El último de ellos, el que afecta a Caja Madridy Bancaja, es un claro exponente de una tendencia encaminada hacia la creación de estructuras más fuertes y solventes. Sin embargo, este tipo de operaciones abren el interrogante de la consolidación tecnológica; de hecho, una vez que se formaliza la constitución de las ‘nuevas cajas’ brota todo un abanico de posibilidades encaminadas a favorecer la integración de plataformas y aplicaciones. Por otro lado, la necesidad inversora actúa como estímulo para explorar nuevas vías, a la vez que estas fusiones se presentan como una opción para innovar y adentrarse en proyectos y desarrollos hasta la fecha no previstos.
Las entidades financieras deberán apostar por aunar sistemas de gestión, bases de datos o aplicaciones, por poner sólo unos ejemplos, pero además será el momento de que iniciativas ligadas a la productividad se definan de forma definitiva y que la llegada de cloud computing, modelos basados en servicios y de infraestructuras de virtualización se consideren como alternativas tangibles y definitivamente realistas.
El impacto que tendrán operaciones de estas características en el sector es evidente, toda vez que se observan más de diez procesos de fusión en marcha en estos momentos -algunos de ellos ya rubricados-. La consecuencia de todos ellos será la búsqueda de la eficiencia y, en cuanto a su repercusión en las propias tecnologías, de la optimización de las infraestructuras TI. Es la hora de reconfigurar los procesos internos y de ahondar en nuevos caminos que hagan posible la productividad tanto empresarial como personal, con la colaboración y los servicios online como puentes que faciliten la obtención de estos objetivos. . Los departamentos de tecnología, con el CIO al frente, tienen ante sí el reto de formalizar su transformación interna. Por un lado, la organización de los recursos propios se presenta determinante; en tanto que la relación con los diferentes proveedores adquiere una nueva dimensión que obligará a replantear los acuerdos actuales. En cualquier caso, la ‘nueva entidad’ resultante deberá salir ganando como parte de su evolución.