Xfera ha confirmado la verdadera realidad de la tercera generación de telefonía móvil. A un primer anuncio donde afirmaba su intención de reducir personal y congelar sus planes de negocio hasta que las condiciones del mercado fueran más favorables, le ha seguido otro donde viene a confirmar sus negras previsiones.
El Consejo de Administración de la cuarta operadora móvil ha decidido despedir a 440 personas de los 600 con que contaba, manteniendo sólo a 160 empleados destinados a puestos clave -según un comunicado hecho público por la operadora-, de forma que la compañía esté preparada para comenzar a ofrecer servicio en cuanto sea posible y se le permita la viabilidad comercial de su proyecto. De esta forma, la operadora -que dispone de estaciones base en 24 ciudades españolas- asegura que mantendrá sus actividades de despliegue de infraestructuras, contratación de emplazamientos y planificación de la red.
En este sentido, hay que reseñar que Nortel Networks y Ericsson son los fabricantes que desarrollaban el proyecto de despliegue de Xfera y podrían verse afectados por la paralización de los planes de la operadora móvil. Xfera decidirá en los próximos días en qué medida la decisión tomada por el Consejo de Administración afectará a los planes de desarrollo de la red, aunque desde la operadora se asegura que será más lento, adaptándolo a la realidad del mercado. Tanto en Nortel Networks, a la hora del cierre de esta edición, como en Ericsson no se había recibido ninguna comunicación sobre posible variaciones en los planes de despliegue si bien se estaba pendiente de mantener reuniones con el operador. Desde Ericsson, que se encarga de la parte de acceso de la red, se asegura que de los 300 despidos anunciados recientemente, ninguno es consecuencia de la situación de Xfera. Mientras en Nortel, que desarrolla la parte del core de la infraestructura, podría haber un mínimo de 100 personas involucradas en este proyecto, si bien parte del equipo dedicado al proyecto procede de Francia, y a las que habría que sumar un buen número de empleos propiciados de forma indirecta, al igual que Ericsson, a través de subcontratas.
Xfera ya anunció el pasado 17 de octubre la decisión de mantenerse en estado de hibernación, renunciando a tecnologías como GSM o la intermedia GPRS, hasta que se hicieran realidad unas mejores condiciones del marco regulatorio o tecnológicas. El operador vio como primeramente el Gobierno decidía paralizar un concurso para conceder dos nuevas licencias GSM, de las que previsiblemente Xfera se haría con una de ellas. Posteriormente, el ministerio de Ciencia y Tecnología siempre se ha negado a concederle espectro radioeléctrico que le permitiera brindar servicios de telefonía móvil hasta la llegada de UMTS.
La única salida viable que le llegaba a Xfera era alcanzar acuerdos con otros operadores de telefonía móvil para la compra de minutos funcionando como un operador virtual. A pesar de alcanzar un acuerdo con Airtel el pasado mes de agosto para ofrecer servicios de voz y datos GSM y GPRS, Xfera decidió no llevar a cabo la prestación de servicio a través del operador de Vodafone al considerar la escasa rentabilidad que supondría para su negocio.