Ingresos más allá de la 3G

La llegada de la tercera generación deberá significar la aparición de nuevas fuentes de ingresos que permitan a los operadores recuperar el coste de las inversiones.

Publicado el 04 Jul 2001

A pesar de las sombrías expectativas que han atenazado el desarrollo de la tercera generación de telefonía móvil, UMTS traerá un replanteamiento de la estrategia de los operadores móviles, que habrán que adaptar su modelo de negocio a las nuevas demandas del mercado.

Según un informe elaborado por DiamondCluster International, cinco serán los elementos clave que distinguirán a los ganadores. Así cabe citar saber convertir a los usuarios exclusivos de voz en clientes de servicios y aplicaciones con valor añadido, basándose en la gestión de la relación con el cliente, desarrollar el contenido y los servicio, bien por cuenta propia o terceros, a través de plataformas que sepan integrar las llamadas killers applications (aplicaciones críticas). Otro aspecto fundamental será diseñar ofertas que parezcan simples pero que sean distintas, ya que los consumidores ya están confusos con los innumerables planes de tarifas y los miles de servicios de valor añadido sin importancia. La clave estará en aprender de los productos de consumo de rápido movimiento y las compañías mediáticas para fomentar la demanda de servicios, señala el informe.

Además, jugarán un papel importante saber involucrar a otros sectores industriales para desarrollar estrategias digitales innovadoras con servicios de telemática o dispositivos de pago y llegar a acuerdos de colaboración con proveedores y otros operadores para invertir en infraestructuras y construir redes UMTS de alta velocidad sólo cuando sea necesario, con lo que parece claro que se tenderá hacia la existencia de islas de cobertura -sólo en áreas urbanas, mientras el resto se solventará con GPRS- y un uso compartido de infraestructuras.
Al margen de estas claves, la llegada de la tercera generación deberá significar la aparición de nuevas fuentes de ingresos que permitan a los operadores recuperar el coste de las inversiones. Su principal activo será la red de acceso, ya que cobrarán por ofrecer acesso a contenidos y servicios (navegar en Internet a través de un ISP, redes privadas virtuales e intranets corporativas, videotelefonía y servicios de pagos son ejemplos de aplicaciones que contribuirán en casi un 30 por ciento a los ingresos totales para el año 2005. En este sentido, Morgan Stanley prevé que los ingresos mensuales por servicios de datos supondrán 11 euros (1.830 pesetas) por cliente, mientras Merrill Lynch los sitúa en 12 euros (1.996 pesetas). Además, también venderán capacidad a los nuevos operadores móviles virtuales de telefonía móvil.

También cabe citar la importancia que adquirirán las comunicaciones de máquina a máquina para mantener el control de equipos, donde destacarán sectores como el transporte y vehículos, vigilancia y detección, telemetría y aplicaciones de puntos de venta.

A pesar de la importancia de un reposicionamiento en la cadena de valor -con una mayor apertura y el papel privilegiado de intermediario de los operadores- ante los servicios de pago y la llegada de nuevas aplicaciones propias de la movilidad (localización y personalización), aún queda por resolver una mayor cooperación entre operadores y fabricantes para resolver los problemas técnicos -GPRS y UMTS conllevan una transición desde la conmutación de circuitos a tecnología de paquetes-, nuevos sistemas de facturación y soluciones de atención al cliente.

En el despliegue de red se recurrirá a una combinación de diversas tecnologías UMTS en áreas urbanas donde resulte rentable, mientras GPRS se utilizará como estándar para todo el país. Además, se combinará con tecnologías como LAN inalámbrica o Bluetooth.

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Redacción Computing

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