La Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT) cumple 150 años y, para celebrarlo, ha elegido la ciudad de Madrid, concretamente el Senado. El acto de conmemoración ha contado con la presencia del secretario general de la UIT, Houlin Zhao, el rey Felipe VI, el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, el decano y presidente del Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación, Eugenio Fontán, y Pío García-Escudero, presidente del Senado.
Aunque la UIT fue fundada en París en 1865, por aquel entonces se constituyó como Unión Telegráfica Internacional y coexistió junto con la Unión de Telegrafía Internacional. El término de ‘Telecomunicaciones’ no apareció hasta 1932, cuando se fusionan ambos organismos internacionales en la Conferencia de Plenipotenciarios celebrada en el Senado español –estando presente Manuel Azaña, por aquel entonces presidente del consejo de ministros de España–. Desde esa fecha, la UIT “ha demostrado saber conjugar tradición, innovación y modernidad; ha pasado de la telegrafía a la movilidad y a Internet, adaptándose permanentemente para estar a la cabeza de la rápida respuesta que la sociedad demanda de una sector tan dinámico y relevante como el de las telecomunicaciones”, ha explicado Felipe VI en su discurso, recordando que “la Conferencia de 1932 permitió la convergencia de dos mundos entonces separados: las comunicaciones por cable y las radiocomunicaciones”.
La misma misión en un mundo diferente
Por su parte, Houlin Zhao, secretario general de la UIT, ha reconocido el papel de España y “su importancia en el mundo de las telecomunicaciones, además de ser uno de los principales países miembros de la UIT”, al tiempo que ha indicado que a día de hoy la UIT cuenta con 193 estados miembros, 700 miembros del sector asociados y 30 instituciones acreditadas.
Zhao ha comentado que, “150 años después de su creación, la UIT sigue teniendo la misma visión inicial de conectar el mundo ofreciendo soluciones a los grandes desafíos de nuestra sociedad”. Una sociedad que ha cambiado, especialmente en el campo de las Tecnologías de la Información, basta pensar “que cuando se fundó la UIT no existía la telefonía móvil y actualmente hay tantos móviles como habitantes en el planeta. Nos enfrentamos a nuevos desafíos como los avances de Internet, la tecnología 5G, el desarrollo digital, etc. y todos ellos los abordaremos” con el mismo espíritu de la UIT”.
Las telecomunicaciones y la sociedad
El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, también ha incidido en “los grandes cambios que se han producido en el mundo actual gracias a las telecomunicaciones” e, igualmente, los cambios que acaecidos en el ámbito de la tecnología, “donde hasta hace poco asistíamos a cambios en progresión lineal y ahora se suceden en progresión exponencial, con tecnologías de la información y las telecomunicaciones como la banda ancha, el desarrollo digital, Big Data o la impresión 3D”, por citar algunos. Todos estos avances “han redundado en el beneficio de la sociedad en todos los ámbitos; las instituciones y las personas podemos aprovecharlos para avanzar, pero también debemos estar dispuestos a aprender y adaptarnos. La función de las instituciones es hacer que todos estos avances lleguen a todos los puntos del planeta, y eso pasa por regular el marco de actuación tecnológico, de ahí la importancia de la UIT y el papel fundamental que desempeña a nivel mundial”, afirma Soria.
Derecho a la comunicación
Eugenio Fontán, decano y presidente del Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación y presidente de la Asociación Española de lngenieros de Telecomunicación, ha reflexionado sobre “aquellos fundadores de la UIT que entendieron, incluso sin saber el alcance al que hemos llegado hoy, que el acceso a la comunicación a través de las telecomunicaciones era el cauce para garantizar el derecho a dicha comunicación. Las telecomunicaciones y las TI son la palanca del desarrollo mundial y de la sociedad moderna; además, contribuyen a garantizar el acceso a las comunicaciones y garantizar la libertad de expresión. Igualmente tienen un papel clave en la seguridad y en acciones de socorro, como hemos visto recientemente en Nepal”.
De cara al futuro, “debemos asumir el legado de nuestros pioneros y ser generosos con el relevo. Hay que poner el conocimiento al servicio de las personas”, concluyó Fontán.
