Los directivos de los principales operadores de telefonía móvil se han puesto en pie de guerra y han lanzado un ultimátum a la Asociación GSM (GSMA) para que modifique su estructura en función de las nuevas pautas que ya están marcando los servicios móviles de la próxima generación.
El ultimátum, que se produjo durante el encuentro plenario celebrado en Suiza recientemente, los operadores acusaron a la Asociación GSM de evolucionar de forma muy lenta ante los cambios y de convertirse en un foro de discusión técnica para ingenieros, olvidando cubrir las demandas de los nuevos operadores móviles.
En este sentido, los operadores consideran que la GSMA, que engloba a un 70 por ciento de los usuarios de móviles, no haya servido de aglutinante y portavoz de los operadores en cuestiones tales como WAP o UMTS. Además, un portavoz del grupo de compañías descontentas ha apuntado al roaming (itinerancia), regulación y asuntos de salud para los usuarios, como las áreas en las que la Asociación debería de poner más atención.
Las polémicas concesiones de licencias UMTS en Europa han sido otro de los puntos de la discordia, ya que, para algunos operadores, la Asociación no ha sabido trasmitir su postura a los respectivos gobiernos que han otorgado las licencias. El portavoz de los operadores considera que la GSMA debería de haber liderado sus reivindicaciones en las concesiones de telefonía de tercera generación, que finalmente han quedado en manos de los gobiernos y los bancos de inversión.
Los operadores han dado un plazo de un año para que la GSMA adapte sus estructuras a las exigencias generadas por los nuevos mercados de telefonía móvil. En caso contrario, ya han advertido que podrían tomar ellos su propia iniciativa.
