“El dato y el conocimiento deben fluir de la mano por la empresa”

Ramón Revuelta se ha reinventado tras 15 años como responsable de los sistemas informacionales de Seguros Santalucía, asumiendo, en el pasado mes de mayo, el papel de Chief Data Officer; un cargo nuevo tanto para él como para la compañía, y que está construyendo poco a poco apoyándose en todas las áreas de negocio.

¿En qué consiste su nuevo rol como Chief Data Officer (CDO)?

R. R.: Asumiendo las responsabilidades del CDO, he dado un salto importante de un perfil más puramente tecnológico, preocupado únicamente por la construcción de los sistemas, a uno más implicado en el negocio. De esta forma, mi misión ahora es fomentar la colaboración entre todas las áreas de la empresa para que hagan un uso adecuado de los datos y se pueda extraer valor de ellos, de forma útil y ordenada.

¿Qué nuevos retos ha supuesto para usted, en particular, y para la empresa, en general, su nueva posición?

R. R.: El principal reto para mí y para la empresa es el mismo en este caso, y es el de dar forma a la figura del CDO con rigor y con cariño; una figura que no existía previamente en la compañía y que, por tanto, aún no está madura.

¿Qué proyectos ha puesto en marcha desde que empezó en el cargo?

R. R.: Lo primero ha sido determinar las reglas del juego, es decir, la forma en la que se van a tratar los datos atendiendo a las nuevas necesidades del negocio y a las exigencias de seguridad. No obstante, estas reglas deben ser flexibles y servir para que juguemos todos. Por este motivo, he creado una Unidad de Gobernanza del Dato, compuesto por un equipo de personas pertenecientes a las diversas áreas de Santalucía, que además de continuar trabajando en sus tareas diarias, participan de un foro común que me sirve para tener una visión integral de la organización y que el dato y, por tanto, el conocimiento, fluyan de la mano y sin problemas por esta.

¿Cree que la figura del CDO es igual de relevante en todas las empresas y sectores? ¿Qué importancia específica considera que tiene en su organización?

R. R.: Considero que cada sector, que cuenta con su propia trayectoria, objetivos y normas regulatorias, tiene que particularizar el manejo de su información y su procedencia. Lo único que une a todos los sectores es el afán de extraer valor del dato y protegerlo. En cuanto a los Seguros, al manejar información altamente sensible de sus clientes, es un sector muy regulado y cuyo mayor activo es la confianza. Así, la utilización de los datos está focalizada en hacer una gestión precisa en pro del servicio a las personas.

¿La visión de la empresa sobre el CDO es la de un aliado o mira su actividad con recelo?

R. R.: Lo cierto es que me ha sorprendido gratamente la buena acogida que ha tenido entre los miembros de las áreas a las que les he pedido un esfuerzo adicional de cooperación que, además, no venía impuesto desde la dirección, sino que lo han hecho de forma voluntaria. Creo que la clave está en presentar este nuevo rol como una ayuda al empleado que le posibilita hacer más cosas, no como un vigilante que les corta las alas.

¿Qué diferencia existe entre su función y la del Chief Protection Officer (CPO)?

R. R.: La responsabilidad del CPO está ligada a garantizar la protección y privacidad del dato, es decir, a salvaguardarlo de los accesos malintencionados. Esta acción está más relacionada con la labor del CISO que con la del CDO, quien se encarga de establecer buenas prácticas para extraer valor del dato aplicando criterio de negocio, ayudado por las nuevas tecnologías.

¿Es compatible cumplir la normativa con sacar el mayor provecho de los datos?

R. R.: A pesar de que pueda parecer lo contrario, se puede sacar un gran valor de los datos cumpliendo con lo que dicta la ley, ya que, aunque las trampas son siempre una tentación, en una aseguradora como Santalucía no nos podemos permitir errores de privacidad. Nos puede salir más caro cualquier trampa o atajo que tomemos que realizar nuestra labor correctamente.

El CDO establece buenas prácticas para extraer valor del dato con criterio de negocio, ayudado por las nuevas tecnologías

¿Por fin está España al día con GDPR?

R. R.: GDPR supone la creación de un escenario legal que implica diseñar una estrategia de seguridad desde el origen del proceso de recogida de datos, no es un procedimiento reactivo a una incidencia. En España tenemos un buen nivel de securización, sin embargo, nos falta apostar por la innovación; esperamos a que la tecnología nos guíe, en vez de guiarla nosotros. En este sentido, es necesario asumir riesgos y no tener miedo a detectar fallos, ya que estar 100% protegidos es prácticamente imposible. La agilidad a la hora de tomar el control cuando surge una brecha de seguridad o un ataque es lo que nos diferencia de nuestros competidores.