Una de las soluciones que se han barajado desde la concesin de las licencias de telefona UMTS en Europa para ayudar al desarrollo de las redes de 3 Generacin ha sido la posibilidad de compartir la propia infraestructura. A los desorbitados precios a los que se adjudicaron algunas de las licencias europeas de UMTS -que alcanzaron alrededor de 130.000 millones de euros- se suma una inversin que, en tiempos de crisis, han puesto en jaque los proyectos que muchas operadoras del Viejo Continente haba desarrollado. De hecho, los analistas estiman la necesidad de una inversin de aproximadamente 120.000 millones adicionales para la instalacin de las nuevas redes.
Si la incertidumbre fuera poca, tambin se ha venido a sumar el interminable retraso que la nueva generacin de telefona ha venido sufriendo durante el ltimo ao hasta el punto de que los expertos han augurado que hasta al menos 2003 los usuarios no podrn disfrutar de una primera fase de servicios UMTS.
El mercado europeo ha venido barajando el uso compartido de infraestructura de 3G como una de las salidas que impulsaran la telefona avanzada que llega de la mano de UMTS. Segn las estimaciones que baraja Northstream, las operadoras europeas podran ahorrarse entre 30.000 y 50.000 millones de euros si optaran por compartir infraestructura, dependiendo en todo caso del nivel de cooperacin y del nmero de compaas involucradas en los acuerdos que permitiran compartir el uso de la red.
Para la mayora de las operadoras el uso compartido de sus redes presenta ventajas indiscutibles desde el punto de vista financiero, pero requiere un anlisis detenido de las cuestiones tcnicas, comerciales y estratgicas, explica Bengt Nordstrom, consejero delegado de Northstream.
Sin embargo, a pesar de las ventajas que suponen a priori, la opcin de compartir infraestructura tambin implica la valoracin sopesada de una serie de factores que pueden incidir en la viabilidad del negocio del operador. De esta forma, desde Northstream -que cuenta con clientes como ATT, NTT DoCoMo, Sonera, Ericsson, Vodafone, entre otros- se apunta que un uso compartido demasiado concentrado de unos determinados recursos pondra en peligro uno de los aspectos ms valorados por los clientes la diferenciacin con respecto a la competencia.
Desde el punto de visto de los reguladores, un excesivo intercambio entre las operadoras de sus recursos de infraestructura podran suponer un obstculo a la libre competencia, aade Nordstrom. Adems, tambin habra que tener en cuenta que los actuales problemas financieros y las excesivas cargas financieras que soportan muchas compaas -principal motivo por el que muchas barajan la comparticin de redes- podran tener como consecuencia unas tarifas demasiado elevadas para los clientes, lo que supondra un freno a la difusin de los servicios de la 3 Generacin de telefona mvil.
En Espaa un caso significativo ha sido Amena que ha puesto en venta su red GSM, por la que se han interesado varias compaas calificadas como operadores de infraestructura, entre las que cabe destacar a Tradia y a Bucle 21.
