Nos adentramos en 2023 en medio de un entorno de incertidumbre. La invasión rusa de Ucrania y la crisis energética asociada han generado una desaceleración económica y una elevada inflación con consecuencias negativas para las economías de todos los países, ya erosionadas por la pandemia.
Las empresas y administraciones públicas deben responder aumentando su eficiencia, y la digitalización se erige como elemento deflacionista. Perseverar en la transformación digital facilitará una reducción de costes en el medio y largo plazo, pues aumenta la agilidad, competitividad y resiliencia de las organizaciones. Es decir, permite hacer más con menos.
La tecnología se convierte en el viento de cola cuando hay otros muchos en contra. España tiene ante sí una enorme oportunidad de demostrar que es un país innovador, con un enorme potencial, digital y sostenible.
Según IDC, el mercado tecnológico en España crecerá a un ritmo medio del 5% hasta 2026 e impulsará nuestra economía y la propia industria digital. Desde Microsoft queremos potenciar los procesos de digitalización de las organizaciones con el soporte de nuestro canal de partners, que nos ayudan a construir soluciones a la medida de sus necesidades.
Las organizaciones se han dado cuenta de los beneficios de la nube para reforzar las relaciones con sus clientes, empoderar a sus empleados y mejorar sus operaciones
La nube continuará siendo pieza central en estos procesos. Se prevé que el gasto europeo en nube pública, excluyendo a Rusia, aumente un 26,4% este año y es que las organizaciones se han dado cuenta de sus beneficios para reforzar las relaciones con sus clientes, empoderar a sus empleados y mejorar sus operaciones. 2023 se plantea muy interesante con la apertura de nuestra Región de Centro de Datos en España, que nos dotará de la escala necesaria para acercar aplicaciones innovadoras a organizaciones públicas y privadas, de todos los tamaños y sectores, manteniendo la residencia de los datos y proporcionando opciones muy amplias de cumplimiento normativo.
Esta apuesta, junto a políticas adecuadas para maximizar la seguridad, hará posible una oferta de nube que garantizará aspectos tan relevantes como la soberanía de datos y la trazabilidad completa de estos, así como el refuerzo del cumplimiento normativo.
Estamos dando grandes pasos en este sentido y, desde enero de 2023, a través de nuestra iniciativa ‘EU Data Boundary for the Microsoft Cloud’, extendemos nuestros compromisos en cuanto a residencia de datos para que nuestros clientes empresariales y del sector público puedan almacenar y procesar todos sus datos dentro de la UE. Se trata de una solución de residencia de datos pionera en el sector, desarrollada a partir del feedback de los clientes y que iremos mejorando continuamente en distintas fases. El cloud también contribuye a mejorar la sostenibilidad. Por ejemplo, con Microsoft Azure se puede llegar a reducir la huella de carbono de una empresa hasta un 98% e incrementar hasta en un 93% la eficiencia de uso de energía, algo clave en estos momentos.
Asimismo, podremos lograr una menor latencia y mayor control sobre el ancho de banda, algo que facilitará la apertura de la economía española a nuevos escenarios en torno a tecnologías 5G, edge computing e Industria 4.0; o impulsar la innovación en el desarrollo de nuevos servicios de movilidad inteligente, la aplicación del metaverso a procesos industriales o la telemedicina, por ejemplo.
Estamos convencidos de que el futuro de la tecnología pasa por un compromiso humanista y ético que asegure que la innovación se enfoque en amplificar las capacidades humanas. Lo importante no es lo que la IA puede hacer, sino lo que debe hacer. Por ello, debe desarrollarse desde un esquema de confianza que garantice la privacidad, así como la seguridad, responsabilidad, transparencia, equidad e inclusión.
Talento digital
Para lograrlo, necesitamos el mejor talento digital. El 46% de las organizaciones no lo encuentra. Cualquier empresa que quiera ofrecer servicios diferenciales tendrá que adoptar inteligencia artificial, Internet de las Cosas, la ciencia de datos o la informática cuántica. Por ello, es esencial dotar a las personas con las capacidades necesarias para que puedan aprovechar al máximo sus beneficios.
Desde 2008, las inversiones en formación digital en las empresas se han estancado a nivel mundial. Y ello, pese a que, en los próximos diez años, unos 800 millones de personas en todo el mundo necesitarán adquirir nuevas habilidades para poder tener una oportunidad en la nueva economía digital.
En Microsoft continuaremos trabajando por una formación adecuada e inclusiva. Hemos dado un nuevo paso dentro de nuestra iniciativa junto a LinkedIn, con el objetivo global de que en 2025 hayamos formado y certificado a diez millones de personas, impulsando la empleabilidad y competitividad de las empresas.
Tenemos que situar a España en un puesto de liderazgo sobre la base de la digitalización sostenible, con una clara apuesta por la capacitación digital del capital humano. Sin ello, no será posible un crecimiento sostenido de nuestra economía.
