En colaboración con la firma de consultoría Daemon Quest y patrocinado por BBVA Banca Privada, el Instituto Español de Analistas Financieros (IEAF) ha llevado a cabo un profundo estudio sobre el impacto que el entorno digital y las redes sociales están provocando en la cadena de valor de la banca privada.
En concreto, el informe apunta a tres tecnologías, –sitios web de gestión personal de finanzas (PFM), redes sociales y movilidad-, que ya están modificando el modelo de aportación de valor en la banca. Se entiende por PFM a las plataformas web que permiten al usuario tener una visión agregada de sus cuentas en distintas entidades; fijar un objetivo de ahorro y realizar su seguimiento; recibir recomendaciones y tener acceso a una comunidad de usuarios. Se trata de empresas independientes, no de entidades financieras, que conviene tener en cuenta porque aportan un gran valor al facilitar la valoración de alternativas financieras en función de las expectativas y necesidades de los clientes.
En lo que respecta a las redes sociales, “son una nueva mentalidad de relación en la que prima la estrategia de participación. Su desarrollo es imparable, y lejos de lo que se piensa, no son uso exclusivo de los jóvenes”,apunta Raquel Pinillos, directora de Desarrollo de Negocio de Daemon Quest. Este nuevo entorno social es clave en todos los eslabones de la cadena de valor de la banca privada porque permite conocer tendencias y determinar pautas de comportamiento, estudiar y predecir la demanda y analizar la evolución de los mercados de activos para invertir, escuchar opiniones de mercado y trabajar en la construcción de una reputación e imagen de marca, y segmentar mercados para definir productos y servicios específicos.
Finalmente, la demanda de acceso a servicios móviles es una consecuencia del incremento del tráfico de datos a través de redes móviles que es diez veces superior al de voz, y al auge de las aplicaciones móviles y nuevos servicios. Se trata de un canal más de acceso a la información y de distribución de productos y servicios, que cada vez más entidades financieras están incorporando a su red. “Las nuevas tecnologías surgidas a través de Internet se incorporarán como canal habitual de comunicación entre el cliente y la banca. Twiter, por ejemplo, es la plataforma por excelencia para la post-venta y respuesta de atención al cliente. Y es que la próxima generación de clientes (generación Y) exigen una mayor facilidad de contacto, seguimiento continuo y accesibilidad las 24 horas”,señala Margarita Villegas, directora de Daemon Quest.
Sin embargo, desde el IEAF apuntan, que a pesar del auge y popularidad de estas tecnologías no vamos al ritmo que marca el mercado. Todo esto ya está sucediendo en retail, pero en banca privada va más lento por barreras como la complejidad tecnológica, entorno legal, desconfianza del cliente y resistencia al cambio por parte del sector.