Después de comenzar a ofrecer servicio en España hace apenas un mes, Global Crossing ha apostado por completar su oferta. Su última apuesta es el servicio de VPN (redes privadas virtuales) sobre IP, que permite solventar las necesidades de comunicación (voz, datos y vídeo) de las empresas, conectando tanto delegaciones como proveedores, distribuidores o clientes.
La VPN IP destaca además por su elevados niveles de rendimiento y seguridad, similares a los de una red privada, a lo que hay que sumar a la escalabilidad y asequibilidad tradicionales de los entornos compartidos de red. Así, incluye los llamados túneles IPSec para superar el tráfico y un cortafuegos integrado.
El servicio se ofrece a través de la red mundial de fibra óptica de la compañía y se complementa con las garantías características de los acuerdos de calidad de servicio SLA, que incluye disponibilidad, pérdida de paquetes, latencia y vibraciones, según la opción de servicio elegida.
Los clientes pueden optar por el servicio VPN IP de Global Crossing en tres modalidades. Así, SmartRoute IP VPN permite priorizar el tráfico dependiendo de la clasificación del tráfico según las prioridades -incluyendo la identificación de los sitios de origen o destino del tráfico- que le otorge el propio usuario; ExpressRoute, a través de tecnología MPLS y con grandes necesidades de ancho de banda, y Premises, especialmente concebida para aquellas compañías con amplias demandas de seguridad y una necesidades medio-bajas de ancho de banda.
