José Manuel Soria ha inaugurado el tradicional Encuentro de las Telecomunicaciones que un año más se celebra en la ciudad de Santander. El ministro de Industria, Energía y Turismo aprovechó para asegurar que llevará “en breve” al Consejo de Ministros la nueva Ley General de Telecomunicaciones, ya analizada por el Gobierno en primera lectura, que pretende lograr un marco regulatorio estable y simplificar cuestiones administrativas, una ley que “se inserta dentro del plan nacional de reformas que está llevando a cabo el Gobierno como parte esencial de la política económica”. Las primeras informaciones apuntan a que será previsiblemente el 13 de septiembre la fecha elegida para aprobar dicha ley, aunque de momento no ha sido confirmada.
Soria ha indicado que la Ley busca lograr un marco regulatorio estable que fomente la inversión, aumente la seguridad jurídica y, además, elimine las barreras que dificultan el despliegue de redes de nueva generación. El ministro ha precisado además que con la nueva Ley se simplificarán cuestiones administrativas, eliminando la necesidad de ciertas licencias en infraestructuras que hacen uso del espectro.
Respecto a las competencias en materia de telecomunicaciones, Soria ha indicado que el nuevo superregulador, la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC), se encargará de las competencias de regulación ex-ante, así como de actuar en los conflictos entre operadores, mientras que el Ministerio de Industria se encargará de las cuestiones ex-post, así como de los asuntos relacionados con la explotación de redes.
Igualmente, Soria ha hecho referencia a la necesidad de consolidar un mercado único en Europa que permita a las empresas europeas competir a nivel mundial. En ese sentido, opina que las TIC han demostrado las carencias existentes actualmente en Europa, donde hay un mercado “muy fragmentado”. Para el ministro, un mercado único digital en Europa lograría evitar la inseguridad para empresas y ciudadanos. Bajo su punto de vista, las TIC son un mercado de “vital importancia” en la economía mundial, pero la falta de un mercado único hace que se pierdan oportunidades en Europa, se retrase la penetración de distintos servicios, como el 4G, y supone, además, una mayor debilidad para las empresas europeas.