Lambdanet ha llegado a un acuerdo con Iberbanda para poner fin al litigio por el que la primera acusaba a la segunda del impago de los contratos vigentes entre ambas para el suministro de capacidad y el acceso a otros recursos adicionales de la red de fibra óptica de Lambdanet.
El nuevo acuerdo suscrito permite al operador LMDS continuar utilizando la red de Lambdanet, si bien ahora sólo podrá recurrir a determinados tramos de la infraestructura, cuando anteriormente hacía uso de la totalidad de la red. Iberbanda utilizaba la red de Iberbanda para conectar sus puntos de acceso inalámbricos LMDS, que únicamente eran desplegados para cubrir lo que se denomina la última milla hasta el cliente, con el resto de su infraestructura y permitir de esta forma la comunicación.
Sin embargo, a pesar de mantener este acuerdo de utilización de la red de Lambdanet, Iberbanda ha decedido ampliar el ramillete de infraestructuras terrestres a las que puede tener acceso firmando contratos con otros carriers que para la utilización también de su red, cuando anteriormente únicamente disponía de Lambdanet como proveedor, según explicaron a COMPUTING fuentes de Iberbanda.
La filial española de Lambdanet se acogió el pasado mes de febrero a la suspensión de pagos debido al impago de una importante cantidad por parte de Iberbanda, uno de sus principales clientes. El pasado 30 de diciembre de 2002, Iberbanda abonó a Lambdanet un primer pago relacionado con el contrado de 14 de diciembre de 2002 por valor de 1.040.967 euros, según una resolución de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones en la que se desestimó un recurso interpuesto por Iberbanda sobre el conflicto. Sin embargo, faltaban por pagar las cantidades correspondientes a los servicios prestados a lo largo de 2002 y que ambas compañías se encontraban negociando durante los dos últimos meses. Desde Iberbanda se minimiza la cifra adeudada a Lambdanet al afirmar que sólo representaba un 15 por ciento del total del coste de los servicios ofrecidos por Lambdanet a Iberbanda.
A pesar de este acuerdo con Iberbanda, Lambdanet, que recurre al alquiler de infraestructura de Renfe, se encuentra aún en una situación delicada con la declaración de suspensión de pagos, aunque también se apunta a la posibilidad de salir de esa situación a medio plazo.
Por el momento, Javier López Otero ha abandonado su cargo director general de la filial española del carrier de carriers siendo sustituido por Jaime Martorell.
Lambdanet llegó a España hace aproximadamente tres años, cuando aún el sector de las telecomunicaciones vivía sus últimos tiempos de euforia y que permitió la llegada a España de carriers de carriers que luego sufrieron las consecuencias de la crisis: la desaparecida KPNQwest, Flag Telecom, Global Crossing, que se vieron abocadas a la bancarrota, o Teleglobe. Sin embargo, a diferencia de otras, Lambdanet, que dispone de una red de 8.000 kilómetros de fibra óptica para conectar 56 ciudades españolas, siempre había apostado por el modelo de alquiler de infraestructuras a otro carriers -en este caso Renfe a través de un acuerdo de 12 años- con la intención de conseguir ahorros de costes en un mercado caracterizado por la caída de los precios en la venta de capacidad.
