La crisis no ha frenado la evolución positiva del comercio electrónico en España, que sigue disparado a pesar de la incertidumbre de los consumidores. Según datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), la facturación del comercio electrónico en España aumentó un 24,8% en 2014, hasta alcanzar los 15.891 millones de euros, 3.160 millones más que en 2013. Mientras tanto, durante el cuarto trimestre del año pasado, los ingresos han crecido un 25,8% interanual, hasta alcanzar los 4.316 millones de euros.
Como en otras ocasiones, los sectores de actividad con mayores ingresos durante 2014 fueron las agencias de viajes y operadores turísticos (con el 13,2% de la facturación total); el transporte aéreo (7,7%); y las prendas de vestir (5,7%). Por su parte, los electrodomésticos y los artículos de imagen y sonido fueron la novena categoría por peso en la facturación, con un 2,8% del total de los ingresos. Es decir, los españoles se gastaron en este capítulo 445 millones de euros.
Medido por el número de transacciones, en el cuarto trimestre de 2014 se han registrado cerca de 68 millones de transacciones, un 24% más. El marketing directo y la venta de discos, libros, periódicos y papelería han liderado el ranking por compraventas (7,9% del total, cada una).
Segmentado geográficamente, las webs de comercio electrónico en España se han llevado el 56,4% de los ingresos en el cuarto trimestre de 2014. Mientras que el 43,7% restante ha correspondido a compras con origen en España hechas a webs de comercio electrónico en el exterior.
Mientras tanto los datos de la CNMC demuestran que el e-commerce español es deficitario para el país. Es decir, que compramos más desde España al extranjero, que lo que lo hacen los usuarios que viven fuera a sitios webs locales. El saldo neto exterior arrojó el año pasado un déficit de 1.226 millones de euros. Además, el 90,6% de las compras desde España hacia el exterior se han dirigido a la Unión Europea, seguidas de Estados Unidos (3,9%).