Llegó la hora de los escritorios virtuales

La pandemia y el teletrabajo desatan el interés por estas soluciones.

Publicado el 21 Dic 2020

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La pandemia de Covid-19 ha disparado la demanda de tecnologías que en los últimos años se venían comportando bien a nivel comercial. Una de ellas son los escritorios virtuales, que están en la lista de prioridades de muchas empresas desde que en marzo el teletrabajo dejó de ser una rareza y se convirtió en lugar común del paisaje laboral de este país y del resto del mundo. En esencia, un escritorio virtual es un sistema que no se ejecuta directamente en el ordenador con el que accede el usuario, sino en un servidor remoto, que además puede estar en la nube. En realidad, el escritorio virtual es una imagen de un sistema operativo y unas apps que se están ejecutando a mucha distancia de donde se ubica el usuario que les saca partido. Por lo tanto, esta tecnología transfiere la capacidad de computación y la complejidad del puesto cliente al centro de datos.

Existen dos tipos de escritorios virtuales. Los VDI o virtual desktop infraestructura, que se suelen ejecutar en servidores del CPD de la misma compañía. Y también está el llamado desktop-as-a-service (DaaS), donde es un proveedor de cloud el que proporciona el equipo virtual. Desde VMware España recuerdan que marzo y abril fueron unos meses “muy intensos”, en los que las empresas se enfrentaron fundamentalmente a tres retos: “mantener a los empleados conectados y trabajando como no se había hecho nunca antes, conservar los niveles de productividad óptimos y mantener las garantías en materia de seguridad”. Por su parte, Susana Juan, responsable de soluciones cloud y partners de Arsys, un proveedor cloud que ofrece escritorios virtuales a las compañías, dice que en los últimos años ya había crecido el interés de los gerentes por este tipo de soluciones, pero admite que ahora la pandemia y el teletrabajo han actuado como “grandes impulsores” porque han permitido disipar la desconfianza y las dudas de los clientes. Como resultado, los ciclos de venta de estas soluciones se han reducido bastante. “En menos de dos semanas hemos concluido con éxito proyectos complejos que nos hubieran llevado un mes en circunstancias normales”, asegura Susana Juan.

Antonio Cruz, director de la unidad de negocio de Modern Workplace en Microsoft Ibérica, también confirma que con la pandemia ha crecido la demanda de su servicio Windows Virtual Desktop, que se ejecuta en la nube de Azure. Y destaca las migraciones llevadas a cabo por empresas como Urbaser y Pryconsa. En el caso de la inmobiliaria Pryconsa, hasta 500 empleados pasaron a realizar sus tareas desde casa con la tecnología de Microsoft en tan solo cinco días.

Los escritorios virtuales se adaptan como anillo al dedo a las necesidades de las empresas en la actual coyuntura. Se trata, por una parte, de una solución de costes ajustados y predecibles si se adquiere como servicio. Además, permite la movilidad total de las plantillas (solo hace falta una conexión a Internet). Los equipos de TI pueden gestionar de forma centralizada los puestos clientes, cuidando lo que se instala cada empleado y automatizando la aplicación de políticas de seguridad, por ejemplo. Esto es clave para un departamento que siempre anda escaso de recursos. También es importante destacar que con la virtualización del puesto se clarifica mucho el licenciamiento en las compañías, que pueden evitar así la instalación de software que luego no se usa. Y, lo más evidente, las empresas ganan en espacio y reducen mantenimientos, pues desaparecen muchos servidores, sobre todo si el servicio se adquiere desde la nube de un proveedor.

En esencia, un escritorio virtual es un sistema que no se ejecuta directamente en el ordenador con el que accede el usuario, sino en un servidor remoto

Mayor seguridad que en los despliegues tradicionales

Pedro Zaldívar, responsable de desarrollo de negocio de infraestructuras del integrador tecnológico Nunsys, que vende tecnología de VMware, Citrix y Microsoft, la Santísima Trinidad en el mundo de la virtualización de escritorio, recalca que una de las ventajas clave de esta tecnología es que permite “realizar despliegues de escritorios y aplicaciones de forma automatizada en cualquier parte del mundo y de forma desatendida, así como monitorizar y actualizar todos ellos de forma rápida”. Zaldívar también recuerda que la seguridad en estos entornos es mayor que la habitual en los despliegues de hardware tradicionales. “En un entorno de escritorios virtuales, toda la información de la organización está localizada en los centros de datos, lo cual permite implementar estrategias de ciberseguridad más efectivas que eviten que nuestra información se pueda ver comprometida”, incide Zaldívar. Por su parte, Antonio Cruz, de Microsoft, destaca que su herramienta Windows Virtual Desktop es un servicio gratuito que se puede activar con una licencia de Microsoft 365 o Windows 10. Aunque, eso sí, las empresas tienen que pagar por las instancias de Azure Virtual Machines y Azure Storage que se consumen durante el uso del servicio.

