nosotros y a nuestros clientes, por no hablar del coste de los ciberseguros, que son prohibitivos”, incidió el CIO de Deutsche Bank.
Y la tercera pata del negocio en la que la inversión es obligada es el talento.
La ecuación irresuelta de la captación de talento
En España se viene dando desde hace unos años una falta de alumnado en carreras técnicas, por un lado, y una fuga de talento especializado en TIC, por otro; que parece no tener visos de resolverse. “Cada año aumenta el presupuesto destinado a contratación de personal en Sacyr, y nunca se cumple”, lamentó Francisco Gonzalo. Muchos expertos no creen que el problema resida tanto en la falta de interés en estas materias, que también, sino en las altas notas de corte que se exigen para estudiarlas.
La rotación de personal en ciertas empresas parece ser una constante, aunque los departamentos TIC de algunas como Mahou San Miguel o Deutsche Bank, y por supuesto la Administración Pública, parecen estar capeando el temporal. El secreto para no sufrir esta rotación, según el CIO del banco alemán, reside en “concentrarnos más en retener el talento existente que en atraer el nuevo. Hay que cuidar al empleado. En el banco hemos internacionalizado el 80% de nuestros servicios de TI para que los equipos tengan sentido de pertenencia y no solo apego a los proyectos, que son temporales”.
Aunque crear este sentimiento de pertenencia es cada vez más difícil. Las nuevas generaciones tienen otra forma de afrontar los retos profesionales. Su escala de valores es muy diferente a la que rige en las empresas tradicionales, “no solo se preocupan por cuánto ganan o cómo viven, sino qué aportan a la sociedad”. Además, los expertos apuntaron que las nuevas generaciones tienen muy poca tolerancia a la frustración. La expansión de la cultura del teletrabajo ha fomentado la movilidad, y sabiendo inglés las puertas están abiertas para todo el mundo. Incluso contaron el caso de empresas que están dejando de pedir como requisito tener este idioma para que no les roben el talento, “robo que está a la orden del día en el sector TIC, incluso entre departamentos de una misma empresa”.
Aparecen nuevas tecnologías y formas de aplicarlas de manera constante, lo que también implica una formación no solo por parte de las escuelas y universidades, sino también de las propias organizaciones. Aunque el miedo de estas es invertir en formación para que luego ese conocimiento se fugue a otra empresa. “El mercado TIC está muy sobrevalorado, pero es que la escasez de talento es acuciante”.
Ya en los postres, los profesionales hablaron del negocio con los proveedores. Los expertos admitieron haberse “cargado el ecosistema TI entre todos. Los procesos de licitación pública, por ejemplo, son un completo disparate, farragosos e imposibles de cumplir y la presión de los costes y los departamentos de compra es altísima”. Algunos expertos se quejaron de que se está generando un oligopolio en el mercado de proveedores TI, dejando un número reducido de empresas en el lado de la oferta. Sin embargo, otros defendieron que la compra de empresas pequeñas es una estrategia sencilla para incorporar crecimiento y capacidades a las empresas grandes.
José Borja Tomé, Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT)
“A pesar de invertir un 5% en TIC, estamos entre las organizaciones punteras, que invierten hasta un 25%”.
Fernando de Pablo, Ayuntamiento de Madrid
“En los próximos dos años queremos implementar el 25% de nuestro presupuesto TI actual. Todo lo que solemos pedir nos lo conceden”.
Israel Devesa, Capital Energy
“Los gobiernos, con las elecciones autonómicas a la vuelta de la esquina, no ven popular impulsar la construcción de parques eólicos y fotovoltaicos”.
Luis García, Deutsche Bank
“Queremos alcanzar el mismo nivel de digitalización que la banca retail en el premium banking y la banca privada”.
Alfredo García, FCC Servicios Ciudadanos
“El verdadero reto reside en renovar los contratos con los proveedores sin que los precios se disparen”.
Jorge Martín, Grupo Anaya
“Hay que plantear los presupuestos de forma más dinámica, no comparándolos con los de años anteriores”.
Ana Ortín, Mahou San Miguel
“La palanca del negocio es la personalización, y esta está basada inexorablemente en el dato”.
Jesús Aragoneses, Pfizer
“Nuestra área TIC cuenta con un presupuesto base muy bajo, y es la parte de Negocio la que pone el dinero cuando quiere desarrollar un proyecto”.
Manuel Tarrasa, Prosegur
“Vamos a continuar invirtiendo en cloud, ciberseguridad y resiliencia tecnológica a pesar del contexto”.
Francisco Gonzalo, Sacyr
“Queremos avanzar en una estrategia de ciberseguridad extendida, transversal a toda la empresa, pero sin ser early adopters”.
Carlos Maza, Tribunal de Cuentas
“Tenemos un problema con el talento. La plantilla de empleados públicos apenas crece y la formación es insuficiente”.