¿Qué es Alastria?
M. G.: Alastria es una organización sin ánimo de lucro que promueve la economía digital en España a través del desarrollo de blockchain. Es un punto de confluencia para empresas e instituciones de todos los tamaños y sectores. Es un proyecto pionero, capaz de impulsar la innovación anticipando el posible interés de la sociedad española por el uso de productos y servicios basados en blockchain.
¿Cuántos miembros componen esta iniciativa? ¿Se pretende ampliar el número?
M. G.: En la actualidad la cifra de socios ronda los 350 y no para de crecer a un ritmo de unos 20 al mes. El 25% son grandes empresas, el 38% pymes y el resto universidades, administraciones públicas, parques tecnológicos, etc. Cuanto más talento y esfuerzo sumemos, más cerca estaremos de conseguir nuestros objetivos.
¿Qué ofrece su asociación?
M. G.: Alastria construye una infraestructura básica en blockchain, la Red Alastria, y un estándar de identidad digital, el ID Alastria, que otorga validez legal a las transacciones dentro de la red. Buscamos la democratización del acceso a blockchain haciendo accesible a los desarrolladores las herramientas necesarias para trabajar con esta tecnología. Ofrece también a las empresas socias la posibilidad de conocer el estado del arte real de esta tecnología e innovar reflexionando en la creación de casos de uso transversales en los que pueden participar muchos actores, entre ellos los reguladores.
¿A quiénes podrían interesar estos servicios en España?
M. G.: A cualquiera. Alastria no ofrece un servicio, suma talento para colaborar en la construcción de una infraestructura que nos beneficie a todos, que permita competir sobre ella en la creación de soluciones prácticas que impulsen el desarrollo económico. Ser parte de Alastria permite participar del diseño de la primera DLT (tecnología de registro distribuido) española, operando un nodo validador y observador, lo cual da acceso además a un entorno que permite habilitar servicios y productos blockchain en entornos regulados.
¿Es blockchain una moda o tiene visos de arraigarse?
M. G.: Blockchain no es una moda, está naciendo, es cierto, y le queda mucho recorrido por delante, pero acabará convirtiéndose en una tecnología de aplicación básica, como el resto de las que sustentan Internet en la actualidad. Soluciona problemas que aún están pendientes de resolución, lo que le augura un futuro sólido.
¿Por qué apostar por esta tecnología?
M. G.: Blockchain nos permite crear nuevas aplicaciones y mejorar las existentes otorgándoles unas características específicas (transparencia, gestión adecuada del uso del dato, trazabilidad, etc.) y cumpliendo, al mismo tiempo, con la regulación.
¿Cuál es su talón de Aquiles?
M. G.: En estos momentos lo que necesita blockchain es talento en su desarrollo. Es clave formar desarrolladores y darles acceso a herramientas que permitan realizar su trabajo. Se trata de una tecnología aún incipiente y para poder beneficiarnos realmente de sus virtudes hay que contar con talento.
Finalmente, ¿qué avances veremos en el futuro?
M. G.: Ya hay ejemplos de uso que apuntan lo que veremos dentro de unos años, pero el futuro en este sentido es inabarcable. Lo que veremos, sin duda, es una mayor confianza en los intercambios de valor entre entidades, ya sean personas, empresas o incluso objetos. Solo eso, la consolidación de la confianza en todas nuestras relaciones ya supone un cambio revolucionario.