En primer lugar, debemos destacar que las inversiones en tecnología están en alza. Por eso, no debe sorprendernos la gran presencia que tienen en los medios las criptomonedas y el sector Forex. Este último se encarga de comercializar monedas de países, mientras que el primer únicamente monedas y activos digitales.
Ambas han mostrado una gran capacidad de crecimiento en estos años, aunque en diferente tamaño. Forex llega a los USD 6,6 billones de transacciones diarias, mientras que las criptomonedas poseen un tamaño de USD 1,7 billones en la actualidad. Sin embargo, esas cifras se encuentran en constante crecimiento.
Existen muchos factores que los distinguen y uno de ellos es la capacidad de operar con contratos por diferencia o CFDS que es la sigla con las que se conoce, entre otras variantes que los diferencia y repasaremos a continuación.
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Volatilidad
Ambos son por naturaleza volátiles. Sin embargo, las criptomonedas tienen una tendencia al alza y a la baja más extensas, ya que se manejan más por los sentimientos del mercado y no por valores subyacentes. La reciente racha negativa de las criptomonedas confirma este factor, sin ir más lejos.
Los casos más concretos son los de Bitcoin, que sufrió una depreciación de casi el 50% tras su máximo histórico. Lo mismo con Ethereum, que experimentó pérdidas mayores al 20% de su valor. Esas bajas pronunciadas pueden explicarse por las amenazas de más regulación por parte de los Estados o decisiones empresariales como la de Tesla de no permitir a Bitcoin como medio de pago.
En tanto, en Forex la volatilidad es menos pronunciada, sobre todo en los pares de monedas más importantes como el EUR/ USD. Suelen ser considerados refugios de valor seguros y son altamente líquidos, por lo que su compra y venta es fácil.
Regulación y seguridad
El concepto de Blockhain llegó a todos con Bitcoin en 2009 y parece ser altamente seguro. Sin embargo, todavía es un sector emergente y conlleva distintos riesgos, sobre todo vinculados a ataques informáticos y no tener un ente al cual reclamar en caso de problemas.
Así, si bien el Blockchain es altamente seguro, también es irreversible, por lo que un movimiento desleal es difícil de anular. La ausencia de un marco regulatorio universal, dificulta aún más la seguridad y regulación.
El sector Forex, en tanto, no cuenta con una única entidad reguladora, ya que cada país tiene su propia autoridad al respecto para realizar auditorías y otorgar licencias. Así, los Bancos Centrales y Organismos de Control de cada país se centran en que se cumplan las normas de transparencia y seguridad de las operaciones.
Transparencia
Por último, y en relación a lo dicho, las criptomonedas son un mercado regulado por sus propios participantes, de allí su carácter descentralizado, por lo que activos como las criptomonedas permiten a los usuarios dejar de lado las manipulaciones de los pesos pesados del mercado.
El sector Forex, en tanto, es todavía más sensible a este tipo de movimientos, más en la era digital, ya que ha habido casos de bancos y autoridades centrales que efectuaron manipulaciones para su propio provecho. Algo así sería imposible en las criptomonedas, ya que la naturaleza de Blockchain lo prohíbe: no hay un punto central que cuente con mayor ventaja que otros en la cadena.
Así, esta sofisticada tecnología crea una suerte de libro de transacciones transparente e inmutable con el fin de dejar guardada toda la información para que todos puedan verla, significando una gran ventaja en relación a la seguridad y transparencia si no se quiere caer en especulaciones financieras de los grandes pesados.