Una persona trabaja desde casa.
Una persona trabaja desde casa.

Para el empleado, la virtualización del desktop también tiene ventajas evidentes. De entrada, le va a permitir una organización del trabajo más flexible, sin las ataduras que supone ir a las oficinas y cumplir un horario rígido. El escritorio virtual prepara a las compañías para modernizarse y permite desterrar el presentismo e implantar, en su lugar, la consecución de objetivos como criterio valoración. Susana Juan, de Arsys, también tiene claros los beneficios para las plantillas. “La virtualización multiplica el rendimiento del empleado, le ahorra tiempo, favorece su movilidad y lo hace, en definitiva, más productivo. Todo ello como consecuencia de no depender de un hardware que con el tiempo va quedándose obsoleto. Además, reduce los problemas técnicos a la mínima expresión”.

Con la virtualización del puesto, se centraliza y mejora la gestión de los activos informáticos y se clarifica el licenciamiento

Desde VMware España añaden que la satisfacción que generan en el empleado tecnologías como los escritorios virtuales ayuda a las compañías “a innovar y ofrecer grandes experiencias a sus clientes. Cuando las organizaciones son capaces de ofrecer las mejores soluciones tecnológicas a su fuerza de trabajo, los empleados se convierten en los mejores embajadores de la marca”. Desde Microsoft también recuerdan que el empleado gana en seguridad, puesto que los puestos de trabajo requieren doble autenticación y están aislados de los discos duros de los dispositivos personales, que son los que están en el punto de mira de los creadores de ransomware, por ejemplo.

La tónica del mundo pos-Covid

Por otro lado, los profesionales consultados para este reportaje también coinciden al decir que la virtualización del escritorio ha llegado para quedarse, y que será una tónica en las empresas en el mundo pos-Covid. “Sin duda no estamos ante una tecnología que responda a una necesidad coyuntural. Los escritorios remotos tienen todo para convertirse en la herramienta definitiva del nuevo puesto de trabajo”, predice Susana Juan, que está convencida de que en 2021 volverán a ser una de las soluciones tecnológicas más demandadas por las compañías.

Antonio Cruz, de Microsoft, asegura que el 50% de los trabajadores en todo el mundo operarán de forma móvil “en poco tiempo”, y en 2025 el 75% de empleados del planeta serán millennials, “lo que quiere decir que las empresas que todavía no han afrontado su transformación digital tienen que plantearse hacerlo cuanto antes”. Para Pedro Zaldívar, en el pasado las limitaciones de las comunicaciones frenaron la adopción de la virtualización de escritorio, pero “esta barrera está más que superada, y más si cabe con la llegada de la tecnología 5G”. Por eso el directivo de Nunsys también es optimista sobre la evolución del mercado en los próximos meses y años.

Las ventajas de la virtualización de escritorios

  • Movilidad y flexibilidad. Permite a las plantillas trabajar en remoto y desde cualquier ubicación.
  • Se acabó el hardware. Se eliminan servidores y se reducen mucho las incidencias de hardware cliente.
  • Gestión. La gestión de los puestos se centraliza y automatiza, lo que facilita las actualizaciones y la instalación de parches de seguridad. Es importante cuando los recursos TI son limitados.
  • Licenciamiento. También permite gestionar mejor el licenciamiento y sacar más partido al software adquirido en cada caso.
  • Seguridad. Ofrece altos niveles de seguridad, sobre todo si los escritorios virtuales se contratan con un proveedor de servicios o se localizan en un CPD fiable.
  • Adiós a la obsolescencia. El usuario del escritorio virtual no tendrá que sufrir porque tiene una máquina obsoleta o porque cada cierto tiempo no puede ejecutar las aplicaciones que necesita.
  • Una plantilla motivada. Unos empleados que puedan ajustar horarios y lugar de trabajo a su conveniencia se convierten en los mejores embajadores de marca que una compañía pueda tener.

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Juan Cabrera

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