El desarrollo de la banda ancha requiere una nueva política regulatoria más flexible y menos intervencionista, que debe incentivar la competencia de infraestructuras y no frenar la inversión en nuevas plataformas, según opina Carlos Bustelo, presidente de la CMT, que advierte que la normativa tradicional aplicada a los servicios de voz no puede aplicarse al nuevo mercado.
Igualmente, insiste en que los organismos responsables de la regulación deben intentar que la armonización se consiga desapareciendo la regulación para todas las plataformas, no extendiéndose a todas.
A esto se une la tendencia que se está dando en los países de la UE, donde la innovación es clave, puesto que permite nuevos servicios y más baratos a medio y largo plazo.
Asimismo, Bustelo, indica que los responsables de crear el marco regulador poseen cierta inercia intervencionista, que debe ser superada , puesto que deben analizar una realidad compleja y contradictoria y no puede tomar decisiones con la rapidez que se desearía, ya que están obligados a velar por no incrementar los riesgos a los que se enfrentan las empresas del mercado de telecomunicaciones en el desarrollo de su actividad.
