El teletrabajo ha estado en boca de todos desde el inicio de la pandemia. Ahora que ya casi llevamos un año y medio conviviendo con la nueva situación creada por la Covid-19 la pregunta es si se va a continuar teletrabajando o no y qué riesgos plantea para las empresas españolas.
El número de ciberataques observados antes de la pandemia por ESET ya presentaba un aumento progresivo, pero desde marzo del año pasado el incremento se aceleró en España y en el mundo entero. Los ciberdelincuentes se adaptaron rápidamente al nuevo panorama y llevan intentado sacar el máximo beneficio posible desde entonces sin discriminación de tamaño de las empresas: todas son objetivo de la ciberdelincuencia.
Con 2.146.100 personas trabajando desde casa la mayor parte de la semana según los datos del primer trimestre de 2021 del INE, lo que supone un 13 % más que en el último trimestre de 2020 y un 11,2 % de la población ocupada, no es de extrañar que se haya observado en nuestro país un importante aumento en ataques de escritorio remoto. Según un informe publicado por ESET, en 2020 habían aumentado este tipo de ataques en un 768%. Aunque no es el único ataque que se ha incrementado: también lo ha hecho el robo de credenciales mediante infostealers y herramientas de control remoto.
Los infostealers son un tipo malware especializado en el robo de información, muchas veces mediante la detección de aplicaciones instaladas en el sistema, como navegadores (Google, MS Edge, Firefox…), clientes de correo, FTP o VPNs, entre otros, con el objetivo de robar todas las contraseñas que se tengan almacenadas en ellas. Este tipo de malware suele estar asociado con las herramientas de control remoto maliciosas, un tipo de software que es usado por los delincuentes para controlar a distancia un sistema infectado con el objetivo de robar información o instalar más malware.
¿Continuará teniendo impacto el teletrabajo en el sector laboral?
Esta pregunta en otros países no es tan evidente porque antes de la pandemia ya tenía una gran presencia en el sector laboral, no aquí en España. En la encuesta del INE de 2019 se destacaba que continuaba una tendencia moderada al alza de las personas que trabajaban desde casa. Las que lo hacían normalmente pasaban del 4,3% al 4,8% y las que lo hacían ocasionalmente del 3,2% al 3,5%. Pero a partir de marzo de 2020 el trabajo remoto que era algo minoritario, reservado a casos puntuales y, sobre todo, de carácter temporal, se convirtió en una necesidad para muchas empresas.
Según datos del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas sólo el 5% de la población ocupada tenía la posibilidad de teletrabajar en España en 2019, una cifra realmente baja si se comparan con otros países europeos como Dinamarca, con un 37 %; Suecia, con un 33 %; Holanda, con un 30 %; Reino Unido, 26 %; o Francia, 25 %.