CSC presentó en el pasado Gartner Symposium ITxpo 2015, celebrado en Barcelona, su visión, tecnologías y primeros proyectos piloto en torno al denominado coche conectado. Aún en fase conceptual de desarrollo y sin un estándar global aceptado por la industria, la multinacional afirma ya disponer de las soluciones tecnológicas y servicios de integración necesarios y que ya se están desplegando sendos proyectos piloto que aprovechan las últimas tecnologías disponibles, englobadas en lo que se conoce como Tercera Plataforma (Big Data, Movilidad, nube), y que son imprescindibles para hacer realidad el coche conectado.
Gartner estima que, en 2016, habrá 6.400 millones de cosas conectadas, especialmente casas, máquinas y todo tipo de vehículos, cifra que prevé que aumente a un ritmo del 30% anual, a partir de ahora. Apoyada en tecnologías Big Data, Cloud y Analytics, la multinacional está definiendo los modelos que gestionarán estos vehículos, dentro de una plataforma de servicios conectados de principio a fin, ya sean comerciales, postventa, de gestión flotas de camiones, o de seguros, entre otros.
Habrá casos prácticos en diferentes áreas y sectores, desde estaciones de servicio, gestión de flotas de vehículos, sistemas de interacción con el conductor, servicios de emergencia, fabricantes de coches o compañías de seguros. Al mismo tiempo, las soluciones son aplicables a consumidores y usuarios, para adaptarlas a la práctica de la conducción y al comportamiento al volante.
CSC no sólo ha ideado una oferta tecnológica integral para afrontar este prometedor mercado, sino que ya trabaja en dos proyectos piloto que trasladan el novedoso concepto al terreno. El primero de ellos ha permitido generar dos algoritmos diferentes, desarrollados en una firma de transportes, para medir el comportamiento al volante de sus conductores, mediante una app, basada en la aceleración y freno, velocidad de crucero y otros parámetros relevantes que miden la exposición al riesgo, en función de los trayectos, tipo de carretera y hora del día, o condiciones de tráfico.
El segundo proyecto está siendo implantado por una compañía de seguros en Estados Unidos y Canadá, con 81 millones de clientes, que ha creado una plataforma Big Data, basada en datos telemétricos, para lograr una llegada más rápida al mercado y asegurar su cumplimiento. En este caso, CSC ha proporcionado una plataforma integrada, robusta y segura que utiliza analíticas Big Data y tecnologías de ciberseguridad, para escalar a 6 millones de clientes, y ofrecer alta continuidad de negocio, incluyendo monitorización 24×7 y soporte.
Para ello, se ha definido un prototipo, con su hardware y software correspondiente, que ha demostrado la virtualidad de cada paso del proyecto, desde una caja telemática con datos del vehículo y un centro telemático del proveedor del servicio, hasta una app para móvil y portal web, asistencia en carretera, en contacto con un centro de emergencias y con la propia compañía de seguros. Su principal objetivo es recoger los datos emitidos por el dispositivo telemático y el propio coche, y enriquecer esa información con localización y servicios de abonado que permitan mejorar tanto el servicio que presta a sus clientes como las condiciones y seguridad de la conducción.
“Estas dos iniciativas vienen a trasladar al mundo real las mejores tecnologías Big Data, Analytics y Cloud, disponibles en nuestros días, para agilizar la gestión de flotas, mejorar las prácticas de conducción o los resultados de las compañías de seguros, a partir del innovador concepto de coche conectado”, ha explicado el director general de CSC en España, Jesús Daniel Salas, quien confirmó que “la Tercera Plataforma es la próxima generación informática y está basada en las tecnologías más punteras, desde el punto de vista de la innovación. Movilidad, nube y análisis masivo de datos son las tres patas de esta nueva realidad que será protagonista del futuro tecnológico más cercano”, concluye el directivo.
Es precisamente este ecosistema el que está definiendo CSC. Su estrategia observa el coche conectado y todos sus interfaces de conexión como un punto de partida para un proceso global, basado en las necesidades reales del cliente, que impulsan nuevos y mejorados modelos de negocio.
