Roger Bou, director del IoT Solutions World Congress, ha afirmado estar “muy satisfecho con la progresión del evento experimentada en los dos últimos años”. No solo se ha doblado la cantidad de participantes, sino también la calidad: “Hemos dado un salto cualitativo respecto al año pasado”. Además, “hemos podido percibir la gran evolución experimentada por el propio sector, que ha pasado de proyectos que eran casi prototipos a soluciones plenamente desarrolladas. Para la próxima edición estamos convencidos de que el sector habrá evolucionado todavía más y conseguiremos un evento con un mercado plenamente desarrollado”.
Este es un ejemplo de cómo las empresas están empezando a ser conscientes del valor de las aplicaciones IoT. Internet de las Cosas, o IoT por sus siglas en inglés, permite recopilar datos para un posterior análisis gracias a la incorporación de sensores en las máquinas. Esto logra que varias máquinas o dispositivos de una fábrica actúen como uno solo, y sean capaces de comprender el entorno en el que se mueven. El IoT va a cambiar radicalmente la forma en la que trabajamos, vivimos y nos relacionamos. Modificará las ciudades, convirtiéndolas en smart cities, revolucionará el transporte, la agricultura, la ganadería, cualquier sector de actividad.
Muchos son los que hablan de una ‘Cuarta Revolución Industrial’. Europa mira con esperanza este nuevo concepto de ‘fábricas digitales’, así lo muestra la creciente inversión por parte de las organizaciones españolas en desarrollo e implementación de IoT. La confluencia del mundo de la información con el físico de las máquinas y la producción, les da a las empresas una mayor flexibilidad a un coste menor y ayuda para optimizar el proceso productivo.
Sensores que avisan de incidencias en máquinas, coches controlados por un dispositivo móvil, dispensadoras que avisan al proveedor cuando escasea el producto… En resumen, se trata de aplicar el potencial de la conectividad a la industria, logrando que los productos se adapten a las necesidades concretas de cada consumidor.
Se trata de aplicar el potencial de la conectividad a la industria, logrando que los productos se adapten a las necesidades concretas de cada consumidor
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Nuevos modelos de negocio
Sin embargo, aunque son las aplicaciones de usuario final las que han atraído la mayor atención, se estima que las soluciones IoT en modelos B2B representan más del 70% de su potencial total de creación de valor, según Iván Rejón, director de Estrategia, Marketing y Comunicación de Ericsson Iberia.
Por un lado, IoT es un instrumento de transformación de los procesos de negocio, permite mejorar la gestión de archivos, aumenta la productividad y optimiza las operaciones. Pero su gran potencial es que posibilita para habilitar nuevos modelos de negocio, como Maintenance as a Service en el sector aeronáutico, o Pay as you drive (‘Paga como conduces’), en el sector asegurador.
El sector productivo español ha decidido centrarse principalmente en las aplicaciones para la industria, sin embargo no son las únicas áreas en desarrollo en el territorio nacional.
Ericsson ha enfocado su actividad en tres grandes sectores: transporte y automoción, energía y utilities, y seguridad y emergencia. Huawei por su parte, ha focalizado sus esfuerzos en dotar de la infraestructura necesaria a los agentes que liderarán este cambio de paradigma. Software AG ha instalado unos sensores en máquinas expendedoras de Coca-Cola, para avisar al proveedor cuando se necesite reponer existencias, y ha logrado automatizar la supervisión de todos los mercados financieros y crear un sistema estandarizado digital que alerta de los cambios normativos en cada país a ING. IBM por ejemplo, tiene una estrategia más ambiciosa, no limitarse a usar IoT solo como un método de conexión e integración de datos, sino que ahora está buscando dotar de una inteligencia cognitiva a las tecnologías IoT, capaces de entender el lenguaje natural, responder hipótesis y aprender activamente mediante la experiencia. Por último, Vodafone ha desarrollado una plataforma denominada ‘Plataforma Global IoT’ que permite gestionar las tarjetas SIM de manera centralizada e integrarlas con los respectivos sistemas IoT.
Un mercado con gran potencial
En definitiva, son muchas y variadas las ideas, propuestas, proyectos y productos lanzados por las empresas y startups españolas relacionados con IoT. Se estima que casi 21.000 millones de dispositivos IoT estarán conectados para 2020. Esto abre una oportunidad enorme de mercado para aquellas empresas que sepan valorar y explotar adecuadamente su potencial. La implementación y uso de productos inteligentes es algo cada vez más común en los hogares; el 57% de los consumidores considera que la conexión online de electrodomésticos y otros productos será tan revolucionaria como los smartphones. Los consumidores ven un gran futuro a los productos inteligentes, a pesar de que no pueden visualizar exactamente cómo se logrará, y son las empresas productoras las que tienen que ofrecer soluciones a esta demanda. John Chambers, antiguo CEO de Cisco, predijo que el mercado de IOT representaría 14,4 trillones para 2020, era un aviso de que es un tren que no hay que perderse.
Se estima que casi 21.000 millones de dispositivos IoT estarán conectados para 2020
Muchas compañías han entendido ya el mensaje, lo que se ha traducido en un aumento considerable de la inversión e investigación dedicada a IoT. IDC apunta una inversión cercana a los 1,3 billones de dólares en 2019, mientras que Maquina Research indica una cifra total de 2,9 billones. A pesar de las diferencias en las previsiones, todos coinciden en el gran potencial de mercado.
IBM ha decidido invertir 3.000 millones de dólares para llevar la computación cognitiva a la IoT, destinando 200 millones a la sede de Watson IoT en Munich. Se trata de una de las mayores inversiones de IBM en Europa, y es una respuesta a la creciente demanda de usuarios que buscan transformar sus operaciones mediante el uso de tecnología IoT. Software AG afirma que casi el 50% de su inversión es relevante en este ámbito. Ericsson considera que un 55% del total de la inversión se orientará a servicios y aplicaciones IoT, un 35% a plataformas IoT y conectividad y el 10% restante a chipsets y sensores.
El reto de la seguridad
Sin embargo, el gran potencial de este negocio se podría ver afectado por un factor crítico: la seguridad. El 70% de los ejecutivos declara que los problemas de seguridad influirán en la decisión de compra de IoT. El informe ‘Alcance, escala y riesgo sin precedentes: asegurar en Internet de las cosas’ muestra los riesgos de la sociedad hiperconectada y apuesta por elaborar una normativa adecuada y establecer canales de comunicación entre desarrolladores y operadores para afrontar las amenazas.
Recientemente Dyn, un importante proveedor de DNS, que daba servicio a importantes clientes, como Twitter, Netflix o Spotify, sufrió un ataque a gran escala que puso en tela de juicio la seguridad de los dispositivos IoT. ¿Por qué son estos dispositivos tan vulnerables a los ataques? La respuesta es sencilla, los hay de muchos tipos, son más fáciles de infectar ya que suelen estar conectados a una red inalámbrica, funcionan durante todo el día, y los fabricantes han descuidado bastante la seguridad hasta ahora.
Con herramientas como Mirai, que permite escanear Internet en busca de dispositivos desprotegidos o con claves por defecto del fabricante, los ciberdelincuentes tienen acceso directo a millones de dispositivos, y por tanto, a datos personales y sensibles. Bashlight es una herramienta que opera de forma similar. Al ser ambos software públicos, es muy difícil llegar al inicio del ataque, lo que genera una gran impunidad respecto a estos cibercrímenes.