¿Cultura? Se trata de los cambios por los que debe pasar el liderazgo central de las organizaciones y la TI corporativa para que sus organizaciones puedan continuar innovando, optimizar las operaciones y seguir siendo competitivas. En los últimos años, se ha dicho a las organizaciones que solo hay un camino hacia el éxito: ‘Transformación digital’. Para mí, un buen enfoque sería hablar sobre agilidad en lugar de usar palabras de moda como transformación digital. Sigo escuchando definiciones de transformaciones digitales que, cuando menos, son desafortunadas. La gente todavía piensa que la transformación digital se trata de digitalizar cuando, de hecho, se trata de preparar a la organización para la incertidumbre, dotándola de la agilidad necesaria para salir más fuerte y exitosa de cada giro brusco y disruptivo que nos depara, y seguirá deparando, el mercado. A modo de ejemplo, en un futuro las organizaciones pueden necesitar comercializar directamente a las máquinas. Gartner estima que hay más máquinas (7,8 B) que pueden actuar como clientes que clientes humanos (5,2 B) en el planeta.
En una organización ágil el departamento de TI y el CIO juegan un papel clave, dejando de ser un departamento de servicios internos, encargado de gestionar y mantener una infraestructura de sistemas capaz de soportar los procesos de gestión de la organización, para pasar a ser una pieza estratégica de la organización, lo que conlleva: la inexcusable estrecha relación CEO-CIO, la participación en las decisiones estratégicas, y el desempeñar un papel innovador en el uso de las TI de la información para ganar ventajas competitivas para la empresa.
La Industria 1.0 fue antes de Ford. La Industria 2.0 provino de las líneas de producción y máquinas creadas por Ford. La industria 3.0 se logró mediante la implantación de software de gestión a los procesos de negocio y a los procesos de fabricación que admitían estas máquinas en la fábrica, y la explotación de la información contenida en estas aplicaciones de gestión. La industria 4.0 es la unión real de máquinas y software en la fábrica y fuera de la fábrica. Los chips RFID en productos, relojes inteligentes, teléfonos celulares, transformadores de potencia, monitores cardíacos… todos generan información en tiempo real alimentando datos a diferentes ramas de la organización; datos sobre los que aplicar tecnologías como la inteligencia artificial y el aprendizaje automático.
La iniciativa del CIO
La innovación y la optimización deben suceder más rápidamente y los responsables de las líneas de negocio no pueden esperar a que actúen los líderes centrales, ellos son los primeros en darse cuenta de lo que hay que hacer para optimizar el negocio e innovar.
La transformación digital consiste en preparar a la organización para la incertidumbre, dotándola de la agilidad necesaria para salir más fuerte y exitosa de cada giro del mercado
Hay un gran cambio de paradigma durante estos años y se está acelerando, ¿crees que puedes mejorar algo? ¡Solo hazlo! No pidas permiso para ello. Pero eres el responsable de lo que haces, de hacerlo funcionar y de supervisarlo y monitorizarlo. Ya no se trata de ser un minorista que tiene un departamento de TI, ahora es una empresa que conecta a las personas con productos gracias a los servicios de software que ha desarrollado. Ya no eres un fabricante de automóviles, eres una compañía de servicios que brinda la mejor experiencia al conductor, en gran parte gracias a las TI que utilizas para ofrecer muchos de estos servicios.
Este cambio de paradigma, actualmente, supone el gran reto al que se enfrenta el CIO, al igual que el liderazgo central de la organización. Ninguno de los dos debe convertirse el cuello de botella para las organizaciones ágiles. Pero ¿cómo puede delegar tanto a toda la organización y asegurarse de que todos sigan las mejores prácticas de gobierno y seguridad de los datos? En mi opinión, hay que tener una estrategia de arriba hacia abajo para permitir una innovación de abajo hacia arriba. Por ejemplo, el CIO debe asegurarse de minimizar los riesgos habiendo definido una plataforma de innovación estratégica, sobre la que los diversos equipos deberán trabajar, que le permita prevenir y evitar bloqueos y violaciones de datos, y asegurarse de que todos siguen las mejores prácticas de gobernanza, y donde el uso del servicio se puede medir, monitorear, valorar y escalar.