Ana María Botín, presidenta de Banco Santander, ha presentado en Londres su nuevo plan estratégico, en el que destacan los 20.000 millones que la entidad financiera invertirá en cuatro años para llevar a cabo su digitalización, con el objetivo de lograr una mayor rentabilidad y el ahorro de los costes operativos. En este sentido, Botín está convencida de que estas mejoras operativas y de asignación de capital permitirán un ahorro de costes de unos 1.200 millones al año.
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Las sinergias conseguidas con el Popular, banco que compró en junio de hace dos años, han aumentado unos 250 millones sobre los 500 millones inicialmente previstos, lo que le aporta una liquidez extra para abordar nuevos proyectos. Además se espera cierre de oficinas y se habla de un probable Expediente de Regulación de Empleo que afectará a 3.000 empleados, a través de prejubilaciones.
Este plan de transformación digital persigue una mejora de la experiencia de cliente, reforzando su fidelización, y reducir dráscticamente los costes. Para ello lanzarán un servicio digital internacional de pagos, una plataforma de comercio para pymes y una solución global para medios de pagos basados en tarjetas de crédito.
