La Ciudad Autónoma de Melilla, municipio español de 12,33 kilómetros cuadrados bañado por el Mediterráneo y ubicado en la región africana de Gareb (en la zona noroeste del Magreb), ha afrontado el desarrollo de un proyecto destinado a dotar sus distintas sedes oficiales de una red de telefonía IP (Internet Protocol) para servicios de voz y datos. El proyecto ha supuesto un desembolso cercano a los 60.000 euros.
Según ha explicado a COMPUTING Juan Luis Ramos Villalón, jefe de la sección técnica de Telecomunicaciones de la Dirección General de la Sociedad de la Información de la Ciudad Autónoma de Melilla, “el concurso, convocado a finales de 2004, se resolvió en enero de 2005. Concurrieron empresas como Telefónica Soluciones, la local Imosa, Selta e IBM con producto de Cisco”. Finalmente fue la opción de IBM la que convenció a las autoridades de Melilla, que con este proyecto perseguían
“eliminar los costes de comunicaciones entre sus dependencias (ya que las llamadas establecidas entre las diferentes sedes son gratuitas al utilizar como soporte la red de datos en lugar de la red telefónica básica e incluso las de móviles por un acuerdo con MoviStar Corporativo) y simplificar la gestión de las centralitas telefónicas”. Otra ventaja de la fibra óptica es la eliminación de la conexión de pares de cableado, lo que supone un ahorro y una complicación menos.
Tras un periodo de implantación que se extendió por un mes, la nueva infraestructura entró en funcionamiento a principios del pasado mes de julio, según comenta Ramos, quien añade que “en el despliegue intervino un técnico de IBM y un equipo contratado para acometer la tarea”. Se implantó “una centralita de Cisco con capacidad para 1.000 extensiones y por el momento se han comprado 100 terminales telefónicos IP, modelos 7905 y 7912, de la firma de San José (California)”. De momento, 50 de ellos están operativos. No obstante, comenta el directivo, se mantiene la centralita Ibercom que ha venido dando servicio a la red corporativa de la ciudad y que ahora atiende al 50 por ciento de los puestos de trabajo, lo que supone entre 400 y 500 extensiones.
La nueva infraestructura de comunicación hace converger las funciones de telefonía, fax y centralita con las capacidades de ordenadores e impresoras. Por otra parte, la nueva red IP ha servido para reducir los costes de mantenimiento, al gestionar con una sola centralita todas las llamadas de las oficinas que no estaban integradas en la red corporativa, eliminando el uso de todas las demás, salvo la ya citada Ibercom.
Otra posibilidad de la nueva infraestructura es que facilita la portabilidad, lo que permite a cualquier usuario que cambie de ubicación disponer de teléfono de forma inmediata, manteniendo siempre su número.
