Después de un primer intento de relanzar su actividad en España durante el pasado otoño que se vio retrasado por el proceso de remodelación accionarial en que estuvo sumida durante el último trimestre, la filial española de Interoute espera impulsar su actividad comercial el próximo mes de marzo.
Para ello, la operadora prepara una oferta basada estructurada principalmente en la venta de capacidad IP, redes privadas virtuales (VPN) y acceso a Internet, todo ello complementado con el valor añadido de otros servicios adicionales basados en IP, incluyendo también coubicación de equipos. Aunque hace años la operadora intentó un acercamiento hacia el mercado de pymes e incluso el residencial, en esta ocasión Interoute parece tener claro que su negocio se dirigirá de forma prioritaria al segmento de operadores y grandes clientes, para el que está especialmente concebida su oferta de productos y servicios. De hecho, con una amplia red propia de fibra óptica en toda Europa -denominada i-21- que conecta 45 ciudades en nueve países de Europa, la compañía es consciente de las posibilidades de comunicaciones internacionales que ofrece su infraestructura de cara a las grandes multinacionales que demandan servicios internacionales.
Precisamente, la compañía está a punto de llevar a cabo la integración de los tres anillos metropolitanos que integraban la red de Ebone -propiedad de KPNQwest tras la fusión- y que fueron comprados por Interoute el pasado verano. Según fuentes de la filial española, la operadora espera tener operativa la integración de la red MAN de Ebone con el propio backbone que Interoute posee en España.
La compañía confía en un relanzamiento de su actividad esta próxima primavera aprovechando las perspectivas más favorables que presenta el mercado español después de las dificultades y la excesiva cautela que dominaron el panorama el pasado año. Además, Interoute tuvo que retrasar su relanzamiento en España después de una reestructuración accionarial que ha llevado a la adquisición del cien por cien del capital de la compañía por parte de Novartis tras hacerse con la parte correspondiente a Alcatel.
Según las mismas fuentes, aunque el negocio de operadoras aún domina sobre el procedente de las compañías multinacionales y un contrato de este tipo, además de tener una duración cercana a los 10 años, puede suponer entre 15 y 20 millones de euros anuales.
Interoute, que cuenta con una plantilla de 400 personas, opera redes de área metropolitana en Amsterdam, Frankfurt, Londres, Milán, París, Roma, Zurich y Viena, además de su infraestructura madrileña.
Además, la compañía ha anunciado recientemente el primer despliegue comercial de un servicio de redes inalámbricas (WLAN) a Mbps en el centro de Londres basándose en el estándar 802.11g. para responder a las necesidades de sus clientes en transmisión de datos. Aunque en España aún es prematuro, el nuevo servicio podría ofrecerse a medio plazo.
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