El 60% de las empresas andaluzas y extremeñas manifiestan que la tecnología se ha convertido en una de las variables de mayor impacto en sus negocios, junto con el factor económico. Así, para una mayoría de empresas de ambas comunidades, los aspectos relacionados con la tecnología han ido ganando influencia en la evolución del negocio, situando a la digitalización como uno de los principales vectores de crecimiento. Esta visión predomina de forma bastante homogénea en todos los sectores de actividad, aunque sobresale, sobre todo, en los más dependientes del componente digital, como el financiero, el tecnológico o los media, así como entre las empresas de naturaleza familiar.
Esta es una de las principales conclusiones extraídas del Barómetro de Digitalización de Andalucía y Extremadura 2023, un estudio impulsado por la Cátedra SEIDOR de Agenda Digital para la Alta Dirección, creada dentro de San Telmo Business School para canalizar los contenidos y enfoques que sobre digitalización e innovación precisan las empresas. Para la elaboración de este barómetro se han consultado 178 empresas que operan en ambas comunidades autónomas, con el objetivo de pulsar el rol que las organizaciones otorgan a las tecnologías digitales como motor de crecimiento.
El estudio se ha presentado en el transcurso de la jornada Transformación Digital: Liderazgos, Barreas y Amenazas, que ha cerrado Antonio Sanz, consejero de Presidencia, Interior, Diálogo social y Simplificación Administrativa de la Junta de Andalucía.
3 de cada 4 empresas consultadas (77%) estima que la digitalización es un factor de transformación activa de su negocio
Entre las conclusiones del estudio que pone de manifiesto la centralidad de la tecnología en el desarrollo de los negocios en ambas regiones, lo que pone de relieve el hecho de que 3 de cada 4 empresas consultadas (77%) estima que la digitalización es un factor de transformación activa de su negocio. Hay consenso, pues, entre las empresas de que la digitalización está transformando los sectores de actividad y que es uno de sus principales ejes de competitividad.
Antonio Hidalgo Pérez, Secretario General de San Telmo Business School, ha manifestado que “el estudio revela que, en el actual entorno económico incierto que nos rodea, los directivos otorgan a la digitalización una relevancia indiscutible como vector influenciador positivo de sus negocios. El valor del estudio radica en que muestra las principales tendencias en la estrategia e inversión tecnológica en organizaciones de distinto tamaño y volumen de negocio, a lo largo de ambas Comunidades, señalando los principales objetivos de su transformación en un escenario digital”.
Por su parte, Iván González, director de marketing, comunicación y sostenibilidad de SEIDOR, considera que uno de los valores destacados del estudio reside en que muestra que “la transformación digital se ha convertido en la principal impulsora de la competitividad empresarial andaluza y extremeña, alcanzando una posición central en el diseño de las estrategias empresariales y pasando de ser un factor de back office a uno de front office, con un incremento significativo de su impacto en la relación de las organizaciones con sus clientes o usuarios y con el conjunto del mercado”.
Asimismo, este protagonismo creciente de la tecnología como factor competitivo, lo confirma el hecho de que, en la casi totalidad de las empresas consultadas, las decisiones relativas a la transformación digital las está asumiendo la dirección general. En concreto, el 62% de las empresas manifiestan que el liderazgo de las estrategias e iniciativas de transformación digital las llevan a cabo sus direcciones generales, mientras que solamente en un 11% de casos es el director TI es quien asume este rol.
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La tecnología pasa del back al front office
La tecnología está dejando de tener un rol de back office para pasar a tener protagonismo máximo en el front office. El principal indicador de esta evolución es que, según las compañías consultadas, para superar los gaps digitales relevantes, sus inversiones y proyectos basados en tecnologías digitales, deben dirigirse, sobre todo, a las áreas de marketing, ventas y atención al cliente.
A nivel de los factores que las empresas estiman más importantes para construir su estrategia para 2023, figuran, por orden de mayor a menor grado de importancia, la optimización de procesos, el desarrollo de nuevos productos, la atracción y fidelización de talento y la digitalización de los canales de venta. Estos cuatro pilares son, pues, imprescindibles para robustecer la capacidad de las organizaciones de sostener y relanzar sus negocios, en un entorno cambiante e incierto, y bajo la presión de una competencia cada vez más global y eficiente.
El estudio pone de relieve la rápida evolución del ecosistema tecnológico con proyectos de inversión en ciberseguridad, IoT o Inteligencia Artificial
Asimismo, el estudio pone de relieve la rápida evolución del ecosistema tecnológico con proyectos de inversión en ciberseguridad, IoT (internet de las cosas) o Inteligencia Artificial, las compañías siguen invirtiendo en business intelligence y analytics, en ERP e infraestructura en la nube (Cloud).
Por otra parte, en un mercado con una oferta tecnológica cada vez más amplia, la elección del proveedor de un servicio TI se ha convertido en un factor determinante del éxito de la implantación tecnológica. En este sentido, hay una mayoría de empresas que señalan que lo más valoran en la elección del proveedor es su conocimiento técnico y proactividad, por delante de aspectos tales como su conocimiento estratégico, cercanía o capacidad de gestión.
La tecnología como refuerzo positivo ante las crisis
A pesar de los frenos y de los temores, un 75% de las empresas consultadas coinciden en que la tecnología tendrá un efecto positivo clave o significativo a la hora de mitigar la volatilidad y tensiones del entorno. En este sentido, los sectores de base digital son los que más se han beneficiado de sus recursos tecnológicos, a la hora de enfrentar estas circunstancias.
A nivel global, la sostenibilidad cada vez se tiene más en cuenta a la hora de diseñar los procesos productivos de las organizaciones. Sin embargo, las empresas consultadas no muestran que sea un aspecto clave, obteniendo una valoración general en las encuestas entorno a los 2 puntos sobre 5. Esta discreta valoración está probablemente explicada en que aún no se pone el foco en el uso de tecnologías limpias, ni en primar el ahorro de energía a la hora de seleccionar proveedores de proyectos o servicios tecnológicos.
